La Unión Europea ha establecido objetivos ambiciosos para la reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) en los automóviles, con la fecha límite de 2025 a la vuelta de la esquina. Los fabricantes de automóviles europeos se enfrentan a un reto significativo para cumplir con estas normas, y se encuentran bajo la presión de acelerar la transición hacia la electrificación. Sin embargo, un nuevo análisis de la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E) indica que, a pesar de las presiones, los fabricantes pueden alcanzar las metas de CO2 para 2025.
El estudio de T&E destaca que los fabricantes de automóviles recurrirán a una combinación de estrategias para alcanzar las metas de emisiones. El análisis se basa en datos de ventas, planes públicos de los fabricantes y estudios de mercado, proporcionando una visión detallada de los caminos que seguirán para cumplir con los objetivos de CO2.
El camino hacia el cumplimiento de las normas de emisiones de CO2: estrategias de los fabricantes
El análisis de T&E apunta a que los fabricantes de automóviles europeos, al igual que con los objetivos de CO2 anteriores, cerrarán la brecha de cumplimiento en el año objetivo, en lugar de hacerlo antes de tiempo. En 2019 y 2020, los fabricantes más alejados de sus objetivos mejoraron su desempeño de CO2 en 20 gCO2/km. En la primera mitad de 2024, la mayoría de los fabricantes se encontraban cerca de cumplir su objetivo, con brechas que oscilan entre 10-17 gCO2/km.
Algunos líderes en ventas de vehículos eléctricos, como Volvo Cars, ya han alcanzado su objetivo de 2025. Sin embargo, empresas como Volkswagen y Ford se encuentran en una posición más complicada. Estos fabricantes tienen brechas de 28-29 gCO2/km y podrían considerar la formación de grupos de cumplimiento con líderes del sector para reducir la brecha. Por ejemplo, si Volkswagen se asocia con Tesla, solo necesitaría lograr una participación de vehículos eléctricos de batería del 17% en 2025 (en lugar del 22%). De manera similar, si Ford se asocia con Volvo, los vehículos eléctricos de batería solo necesitarían representar el 9% de sus ventas, en lugar del 21%.
Es importante destacar que el objetivo para 2025 no es un mandato para los automóviles eléctricos. No se requiere una cuota obligatoria de ventas de vehículos eléctricos. El objetivo, establecido en 2017 y sin cambios desde entonces, es un promedio de CO2. Esto significa que vender vehículos de gasolina más eficientes (o menos SUV) contribuye tanto como vender vehículos eléctricos.
El papel crucial de los vehículos eléctricos de batería (BEV): impulsando la reducción de emisiones
El estudio de T&E predice un aumento significativo en las ventas de vehículos eléctricos en 2025. Se espera que las ventas de vehículos eléctricos alcancen el 24% de la cuota de mercado en 2025 (desde el 14% en la primera mitad de 2024), respaldadas por una expansión de las ofertas de vehículos eléctricos para el mercado masivo, incluyendo siete vehículos eléctricos asequibles (menos de 25.000 euros) disponibles.
El crecimiento de las ventas de vehículos eléctricos representaría más de la mitad (60%) de la reducción de CO2 necesaria para llegar a 2025. Este crecimiento se produce después de tres años de estancamiento, debido a que los fabricantes se centraron en las ganancias que les producen los motores de combustión interna y los vehículos eléctricos de mayor precio.
Flexibilidades regulatorias y otras estrategias de cumplimiento: más allá de los vehículos eléctricos
Aunque los vehículos eléctricos de batería desempeñan un papel fundamental, los fabricantes de automóviles también confían en otras opciones para cumplir con los objetivos de CO2. En promedio, el 20% de la reducción de CO2 se lograría vendiendo más híbridos, mientras que las flexibilidades regulatorias contribuirían a una reducción de CO2 del 12%, y los PHEV podrían proporcionar el 8% de las mejoras.
Empresas como Stellantis (33%) y Volkswagen (30%) dependerían más de las ventas de HEV para alcanzar sus objetivos. Como resultado, se espera que la proporción de híbridos suaves se duplique (del 19% al 37%), a pesar de que no se consideran una opción a prueba de futuro. T&E espera que BMW dependa más de los PHEV (18%).
La regulación de las emisiones de CO2: una medida eficaz para impulsar la electrificación
T&E concluye que la regulación de las emisiones de CO2 ha demostrado ser eficaz para impulsar la electrificación en el sector automotriz. Sin embargo, la organización advierte que esta regulación debe ir acompañada de políticas nacionales para los vehículos eléctricos: planes maestros de recarga y esquemas de subsidios estables y específicos.
Para garantizar que la industria automotriz europea siga siendo competitiva y lidere el sector de los vehículos eléctricos en el mercado masivo, los legisladores deben resistir las presiones para debilitar los objetivos para 2025-2035 o retrasar su cumplimiento. La ventaja actual de los fabricantes chinos de vehículos eléctricos demuestra que, cuanto más tiempo la UE proteja a sus fabricantes rezagados, menos competitivos serán.