«¿De quiĂ©n depende?». Esa famosa frase del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le persigue desde que la dijo en una entrevista en RTVE. Y ahora se ha vuelto a recordar tras ver los pasos que ha dado la FiscalĂa con respecto al recurso presentado por Carles Puigdemont. Quien tiene la llave de Gobierno ahora mismo es el expresidente de la Generalitat. Y el PSOE aĂşn mantiene de la mano de Sumar duras negociaciones con Junts per Catalunya para intentar que apoyen una investidura complicada. Puigdemont presentĂł un recurso contra la orden nacional de detenciĂłn dictada por el Tribunal Supremo. Y ahora la FiscalĂa del Tribunal Constitucional la recurrirá. Y en todo el departamento han dejado caer su malestar por cĂłmo Moncloa da toques a este organismo pĂşblico en base a sus intereses.
Ni siquiera en el PSOE tienen dudas de que la decisiĂłn de FiscalĂa del Tribunal Constitucional tiene una clara influencia de Moncloa. Es necesario y vital para el Partido Socialista el conseguir que las negociaciones sigan hacia adelante y el Ăşnico escollo que se les presenta por delante es conseguir el «sĂ» de Carles Puigdemont. La sensaciĂłn de que desde el Gobierno juegan como «trileros» con esta situaciĂłn impera en el PSOE por varias razones. La primera, porque no hay prácticamente ningĂşn socialista que no vea clara la relaciĂłn entre el resultado electoral y el que se pidiera la detenciĂłn de Puigdemont al dĂa siguiente de las elecciones generales del 23-J. La segunda, que ahora la FiscalĂa pelea contra una orden de detenciĂłn que muchos creen tambiĂ©n influenciada con el Ejecutivo. «Siempre es mejor negociar con ventaja», detallan desde el partido.
La decisiĂłn de inadmitir el recurso de amparo que presentĂł el expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont ha dado una oportunidad de oro al Gobierno para vender su «utilidad» de cara a la situaciĂłn judicial que atraviesa el independentista. Carles Puigdemont tiene la sartĂ©n por el mango, pero tambiĂ©n es consciente de que no puede tensar la cuerda más de lo necesario para asĂ evitar que se rompa y dĂ© pie a un Gobierno de derechas con el que no podrá negociar de ninguna de las maneras. Sin embargo, el quid de la cuestiĂłn no es tanto la estrategia del PSOE, sino más bien el hecho de que Pedro Sánchez mantenga un uso de las instituciones claramente marcado por sus intereses polĂticos y el malestar que está generando en la FiscalĂa.
Son muchos los fiscales que no ven con buenos ojos que su labor como profesionales se vea intervenida por el PSOE por cuestiones electoralistas. La idea de que la FiscalĂa vaya a recurrir la inadmisiĂłn del recurso pone los pelos de punta a más de uno en el sector, además de que lleva a generar un malestar por la «imagen» que da la instituciĂłn de cara al pĂşblico. El hecho de que «dĂ© la sensaciĂłn» de que los fiscales ahora miran por los derechos de Carles Puigdemont cuando hasta ahora no lo habĂan hecho ha generado un malestar palpable en el Ministerio PĂşblico que el PSOE tampoco tiene intenciĂłn de cambiar. Desde el propio partido reconocen la influencia, pero tambiĂ©n insisten en que Pedro Sánchez toma sus decisiones y «no se deja influenciar por nadie» en base a sus propios intereses personales.
EL PSOE, TAMBIÉN INCÓMODO
En el PSOE tienen una sensaciĂłn agridulce. Por un lado, están absolutamente convencidos de que será quienes gobiernen durante al menos un par de años. Dan por conseguida la legislatura y sobretodo dan por cerrado que conseguirá la investidura en otoño en contra de lo que le gustarĂa al Partido Popular. Sin embargo, son muchas las voces en Ferraz que no se sienten nada cĂłmodas con el hecho de que Moncloa no tenga problema en dar «toques» a las instituciones que considere en funciĂłn de lo que convenga al presidente. Este gesto con Puigdemont parece evidente. O al menos es lo que se comenta en el partido desde que se supo que los fiscales recurrirĂan en favor de lo que quiere conseguir el expresident de la Generalitat Carles Puigdemont.