La jueza de Instrucción número 4 de Torrejón ha propuesto en un auto de transformación de las diligencias juzgar al autor del atropello mortal que dejó el 6 de noviembre de 2022 cuatro muertos durante la celebración de una boda en el municipio madrileño, por lo que abre la puerta a que sea juzgado por un tribunal de jurado.
El atropello tuvo lugar a las 02.44 horas a la salida del restaurante ‘El Rancho’, ubicado en la avenida de la Constitución de Torrejón de Ardoz donde se estaba celebrando una boda gitana con más de 200 invitados.
En un auto, la magistrada acuerda transformar las diligencias en procedimiento por Tribunal del Jurado, por lo que en la siguiente fase se llevarán a cabo las diligencias que las partes consideren oportunas dentro de lo que marca la Ley del Jurado. Cita además en este juzgado para el próximo 5 de febrero al acusado y a las partes.
Esgrime que los hechos investigados podrían constituir cuatro delitos de asesinato y diez delitos de asesinato en grado de tentativa imputables a Micael S.M., resultando por tanto que dicha imputación cae dentro del ámbito de los delitos cuyo enjuiciamiento corresponde al Tribunal del Jurado.
El auto se dicta tras recibir la magistrada un informe de la Policía Municipal de Madrid que concluyó que el accidente fue intencionado, en contra de la versión del acusado.
En las conclusiones, se exponía que «a pesar de la presencia de peatones en la calzada visibles para un conductor medio, el conductor realizó una maniobra de aceleración entre estos dos tramos que aumentó el peligro potencial de fallecimiento de los peatones en caso de atropello de en torno a un 40 hasta el 70 por ciento».
El autor del atropello, de origen portugués, manifestó que el accidente no fue intencionado y que se debió a que tuvo que huir precipitadamente junto a sus hijos y sobrinos después de ser agredidos y recibir disparos por parte de varios invitados.
Según su versión, el padre de la novia le invitó a la boda, donde acudió junto a varios parientes. Al parecer, un invitado insultó a uno de sus hijos durante el convite y le llamó «loco», lo que habría sido el detonante del enfrentamiento.
«Nos pegaron y amenazaron», relató y detalló que vio a varios invitados con armas. Cuando subieron al coche a la carrera, varias personas les cerraron el paso y oyeron disparos, huyendo del lugar. Pese a ello, no hay ninguna evidencia que corrobore dichas manifestaciones al no localizarse en la zona casquillos de bala.