En la era digital actual, donde la competitividad y la innovación son clave para el éxito empresarial, las ayudas al funcionamiento desempeñan un papel fundamental en el desarrollo y crecimiento de las empresas ubicadas en regiones con desafíos particulares, como es el caso de Teruel. Estas subvenciones no solo brindan un apoyo financiero crucial, sino que también representan un reconocimiento de la necesidad de equilibrar las oportunidades y fomentar el progreso económico en todas las áreas, independientemente de su ubicación geográfica.
Sin embargo, cuando se comparan estas ayudas al funcionamiento con el cupo catalán, se genera un ejercicio de manipulación política que deforma la realidad y puede resultar ofensivo para aquellos que enfrentan los desafíos de la despoblación y la falta de infraestructuras básicas. Estas comparaciones no solo son imprecisas, sino que también pueden desviar la atención de las verdaderas necesidades y prioridades de los territorios en cuestión.
LAS AYUDAS AL FUNCIONAMIENTO: MÁS QUE UN PRIVILEGIO
Contrario a lo que algunas declaraciones pueden sugerir, las ayudas al funcionamiento que reciben las empresas en Teruel, Soria y Cuenca no son un privilegio, sino más bien una medida de compensación mínima y necesaria para abordar el abandono histórico de estos territorios por parte del Estado y la falta de oportunidades que ello ha generado.
Estas ayudas al funcionamiento no tienen absolutamente nada que ver con el cupo catalán, y cualquier intento de equiparar ambos conceptos es una falacia. La verdadera financiación diferenciada debería centrarse en corregir las desigualdades históricas y dotar a Teruel de los recursos necesarios para poder disponer de unos servicios públicos de calidad, independientemente del lugar y de la comarca en la que se viva.
UN COMPROMISO REAL CON LA JUSTICIA TERRITORIAL
Es crucial que el Gobierno central y su portavoz, la ministra aragonesa Pilar Alegría, reconsideren sus declaraciones, pidan disculpas y se centren en asegurar lo que un territorio como Teruel merece, por derecho propio. Comparar el cupo catalán con las ayudas al funcionamiento de las empresas otorgadas a Teruel, Soria y Cuenca es, a juicio del secretario territorial de CHA en las comarcas turolenses, Javier Carbó, «un ejercicio de manipulación política, a la que tan mal estamos acostumbrados en estos tiempos».
Es fundamental que las autoridades competentes demuestren un compromiso real y efectivo con la justicia territorial, evitando «comparaciones odiosas y manipulaciones políticas» y, en su lugar, enfocándose en corregir las desigualdades históricas y dotar a Teruel de los recursos necesarios para garantizar un desarrollo socioeconómico equilibrado y sostenible en todo el país.