Ribera, la ministra que ahora apuesta por el carbón

El Ministerio para la Transición Ecológica que dirige Teresa Ribera no termina de dar el paso para autorizar el cierra de las centrales de carbón de As Pontes de Endesa y Los Barrios (EDP). Es más, ambas plantas mantienen su actividad en un momento en el que el carbón vuelve a ser competitivo en el pool eléctrico. A pesar de su fanatismo ecológico Ribera retrasa el cierre de estas dos centrales térmicas de generación para cubrir la demanda eléctrica del sistema. La titular de Medio Ambiente trata de contrarrestar el impacto del precio del gas quemando carbón.

Hasta un millón de toneladas de carbón podrían llegar en los próximos meses As Pontes según fuentes consultadas por MONCLOA.COM. Antes de que acabe marzo se recepcionarán en el puerto de Ferrol 250.000 toneladas con destino a la planta de As Pontes con las que se trabajará hasta finales de mayo. Pero, pese a que tanto Endesa como el propio Ministerio justifican la vuelta de carbón como una solución coyuntural, todo hace indicar que la central gallega seguirá operando superado el 31 de mayo. 

La eléctrica sigue a la espera de noticias del Gobierno, pero mientras no llegue la orden de cierre, está en la obligación seguir disponible y ofertar electricidad a partir del carbón como obliga la ley.

RIBERA Y DÍAZ, DOS FRENTE DEL SECTOR ELÉCTRICO

Por otro lado, el sector eléctrico español está que trina por las declaraciones realizadas en los últimos días por la vicepresidenta segunda del Ejecutivo que dirige Pedro Sánchez. Las eléctricas muestran cierto hartazgo de que, una y otra vez el Gobierno trate de demonizarlas amparándose en la actual crisis energética.

Fuentes del sector eléctrico consultadas por MONCLOA.COM consideran «una obscenidad que la ministra de Trabajo ignore lo más elemental del sector energético». Para estas fuentes, «las eléctricas no han tenido, ni tienen, beneficios caídos del cielo (windfall profits), como lo demuestran las cuentas presentadas». Son las petroleras y las gasistas «las que están disparando su cuenta de resultados, pero, la ministra de Trabajo parece mirar para otro lado en este caso».

Las mismas voces ahondan en su malestar con la titular de Trabajo y afirman que «ahora nos explicamos que haya consejeros de las grandes empresas gasísticas como consejeros de los ministerios del Gobierno de la Nación. Cuando los consumidores están pagando dos euros por litro de combustible en sus depósitos, las declaraciones de la ministra Yolanda Díaz son obscenas».

DATOS OBJETIVOS

El 75% de los clientes de las eléctricas tienen precios fijos, por lo que un aumento en el precio del gas supone una minoración de los beneficios de las eléctricas en España: Endesa ha logrado en 2021 un beneficio ordinario neto de 1.902 millones, un 11% inferior al de 2020. Por su parte, Iberdrola obtuvo un beneficio neto de 2.408 millones de euros en los nueve primeros meses de 2021, un 10,2 % menos que en el mismo periodo de 2020.

«Los beneficios de las dos principales eléctricas de España provinieron, sin embargo, del exterior, dado que en España los precios de los clientes son mayoritariamente fijos y, por el contrario, se elevaron los costes del gas deteriorando la cuenta de resultados de las eléctricas», afirman las mismas fuentes.

Los costes del gas y del petróleo para una eléctrica suponen un coste (de ahí sus menores beneficios) y para una gasista y petrolera es un ingreso (de ahí sus mayores beneficios).

En ese sentido, mientras los precios de la electricidad crecieron en 2021 exclusivamente en la tarifa regulada y no variaron en la tarifa liberalizada (80% de la demanda eléctrica), los precios de la gasolina y los del gas crecieron vertiginosamente, como no se había producido antes.

Por eso, al contrario que las eléctricas, las empresas gasísticas y petroleras recogieron beneficios extraordinarios como lo demuestran sus cuentas: En Repsol, el resultado neto ajustado, que mide específicamente la marcha de los negocios, alcanzó los 2.454 millones de euros en 2021, frente a los 600 millones del año anterior. «Estos sí que son beneficios caídos del cielo que la ministra Yolanda Díaz quiere proteger».

Por su parte, CEPSA ha registrado un beneficio neto de 661 millones de euros en 2021, con lo que deja atrás las pérdidas de 919 millones que obtuvo el año de la pandemia, cuando se vio fuertemente impactada por la crisis. La gasista Naturgy alcanzó un beneficio de 1.231 millones de euros en 2021, un 41% más que en 2020. Ellos mismos reconocen que se debe al aumento del precio del gas que les ha ampliado márgenes.

LA DEMAGOGIA DE YOLANDA DÍAZ 

«El aumento del precio del gas y del petróleo ha beneficiado a las compañías contaminantes petrolíferas que venden petróleo y gas y ha perjudicado a las puramente eléctricas que compran gas», denuncian desde el sector eléctrico, y recalcan que «sólo la ignorancia puede llevar a la ministra de Trabajo a hacer demagogia, faltar a la verdad y defender a las petroleras frente al resto de industrias que están viendo recortar sus beneficios como la industria de los azulejos, las compañías eléctricas o la construcción».

La guerra está servida. Las eléctricas no piensan quedarse de brazos cruzados ante la estigmatización que desde ciertas partes del Gobierno se quiere hacer de ellas.