El 23% de las mujeres está en riesgo de embarazo no deseado

El 23 por ciento de las mujeres españolas está en riesgo de tener un embarazo no deseado, lo que supone el 6,2 por ciento de la población general; según se desprende de la Encuesta de Anticoncepción en España, llevada a cabo por el Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva de la Sociedad Española de Contracepción a más de 1.500 mujeres de entre 15 a 49 años.

En este sentido, tal y como ha explicado uno de los miembros de dicha sociedad, el doctor José Vicente González, las mujeres en riesgo de embarazo no deseado son aquellas que, pudiendo tener hijos, no quieren tenerlos en este momento y mantienen relaciones sexuales sin ningún método anticonceptivo. Las razones que han esgrimido algunas de estas mujeres para no utilizarlos son, entre otras: problemas de salud, efectos secundarios, el hecho de que no les resulten cómodos o que les sienten mal, que el varón no quiera, su ideología y el precio.

Así las cosas, de entre el 70,7 por ciento de las mujeres que usan métodos anticonceptivos, el más común es el preservativo, utilizado por el 31,3 por ciento de las encuestadas. Al respecto, el doctor González ha afirmado que «la eficacia anticonceptiva depende no solo de los mecanismos de acción, sino también de un adecuado complimiento por parte de ambos miembros de la pareja, y este hecho tiene especial relevancia en el uso de este método». De esta forma, un 70 por ciento de las encuestadas utiliza el preservativo desde el principio de la relación, pero un 28 por ciento lo hace una vez que esta ha comenzado.

En este sentido, según el estudio, el 65,7 por ciento de las mujeres que utilizan el preservativo como método principal, lo hace de forma consistente, es decir lo utiliza siempre. Por el contrario, el 33,3 por ciento no lo utiliza en todas sus relaciones sexuales.

LA IMPORTANCIA DE NO HACER DESCANSOS DURANTE  LA ANTICONCEPCIÓN HORMONAL

Un 22 por ciento de las mujeres participantes en la encuesta, en cambio, afirma usar métodos anticonceptivos de corta duración, esto es, aquellos que exigen un intervalo menor en su administración. El más común de estos es la píldora, consumida por un 18,5 por ciento de las encuestadas, la mayoría de ellas de entre 15 y 34 años, seguida por el anillo vaginal (2,1%) y el parche (0,7%), cuyas usuarias son sobre todo mujeres de entre 25 y 34 años.

En relación a ello, otro mensaje repetidamente lanzado desde la Sociedad Española de Contracepción ha sido la recomendación de no realizar descansos durante el uso de anticoncepción hormona combinada. «El hacer descansos con el uso de anticoncepción es algo que no está indicado y que además no es bueno hacer, porque, si la mujer necesita anticoncepción y descansa, se puede quedar embarazada», ha advertido la presidenta de la Fundación Española de Contracepción, la doctora Paloma Lobo; añadiendo que, si se descansa en un tratamiento hormonal, «no solamente no se están teniendo beneficios, sino que podría haber riesgos en cuanto a la seguridad, ya que habría cambios en los mecanismos de coagulación, por ejemplo».

En este sentido, ha recalcado que este mensaje «parece estar calando entre los profesionales sanitarios», ya que la recomendación de realizar descansos por parte de personal sanitario ha pasado del 79,3 por ciento de la encuesta de 2014 al 29,7 por ciento actual. No obstante, avisa de que, pese a que se mantiene la tendencia a la disminución, «siguen siendo muchos los descansos que se observan sin ser necesarios».

MÉTODOS DE LARGA DURACIÓN REVERSIBLE

Por otro lado, una de cada diez mujeres utiliza los métodos de larga duración reversible (LARC), es decir, los que proporcionan efectividad anticonceptiva por un periodo de tiempo sin necesidad de intervención de la usuaria; siendo el más utilizado el DIU de cobre (4,3%) y el DIU hormonal (4%).

En relación a ello, los investigadores han observado, a través del estudio, que los LARC son explicados, sobre todo, a partir de los 25 años; sin embargo, como han señalado desde la sociedad, «estos métodos son muy interesantes para mujeres jóvenes, pues son muy fértiles y, por tanto, es muy importante que usen métodos muy fiables, eficaces y de larga duración».

Otro aspecto analizado en la encuesta es el la utilización del doble método, esto es, la combinación del preservativo junto con cualquier otro método anticonceptivo para la prevención conjunta de un embarazo no deseado y de las infecciones de transmisión sexual. Así, el 73,8 por ciento de las mujeres de 15 a 49 años no hace uso del doble método, el 8,8 por ciento lo hace de forma ocasional (casi nunca o de vez en cuando), y el 16,9 por ciento lo utiliza siempre o casi siempre. Esta práctica de uso combinado tiende a ser más habitual entre las mujeres más jóvenes (15 a 19 años).

Además, según datos del estudio, el 38 por ciento de las españolas en edad fértil declara haber tenido que recurrir en alguna ocasión a la toma de la píldora del día después o anticoncepción de urgencia. El porcentaje supera el 40 por ciento entre las mujeres de 20 a 39 años de edad.

¿QUIÉN HA INFLUIDO MÁS EN LA ELECCIÓN DEL MÉTODO ANTICONCEPTIVO?

La mayoría de las mujeres (64,3%) ha acudido a su médico de Atención Primaria, a un ginecólogo, matrona o a un centro de planificación para que le indique cual es el método anticonceptivo más idóneo en su caso; una tendencia que aumenta con la edad, siendo poco frecuente (37,8%) en los primeros años del periodo de edad fértil. A partir de los 20 años, se eleva la consulta médica, llegando al 76,7 por ciento entre los 25 y 29 años.

En el 42,4 por ciento de los casos, la indicación del método anticonceptivo procede de la prescripción de un ginecólogo, mientras que en el 39,5 por ciento de los casos depende de la propia iniciativa de la mujer. El médico de familia es el prescriptor del método anticonceptivo utilizado en el 12,2 por ciento de los casos; no obstante, a partir de los 25 años, el papel prescriptor del ginecólogo gana importancia.

DISMINUCIÓN DE LA ACTIVIDAD SEXUAL DURANTE EL CONFINAMIENTO

Por su parte, el presidente de la Sociedad Española de Contracepción, el doctor José Gutiérrez, ha ahondado en la parte del estudio dedicada a las relaciones sexuales durante el confinamiento desencadenado por la pandemia de la Covid-19. Concretamente, esta situación excepcional ha condicionado un descenso en la frecuencia de relaciones sexuales para el 45 por ciento de las encuestadas, sobre todo entre las mujeres menores de 35 años, y en aquellas que no conviven con su pareja estable.

Así, el 93,8 por ciento afirma no haber tenido ninguna dificultad para utilizar o conseguir su método anticonceptivo habitual durante el confinamiento. No obstante, un 4,4 por ciento de mujeres manifiesta haberlas tenido, siendo la razón más frecuente el hecho de no haber podido renovar la receta (54,8%).

De igual forma, durante dicho periodo, 2,8 por ciento de las mujeres necesitaron utilizar la píldora del día después, una necesidad que superó el cinco por ciento entre las mujeres de 25 a 29 años y las de 35 a 39 años.