El cáncer es una de las enfermedades que más afectan a personas en el mundo y es responsable de millones de fallecimientos al año. En la actualidad hay tratamientos y procedimientos que pueden contribuir a su cura, pero es indispensable que los pacientes también tengan un cuidado de su salud mental y esto se puede lograr con actividades como el yoga.
Se ha demostrado que el yoga puede traer grandes beneficios en personas que atraviesan momentos complicados de salud, ya que es una forma de liberar el estrés y lograr la relajación en medio de momentos de tensión. Esto implica una mejoría en el bienestar mental y, por lo tanto tienen una incidencia física. Aquí te explicaremos cuáles son los beneficios de esta práctica en personas con cáncer.
Así ayuda el yoga a las personas con cáncer
El yoga contribuye a la conexión cuerpo-mente lo que permite que las personas puedan apreciar su cuerpo y organismo de una manera profunda, relajando así cada parte del físico. Las técnicas de meditación y relajación ayudan a calmar la ansiedad y el estrés, esto a su vez ayuda a lograr un mejor descanso, regular hormonas, mejorar el sistema inmune y obtener mayor energía.
Pero los cambios mentales no son los únicos, los expertos aseguran que también pueden verse mejorías físicas con el yoga en pacientes con cáncer. Los fuertes tratamientos contra esta enfermedad pueden generar problemas gastrointestinales, pero el yoga tiene posturas que mejoran todo el funcionamiento del sistema sin demandar demasiada energía. Esto convierte a esta disciplina en una excelente opción para que las personas con padecimientos graves puedan poner su cuerpo en movimiento de un manera sana y sin exceso de energía.
Estas posturas de yoga pueden ayudar a personas con cáncer
El hasana o postura de arado es conocida por mejorar el tránsito intestinal, ya que mejora el movimiento de los intestino, modo que ayuda a que las deposiciones sean regulares. Esta postura puede realizarse diariamente, sin embargo también es efectiva si se practica un par de veces a la semana.
Es importante no dejar de lado las posturas de respiración y relajación, ya que estas pueden ayudar enormemente a que el paciente mantenga la calma y serenidad durante su proceso, ya que esto lo ayudará a enfrentar de un manera más positiva todo el proceso y el tratamiento. Además, es una excelente manera de mantener una actividad física sin extremos ni peligro de lesiones.
