Si te sobró arroz, encontramos esta solución para transformarlo en una masa de pizza en un abrir y cerrar de ojos. Con solo tres ingredientes y en cuestión de segundos, podrás prepararla aprovechando al máximo tus ingredientes en la cocina. Esta receta te brinda una manera ingeniosa de darle un nuevo propósito a esas sobras, convirtiéndolas en una base versátil y deliciosa que puede ser el lienzo perfecto para una variedad infinita de ingredientes.
Con esta receta innovadora, no solo estarás reduciendo el desperdicio alimentario, sino que también estarás enseñando a tus seres queridos la importancia de la creatividad en la cocina y el valor de aprovechar al máximo los recursos disponibles. ¿Listo para convertir tus sobras en esta pizza única de pollo? ¡Sigue leyendo y descubre cómo hacerlo!
Ingredientes para hacer esta pizza de arroz
¿Te quedó arroz de más? ¡No hay problema! Prueba esta deliciosa pizza de arroz. Incluso si eres de los que siempre calculan justo, vale la pena hacer un poco más para disfrutar esta receta al día siguiente. Esta base de pizza es perfecta para aquellos que desean evitar las harinas o no pueden consumir gluten.
Para prepararla, necesitarás 2 tazas de arroz cocido, 3/4 de huevo (ajusta según el tamaño), un chorrito de agua para ayudar a procesar en la licuadora, 50 gramos de queso rallado, sal y pimienta negra. Además, para el topping, utiliza 1 pechuga de pollo grande o 2 pequeñas, media cebolla, 2 tallos de cebollita de verdeo, puré de tomate y 150 gramos de queso mozzarella. A continuación, te cuento cómo prepararla.
Pizza con pollo, un alternativa sin gluten
Para preparar esta deliciosa pizza de arroz, primero coloca el arroz sobrante en una licuadora junto con un poco de agua, huevos y queso rallado. Tritura hasta obtener una pasta suave y homogénea. Vierte esta mezcla en una pizzera previamente rociada con aceite en aerosol tanto en la base como en la superficie. Lleva al horno precalentado a 200°C y hornea por unos 20 minutos, o hasta que la base esté firme y ligeramente dorada.
Mientras tanto, para el topping, corta la pechuga de pollo en cubos y cocínala en una sartén a fuego alto hasta que esté dorada. Agrega la cebolla blanca y de verdeo picadas, sazona con sal y pimienta al gusto, y añade el puré de tomate. Deja cocinar durante 10 a 15 minutos para que los sabores se integren. Una vez que la base de la pizza esté lista, distribuye uniformemente la preparación de pollo sobre ella y cubre con el queso mozzarella. Gratina en el horno a temperatura máxima hasta que el queso se derrita y se dore. ¡Una opción ideal para aquellos que buscan una alternativa sin harina o gluten en su dieta!
