Jiménez Losantos enfada a Abascal al comparar la crisis de Vox con la caída del Tercer Reich

La estrategia trumpista de Vox puede complicar la situación de esta formación ultraderechista. Santiago Abascal y sus compañeros, hasta la fecha, parecían poder suplir el apoyo de los mass media con cercanía hacia otros medios medianos o pequeños y las redes sociales. Pero en los últimos tiempos Vox ha perdido el afecto de varios de los prebostes que le apoyaban.

Especialmente de Federico Jiménez Losantos, que ha comparado la crisis de los de Abascal con la caída del Régimen nazi. «Este Tercer Vox recuerda, metafóricamente hablando, el Tercer Reich crepuscular de El Hundimiento, cuando Bruno Ganz borda un Hitler rodeado de fieles, que mueve sobre el mapa del frente divisiones ya desaparecidas. Pura paranoia», asegura.

El locutor dice que «hacia un socialismo de derechas, como en Francia o Alemania, se dirige fatalmente Vox. Por eso, Buxadé echó de las listas a Rubén Manso, autor del mejor programa económico del partido o a Sánchez del Real. Y por eso no queda, entre los que echaron y los que se han ido, ni un liberal en Vox».

No es el primer dardo de Losantos contra el partido, al que afeó su postura ambigua respecto a las vacunas o sus estrategias relacionadas con el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. El turolense asegura que Vox ha vetado la presencia de sus dirigentes en Es Radio.

«Abascal desde Budapest ha ordenado a toda su gente que no de entrevistas en Es Radio. O se lo manda El Yunque o ha perdido la cabeza. Que el general Fulgencio, Jorge Campos y gente a la que hemos ayudado desde hace 20 años y siempre, por supuesto sin pedir nada a cambio ni recibir, les de la orden por no torcer el aparejo al señor de Amurrio, ahora de Budapest, realmente están perdiendo la cabeza», señaló el mes pasado.

Losantos cree que la información de la secta del Yunque, y su presunta relación con la tercera fuerza del Congreso, ha sido el detonante del divorcio: «La información del Yunque que yo saco en mi libro yo entiendo que es desagradable, como que debería estar prohibido. Como secta destructiva debería estar absolutamente ilegalizada. Se intentó una vez. Lo hará el fiscal en la campaña electoral pero como Abascal no quiere oír lo que no le conviene no se enterará».

LÍOS VARIOS

El eurodiputado Hermann Tertsch, por su parte, se ha lanzado el tromba contra uno de los economistas con mayor predicamento entre la derecha española: «Pobre Juan Ramón Rallo especializado. Triste nicho para quién parecía valdría para algo más que encargos, recados y mandados».

Rallo, apoyado por Jiménez Losantos, ha lamentado que Tertsch, desde Bruselas, utilice «sus redes sociales para señalar a ciudadanos particulares por el mero hecho de criticar al partido político que le da de comer».

POLÉMICA

Estas guerras lastran a Vox al igual que lo hace que uno de las principales celebrities que le apoyan, José Manuel Soto, haya perdido los estribos: «Voy a aprovechar este momento de sosiego veraniego junto al mar para hacer uso de mi libertad de expresión y cagarme en Pedro Sánchez, en su puta madre y en los millones de hijos de la gran puta que están de acuerdo con que España esté en manos de sus peores enemigos, que os jodan».

El cantante, tras perder dos conciertos en ayuntamientos andaluces regidos por el PP, tuvo que echar marcha atrás: «La otra noche hice un comentario inapropiado en Twitter refiriéndome despectivamente a Pedro Sánchez y a las personas q están de acuerdo con la destrucción de España. Fue un error, la razón se pierde cuando se insulta, pido humildemente disculpas, no volverá a ocurrir».