jueves, 15 mayo 2025

El Gobierno teme que Quim Torra pida abrir una ‘embajada’ catalana en Israel

El Ejecutivo de Pedro Sánchez teme que el Govern que dirige Quim Torra ponga sus ojos en Israel en su deseo de expandir su red de delegaciones en el exterior, una vez que ha procedido a la reapertura de seis de las llamadas ‘embajadas’ que habían sido clausuradas por el Gobierno de Mariano Rajoy en aplicación del artículo 155 de la Constitución.

El Govern de Torra reabrió en junio las ‘embajadas’ catalanas en Suiza, Alemania, Reino Unido, Italia, Francia y Estados Unidos, al tiempo que hará próximamente lo mismo con una séptima delegación en los países nórdicos, posiblemente Dinamarca.

Además, nombró a la ex consejera fugada en Bélgica, Meritxell Serret, nueva directora de la sede en Bruselas, la única que no fue cerrada por Madrid con el 155. Ese último acto fue considerado como una provocación por el Ministerio de Asuntos Exteriores ya que sobre Serrat pesa una orden de detención en España.

La citada expansión internacional de Cataluña no se quedará ahí ya que el consejero catalán de Acción Exterior, Ernest Maragall, anunció antes de verano que se abrirían otras delegaciones en Portugal, los Balcanes, el norte de África y Oriente Próximo. Todo ello en un lapso de tiempo de unos seis meses, según sus estimaciones.

Para los Balcanes el sitio más propicio para las ambiciones de Quim Torra es Eslovenia, un país en el que el independentismo catalán cuenta con simpatías políticas después de que Carles Puigdemont pusiese como ejemplo para Cataluña el proceso emancipador de este país que formaba parte de la extinta Yugoslavia.

En cuanto al norte de África, la opción que puede barajar el actual Govern es reabrir la ‘embajada’ que tenía en Marruecos, un país estratégico para los dirigentes catalanes debido a la importancia presencia de la comunidad de origen marroquí en Cataluña.

ESTRECHOS VÍNCULOS DESDE LA ETAPA DE PUJOL

En Oriente Próximo, sin embargo, nunca ha habido una delegación exterior catalana y el temor de Madrid es que Quim Torra pida ahora abrir una sede en Israel, un país con estrechos vínculos políticos y culturales con Cataluña desde los tiempos de Jordi Pujol. Fruto de ello es que los últimos Gobiernos de Tel Aviv siempre han visto una actitud más pro-israelí en Barcelona que en Madrid con respecto a las reivindicaciones palestinas.

Dentro del nacionalismo catalán siempre ha habido más simpatías por Israel, donde se han realizado visitas oficiales de forma periódica, que por Palestina hasta el punto de que se ha tratado con desdén a los palestinos en algunas ocasiones.

«La cabeza de un israelí -en referencia a Artur Mas- valía por diez de palestinos»

Un ejemplo de ello fue la forma en la que concluyó en enero de 2016 la primera negociación entre la CiU con la CUP, la única formación catalana abiertamente pro-palestina, para sacar adelante el Govern de Carles Puigdemont. En aquella ocasión, los negociadores convergentes advirtieron a los ‘cuperos’ que la «cabeza de un israelí -en referencia a Artur Mas- valía por diez de palestinos», es decir el número de diputados que tenía la CUP en aquel momento y que eran esenciales para elegir a Puigdemont y facilitarle la labor de gobierno.

PRIMER CONSULADO DE ISRAEL EN BARCELONA

Bajo el citado Gobierno de Puigdemont se abrió el primer consulado honorario de Israel en Barcelona en casi 20 años, tras el necesario visto bueno de Exteriores que se dilató varios meses, ya que la apertura se produjo en junio de 2017 en plena ofensiva secesionista y desde Madrid se ha mirado con lupa la labor de los cónsules extranjeros.

En el caso de que Cataluña pida abrir ‘embajada’ en Israel, el actual Gobierno de Sánchez tiene la obligación, en virtud de la ley del servicio exterior, de emitir un informe no vinculante en el que exponga la idoneidad o no de dicha iniciativa. E Israel debería dar el visto bueno definitivo, con lo que Madrid podría presionar a Tel Aviv para que dilate o rechace, en su caso, la eventual petición de Quim Torra.

 

Ciudadanos exigirá a Díaz entrar en un gobierno de coalición en Andalucía

0

Las elecciones andaluzas se acercan y es muy posible que se celebren finalmente a finales de noviembre. En Ciudadanos creen que volverán a ser el partido bisagra en esta región pero exigirán al PSOE-A de Susana Díaz, que encabeza todas las encuestas, que el pacto de investidura implique un gobierno de coalición en el que haya consejeros de la formación naranja.

El partido de Albert Rivera debatió en la Asamblea General de C’s, celebrada en febrero de 2017, su entrada en Ayuntamientos, Comunidades y Ejecutivo central en los que ayudaban a PP o PSOE a gobernar. En ese momento, no terminó de madurar esa decisión estratégica y los compromisarios decidieron que este paso al frente llegaría con las elecciones de 2019, salvo que hubiera adelantos como todo parece indicar ahora en Andalucía.

Ciudadanos comenzó en 2015 su expansión por todo el territorio nacional, pero uno de los lugares donde más peso sigue teniendo es en Cataluña, cuna del partido, donde ejerce como oposición con Inés Arrimadas al frente. En el resto del país, C’s ha sido determinante para la formación de gobiernos autonómicos en cinco comunidades: Madrid, Andalucía, Murcia, La Rioja y Castilla y León.

En todas ellas firmaron pactos de investidura, tanto con el PP como con el PSOE, pero no entraron en los Ejecutivos porque así se comprometieron con sus votantes. ¿El motivo? Su objetivo era adquirir experiencia de cara a 2019 y vigilar de cerca al partido que estaba al frente en estas CC.AA. Dos años después, los militantes presentaron una enmienda para entrar en estos gobiernos antes de esa fecha. Pero la solicitud no prosperó en la Asamblea General, según recordaba El Independiente.

Las últimas encuestas señalan que el PSOE-A mantendría los 47 escaños de la actualidad, pero que Ciudadanos igualaría al PP como segunda fuerza en Andalucía con 23 asientos, 14 más de los que tiene en la actualidad el equipo liderado por Juan Marín. El PP-A de Juan Manuel Moreno bajaría de los 33 escaños actuales a 23, mientras que la unión entre Podemos e Izquierda Unida perdería fuelle en esta región: mientras que en 2015 consiguieron 15 y 5 escaños cada uno, ahora la suma de los dos apenas les dejaría en los 16 diputados, según el último sondeo aparecido en julio.

El previsible aumento notable de Ciudadanos en Andalucía reforzará la posición de la formación naranja en la previsible negociación con Susana Díaz a la hora de pactar un gobierno. Para C’s será una prueba de madurez política en toda regla porque la presidenta andaluza es experta en fagocitar a sus socios de gobierno.

Por ejemplo, en la legislatura de 2012-2015 del pacto entre PSOE-A e IU -que se inició con José Antonio Griñán de presidente y Diego Valderas (IU) de vicepresidente-, el resultado fue pírrico: apenas se aprobaron dos leyes en el Parlamento andaluz y fue la propia Díaz la que adelantó los comicios tras la renuncia de Griñán, incómoda con las exigencias de Valderas y los otros dos consejeros de IU. Sin embargo, el PSOE-A volvió a ganar las elecciones mientras que IU estuvo a punto de desaparecer del mapa andaluz ante el surgimiento de Podemos y el desgaste de haber sostenido a los socialistas en el poder.

«Es cierto que se trabaja mejor desde el gobierno que desde la oposición. Se pueden controlar las políticas públicas (…) pero hay que adquirir experiencia”

Así las cosas, un posible pacto de coalición ahora entre PSOE-A y Ciudadanos debería conllevar la Vicepresidencia para Juan Marín y la entrada de un número indeterminado de consejeros naranjas. Para C’s será muy importante la foto final de la negociación ya que servirá de modelo para futuras converasaciones en otras CC.AA tras los comicios de mayo de 2019.

Hace un año y medio la situación era bien distinta y Marín insistía en que no era el momento de exigir entrar en el Gobierno de Díaz. «Es cierto que se trabaja mejor desde el gobierno que desde la oposición. Se pueden controlar las políticas públicas, y desde la oposición dependemos de los informes que nos pasan… Pero hay que adquirir experiencia”, subrayaba en los márgenes de la Asamblea General de C’s.

EL EJEMPLO DE CIUDADANOS EN MADRID

En su opinión, adelantarse al 2019 sería defraudar a sus votantes: «Nos comprometimos a no entrar en gobiernos. Por lo menos, que alguien en política cumpla sus compromisos». El mismo argumento compartían los líderes de la formación en las distintas regiones donde han sido determinantes.

“No debemos apresurarnos, hay que demostrar que sabemos hacerlo mejor que los que mandan ahora. Pido paciencia a los militantes”, decía Ignacio Aguado, líder de Ciudadanos en la Comunidad de Madrid, quien reconoció que había rechazado en varias ocasiones un gobierno de coalición con Cristina Cifuentes.

 

La cena en la que Rajoy defendió a Sánchez por la marcha del país

Mariano Rajoy está aprovechando estos primeros meses alejado del poder para recuperar cosas tan familiares y mundanas como ir de restaurantes con su mujer, Elvira Fernández ‘Viri’. En una de estas salidas fueron al restaurante Filandón, cerca de la localidad de El Pardo, y al llegar hicieron cola como el resto de clientes para ser sentados en una mesa.

Mientras esperaban a que les llegase su turno, una persona se dio cuenta de quién era y empezó a darle las gracias en alto por lo buen presidente que, a su juicio, había sido Rajoy, lamentándose que los españoles en general no le hubieran sabido apreciar su etapa al frente del Ejecutivo.

El expresidente y su mujer aguantaron las alabanzas amablemente y se limitaron a dar las gracias con la cabeza al señor que les hablaba en alto. La situación cambió un poco cuando el invitado empezó a criticar al actual Gobierno de Pedro Sánchez, preguntándose cómo no se les caía «la cara de vergüenza» al actual inquilino de la Moncloa y sus ministros con las decisiones que han tomado en sus primeros 100 días de gobierno.

Tras advertir a los presentes que el Ejecutivo socialista iba a «destrozar todo» lo que el anterior Gobierno de Rajoy había hecho desde 2011 a 2018, el expresidente aguantó impertérrito y recurrió a su retranca gallega para hacerle una confesión al invitado que tenía más cercano a él y que asistía atónito a la retahíla de admoniciones que les llegaban: «No va a pasar nada, todo va a ir bien», le dijo Rajoy para tranquilizarle.

El expresidente dejó en julio su puesto como registrador de la propiedad en Santa Pola (Alicante) tras conseguir plaza en el registro mercantil número cinco de Madrid. Así constó en la resolución provisional del concurso de traslados de la Dirección General de los Registros y del Notariado que publicó el Ministerio de Justicia.

Rajoy llevaba en Santa Pola desde el 20 de junio tras decidir abandonar la política. Según el concurso ordinario de traslados de Registros de la Propiedad, Mercantiles e Inmuebles, el expresidente consiguió una plaza vacante en el registro mercantil ubicado en el número 44 del Paseo de la Castellana de Madrid.

Precisamente, en el mismo documento que publicó la asignación de la plaza a Rajoy, aparecía el de su hermana Mercedes Rajoy Brey, también registradora de la propiedad y que pasó de una oficina de la localidad de Getafe a una de Madrid capital.

ASÍ SERÁ EL NUEVO TRABAJO DE RAJOY

En todo caso, aún se tiene que publicar su traslado en el BOE para que su nombramiento sea oficial. En Madrid se le espera para el próximo día 1 de octubre, según informó El Español. Una vez se anuncie su traslado, el registrador cuenta con un periodo de 20 días para llevarlo a cabo. Será entonces cuando Rajoy tomará posesión de uno de los despachos ubicados en la segunda planta del edificio del Paseo de la Castellana 44.

En esta nueva etapa laboral compartirá espacio con otros 22 colegas registradores mercantiles, con quienes se repartirá un sueldo de aproximadamente 1,5 millones de euros. El expresidente del Gobierno es uno de los registradores más veteranos de España, cuenta con 40 años de antigüedad desde que en 1978 aprobó la oposición.

 

Comando G: Reuniendo al equipo

0

Lo primero si quieres salvar al mundo es reunir a un equipo de superhéroes para ello. Pero por supuesto si no encuentras superhéroes disponibles tienes que hacer otro tipo de casting más efectivo. Moonclotoons en Moncloa.com

Si te gusta envíaselo a tus contactos. Un nuevo capítulo cada semana

Reuniendo al Equipo (4,50 minutos)

YouTube video

Borrell modula su discurso contra el secesionismo catalán 

Josep Borrell fue entrevistado el día de la Diada por el incisivo espacio ‘Hardtalk’, emitido por la BBC. El ministro de Exteriores respondió durante 45 minutos a temas relacionados con el conflicto catalán y aprovechó la cita para aceptar que Cataluña pueda ser considerada una nación. Pero sus palabras más polémicas fueron las relacionadas con los políticos presos: «Yo personalmente preferiría que estas personas estuvieran en libertad condicional. Creo que hay otras maneras de prevenir que se fuguen», explicó.

Borrell, cuyo nombramiento había sido advertido como un guiño moderado de Pedro Sánchez por su implicación a la hora de rebatir las tesis nacionalistas, ha provocado decepciones públicas en PP y Ciudadanos, que han mostrado su enfado por boca de Pablo Casado e Inés Arrimadas. 

Más vehemente se mostró el candidato del PP a la alcaldía de Badalona, Xavier García Albiol, quien afirmó que «Borrell se equivoca porque lanzando estos mensajes, que son muy lícitos, lo que hace es dar argumentos a los independentistas. Y comete este tipo de errores porque el Gobierno quiere caer simpático y agradar al independentismo.

EL NACIONALISMO APLAUDE EL CAMBIO DE BORRELL

La vicepresidenta del Govern y consellera de Presidència, Elsa Artadi, celebró las palabras porque «Borrell ha cambiado un poco el discurso por ejemplo sobre los presos». Eduard Pujol, portavoz adjunto de Junts per Catalunya, afirmó que el socialista «tiene muy fácil arreglar esta situación: forma parte de un Consejo de Ministros que se reunirá el viernes y sólo hace falta plantear ahí cómo hacer efectivas medidas para que salgan de prisión y se acabe esta situación terrible».

Borrell
Josep Borrell en Deusto. Foto: Flickr

Pujol afirmó que el expresidente de la Eurocámara tiene «una gran ocasión para hacer valer este liderazgo en defensa de los derechos de los presos, algo que sería una excelente noticia». Igualmente feliz se mostró el diputado de ERC Joan Tardà, quien subrayó que el ministro «se ha dado cuenta de que su posición era insostenible (…) Es que un demócrata, sea de derecha o de izquierda, no puede negar la voluntad de expresar de la ciudadanía, más si se hace democráticamente». 

El ministro de Exteriores intentó calmar los ánimos de uno y otro bando ayer vía Twitter, donde escribió su opinión sobre las palabras de Juncker: «He estado siguiendo el Debate sobre el Estado de la Unión en el Parlamento Europeo. Comparto la opinión del Presidente Juncker de que la cerrazón nacionalista es un veneno peligroso». 

EL ORIGEN DEL RESURGIMIENTO DE BORRELL

Borrell se labró su regreso a la primera línea de fuego político con una posición de defensa de la Constitución en Cataluña. Lo hizo con el libro ‘Las cuentas y cuentos de la independencia’, publicado junto a Joan Llorach. En la obra, cuya promoción fue vetada en TV3, el exlíder socialista se desmarcaba del perfil bajo adoptado por el PSC respecto al procés y contraatacaba al nacionalismo rebatiendo los números que vendían en la prensa afín sobre una posible ruptura. 

En Abc explicó que este trabajo nació de su incomprensión hacia la falta de debate por parte del constitucionalismo: «Parece increíble. Forma parte de esta espiral de silencio que se ha creado en Cataluña. La hay, claro que la hay. En Cataluña hay un silencio culposo y hasta cierto punto temeroso. Y no sólo los partidos, también los gobiernos, la sociedad civil, los medios no han desmentido esas cifras, en alguna medida por falta de profesionalidad, cálculo, táctica, desinterés… hay de todo».

Dos años después Borrell fue uno de los oradores estrella tras la manifestación convocada por Sociedad Civil. El ex presidente del Parlamento Europeo afirmaba que Cataluña vivía «momentos casi dramáticos de la historia de este país. La convivencia está rota. Se ha roto entre amigos, entre familiares y en la calle. Y tenemos que rehacerla. Y defender el pluralismo político, porque aquí no se reconoce. Hasta ahora no se nos ha visto ni oído. Por esto es necesario un control democrático de los medios de comunicación públicos, que son una vergüenza democrática.

Y enarbolaba la bandera de la Unión Europea para hacer algunos matices al discurso del secesionismo: «Han pasado cosas que no tenían que haber ocurrido, nos estamos haciendo daño entre nosotros; tenemos derecho a la tranquilidad y a gozar del progreso de la España democrática de la que nos podemos sentir orgullosos. Cataluña no es una colonia, no es un estado ocupado, no es un Estado como Kosovo. Por ello tenemos que continuar trabajando dentro del respeto a la ley». Este discurso dista mucho del que ofreció en la BBC sin que el nacionalismo catalán se haya movido un ápice de sus pretensiones…

El aguirrismo regresa al PP con Pablo Casado, ¿y el aznarismo?

Pablo Casado respira aliviado a la entrada del otoño por tres síntomas positivos que le hacen olvidar un verano agitado: las encuestas pronostican una recuperación del PP bajo su liderazgo, sus dos rivales internas han abandonado la política, y el horizonte judicial del ‘caso máster’ parece despejarse.

El nuevo presidente popular es consciente de que es deudor de su liderazgo a la acumulación de enemigos que tenía Soraya Sáenz de Santamaría y a la restauración ideológica del PP de Aznar, que se había trasvasado electoramente a Ciudadanos gracias al trabajo identitario de Albert Rivera en Cataluña. Y su obligación es recuperar vías de comunicación con el aznarismo, gracias a su posición de interlocutor privilegiado con el ex presidente del Gobierno tras haber sido su jefe de Gabinete en FAES. 

Es por ello que una de sus primeras medidas tras ganar las primarias a Soraya Sáenz de Santamaría fue recibir en Génova a José María Aznar, en una reunión que contaba con un alto valor simbólico por el divorcio público entre el ex presidente del Gobierno y el PP de Rajoy.

Casado
Aznar y Aguirre, dos apoyos de Casado

Pero Casado tiene una tarea pendiente: restaurar a la vieja guardia del aznarismo, situación que no parece fácil a priori teniendo en cuenta la posición de Javier Arenas en las primarias, la caída en desgracia de varios de los miembros notables de los Gobiernos populares entre 1996 y 2004 (Zaplana, Matas o Rato), y la negativa de Jaime Mayor Oreja a volver a la arena política pese a haberle mostrado su apoyo desde las páginas de El País.

El exministro del Interior dice que está en la batalla de las ideas, pero es evidente que varios miembros notables del PP vasco se encuentran hoy en día en la órbita de VOX, partido que cuenta como uno de sus principales activos a Ortega Lara, al que pretende recuperar Casado como afiliado.

CASADO INTENTARÁ PESCAR EN VOX

FAES, reducto del núcleo duro del aznarismo, apuntó en campaña en favor de Casado en un texto que afirmaba que el PP tenía que «estar a la altura del esfuerzo de una militancia ejemplar, de la aportación del PP a España, de la fidelidad de sus votantes y también de aquellos a los que este partido, si se renueva, podrá llamar para que vuelvan», señalando que el nuevo líder debía tener «una mirada menos complaciente y más exigente de un pasado inmediato en el que el partido se ha dejado más de tres millones de votos«.

El pasado menos inmediato del PP lo formaba el aznarismo, que en parte mutó al aguirrismo de la mano de la ex presidenta de la Comunidad de MadridAguirre se mostró menos cauta que Aznar en las primarias y atacó sin cuartel a sus rivales: «Yo no sé cuál es la ideología de Sáenz de Santamaría. A lo mejor en el debate (que no se realizó) nos vamos a enterar. Si hay un debate pues ella nos lo dirá».

Casado
Casado, junto a Aznar y Aguirre. Foto: Flickr

Y añadió: «Yo sé cuál es la ideología del PP y es la que Pablo Casado ha defendido y que por desgracia, no se ha aplicado en los últimos años. Y no es que lo diga yo, es que María Dolores de Cospedal dijo en una entrevista poco antes de que votásemos los afiliados que había que recuperar los valores y principios del partido que durante el Gobierno habíamos olvidado. Si los olvidamos estando en el Gobierno, ¿Dónde van a estar?», se preguntó.

Aguirre, que a preguntas de La Sexta afirmó que Casado era «un regalo providencial», miraría con simpatía que su corriente madrileña recupere cuotas de poder tras la derrota en las municipales.

La expresidenta mantiene una relación excelente con José Luis Martínez-Almeida, tal y como demostró El Diario (que desveló una conversación de WhatsApp en la que Aguirre se mofaba porque Arenas podía perder «el coche oficial con conductor y el escolta»).

El controvertido portavoz popular en el Ayuntamiento de Madrid gana enteros como candidato tras la salida de Sáenz de Santamaría, pero Casado por ahora calla y se refugia en un equipo sin un perfil ni aznarista ni aguirrista: el ‘PP pop’ de Teodoro García, Javier Maroto y Andrea Levy.

 

Ciudadanos modera de nuevo su discurso sobre «el cuponazo» del norte

Ciudadanos apenas valoró el resultado en la noche de las elecciones autonómicas de 2015 en Navarra. El síndrome depresivo que se instaló en la formación naranja iba para largo tras quedarse a tan solo 154 votos de alcanzar un diputado.

Todos sabían las razones del fracaso y todos preferían mirar para otro lado. A su líder en la Comunidad Foral, Diego Paños, le airearon cuatro días antes de abrir las urnas una conversación telefónica con un compañero, al que le ofrecía «una compensación» si dejaba la plancha.

El ex número uno de UPyD en la tierra llegó cadáver a la cita electoral y en la formación de Albert Rivera se erigió la figura de Carlos Pérez-Nievas, ex consejero de Educación del extinto partido fuerista CDN y encargado de pastorear la coordinadora hasta que se olvidase el escándalo.

Disuelta la coordinadora, Pérez-Nievas fue elegido nuevo portavoz y a solo nueve meses de las elecciones aparece en todas las quinielas como candidato favorito a liderar Ciudadanos, al que todas las encuestas abren hueco en el Parlamento navarro con entre 3 y 5 representantes. Este hecho podría ser un hito para el partido de Albert Rivera, que en los últimos cinco años ha ido tensando y destensando la cuerda foral en función de su agenda política.

En 2013, cuando aspiraba a abrirse paso en el tablero nacional, afirmó en una entrevista concedida a El Correo que «el Concierto vasco es un privilegio a derogar». Dos años después, ante las generales de 2015, el candidato de Ciudadanos explicó que «las haciendas provinciales, que vienen del siglo XIX, se deben integrar porque así se lucha mejor contra el fraude». En la repetición electoral de 2016 se volvieron a acordar de Navarra, aunque en su programa electoral la nombraron tan solo para quitarle derechos históricos.

CIUDADANOS REBAJA LA TENSIÓN

Las elecciones de junio de 2016 provocaron una indisimulada decepción en Ciudadanos, que cayó hasta los 30 escaños en el Congreso de los diputados. El partido de Rivera rebajó las críticas sobre el Concierto vasco y el Convenio navarro, situación que fue aprovechada por su líder en Navarra, Carlos Pérez-Nievas. En una entrevista concedida a Diario de Noticias denunció que a su partido le achacaban «ese planteamiento sobre el régimen foral. Pero Ciudadanos es un partido profundamente constitucionalista y el régimen foral está plenamente reconocido en la Constitución».

Las renuncias eran tan evidentes que Pérez-Nievas llegaba incluso a dejar en mal lugar a su líder estatal: «Lo que se dijo en su momento no es lo que el partido defiende ahora. Es verdad que había una postura inicial con un lenguaje beligerante contra los sistemas fiscales, pero siempre desde la premisa de una transición hacia la convergencia fiscal europea. Y eso se ha matizado».

Ciudadanos
Albert Rivera visitando a sus compañeros de Ciudadanos en Navarra.

Por último, también explicó que ciertas palabras se han utilizado en la política navarra como simple retórica efectista: «Aquí hay una palabra mágica que es el Fuero, que es mucho más que el régimen fiscal. Sin embargo en los últimos 25 años hemos ido perdiendo capacidad competencial y renunciando al Fuero sin ningún problema.

Desde 1983, con gobiernos de UPN y PSN, hemos perdido autonomía política por el desarrollo de la estructura competencial del país. Hablo de Fuero, de competencias de tráfico, de autonomía local y municipal. ¿Cuánto han ganado los demás? Antes la diferencia era enorme, y ahora en algunas cuestiones incluso estamos peor».

CIUDADANOS LO INTENTA

Ciudadanos ha recibido con el asunto del Convenio navarro la ferocidad pública por parte posible aliado, UPN, que sin embargo, y tal y como llegó a admitir su líder José Javier Esparza, le hacía llegar ofertas preelectorales en el ámbito privado.

Rivera ha ido modulando su discurso respecto a estos asuntos y visitó por primera vez Pamplona en febrero de 2017. Por aquel entonces rebajó los ánimos respecto a los fueros: «Ni podemos, ni tenemos mayoría, ni es una prioridad«. Sin embargo el calendario político saltó por los aires por el otoño catalán y el aspirante a La Moncloa intentó utilizar el Convenio y el Concierto como palanca para pescar votos en las aguas revueltas del resto del Estado.

«Los de Sabino Arana y los del cuponazo vasco dicen que el mayor problema es Ciudadanos. Para mí, el problema es el supremacismo»

En febrero de este año el clima llegaba a ser irrespirable en el Congreso tras un cara a cara entre Rivera y el portavoz del PNV, Aitor Esteban. El líder de Ciudadanos protestó por «el amaño» del «cuponazo» y «los privilegios»: «Los de Sabino Arana y los del cuponazo vasco dicen que el mayor problema de España es Ciudadanos. Para mí, el problema es el supremacismo, la insolidaridad y la voluntad de ruptura de los políticos nacionalistas. Nosotros defendemos la igualdad de todos los españoles y un modelo de financiación justo para todos, no solo par a unos pocos», explicó.

Sin embargo, con las aguas templándose, Rivera ha rebajado el peso del Convenio y el Concierto en su argumentario y en el norte lo agradecen: Ciudadanos en Navarra prepara listas para todas las localidades con más de 5.000 habitantes y en Euskadi siguen esperando la constitución de la nueva ejecutiva tras diez meses de retraso. Al frente de ella no estará previsiblemente el que ha sido su portavoz durante los últimos tres años, Nicolás de Miguel, cuyo discreto liderazgo dará paso a «nuevas caras». 

Sáenz de Santamaría: dos años sabáticos o reingreso en la Abogacía del Estado

Después de su anuncio de dejar la política activa, Soraya Sáenz de Santamaría va a tener casi imposible pasarse al sector privado en los dos próximos años, debido al régimen de incompatibilidades que tienen los ministros y altos cargos que trabajan en la Administración General del Estado.

Cualquier empresa del Ibex 35 se pelearía por sus servicios para entrar en el consejo de administración o en algún puesto de campanillas en el organigrama de dirección, pero las puertas giratorias de la política al mundo empresarial son ahora prácticamente infranqueables y generan enormes suspicacias.

Sáenz de Santamaría ha estado implicada en cada asunto que ha pasado por el Consejo de Ministros desde que llegó a la Vicepresidencia en diciembre de 2011, aunque la letra pequeña siempre es interpretable. El Confidencial recordaba recientemente que la mano derecha de Mariano Rajoy no ha firmado tantas normas en los últimos años y que la Abogacía del Estado ha interpretado en el pasado que las leyes no generan conflicto de intereses a los ministros porque son aprobadas finalmente en el Parlamento.

Existe un precedente en su equipo de Moncloa al que Sáenz de Santamaría podría agarrarse. Concretamente, el de Jaime Pérez Renovales, subsecretario de Presidencia durante tres años antes de ser fichado por Patricia Botín para entrar el consejo del Banco Santander. Pero Renovales no participó en las decisiones del Consejo de Ministros.

Además, cualquier paso al sector privado en los dos primeros años, tras su cese como vicepresidenta, deberá ser aprobado por el actual Gobierno. Por lógica, una petición de Sáenz de Santamaría para entrar en una gran compañía sería vetada por el Ejecutivo socialista ya que tendría muy difícil justificación ante su electorado y la opinión pública.

LA PLAZA QUE ESPERA A SÁENZ DE SANTAMARÍA

Así las cosas, la opción más sencilla para Sáenz de Santamaría sería pedir el reingreso en la Abogacía del Estado, una plaza que tiene por derecho desde que se sacó la oposición a finales de los noventa y en la que sólo ejerció durante unos años antes de dar el salto a la política.

Al igual que Rajoy con su puesto funcionarial de registrador de la propiedad, la exvicepresidenta podría estar unos años en una cómoda plaza de la Abogacía del Estado, un organismo que tiene un buen número de vacantes por cubrir debido al gran número de abogados de este gremio que piden la excedencia para trabajar en grandes corporaciones.

Una vez dentro de la Abogacía del Estado, Saénz de Santamaría también podría solicitar una excedencia de dos años –a semejanza de lo que ha pedido Cristinta Cifuentes a la Universidad Complutense– y vivir de la compensación económica que se prevé para los altos cargos que cesan, un 80% del sueldo anual que ha tenido estos últimos años.

Eso sí, no podría sumar un salario a esta pensión ya que fue el propio Gobierno de Rajoy, con ella de vicepresidenta, el que estableció en 2012 la incompatibilidad entre dicha pensión indemnizatoria de dos años y un salario en el sector público o privado, por lo que Sáenz de Santamaría tendría que tomarse un par de años sabáticos si opta por la pensión.

 

Alarma en Génova: el PP podría desaparecer en Navarra y UPN sigue KO

Han saltado las alarmas en Génova 13 y por extensión en UPN. El equipo de Pablo Casado ha comenzado a diseñar la campaña electoral de cara a los comicios municipales, autonómicos y europeos de mayo de 2019, con previsible prólogo andaluz en noviembre, y la situación se advierte como catastrófica en un territorio muy sensible para el partido: Navarra.

En la Comunidad Foral, el PP tiene a día de hoy todos los visos de convertirse en el único Parlamento autonómico a nivel estatal donde la formación conservadora no cuente con ningún representante, situación que podría convertirse en irrespirable por la incapacidad de sus tradicionales socios de UPN de recuperar el poder y por la previsible irrupción de Ciudadanos.

Al líder de UPN, José Javier Esparza, le está creciendo una disidencia interna liderada por las tesis navarristas del ex parlamentario Iñaki Iriarte, poco proclive a que la formación regionalista articule su discurso al igual que Ciudadanos y PP en torno a las críticas al euskera y a la ley de Memoria Histórica.

Voces internas señalan que los regionalistas no debieran haber criticado al Gobierno presidido por Uxue Barkos por eliminar la bandera «laureada» del Parlamento foral y al Ayuntamiento municipal de EH Bildu por la exhumación de los restos de Sanjurjo y Mola.

Pero Esparza hace oídos sordos y la presidenta del PP navarro, Ana Beltrán, está siendo incapaz de contener el trasvase de votos hacia Ciudadanos, que ha renunciado de forma implícita a sus tesis antifueristas.

CUARENTA AÑOS CON UPN

UPN cumplirá el próximo año cuarenta años en la vida política navarra. Esta escisión foral de la extinta UCD nació en torno a las críticas a la disposición transitoria cuarta, que abría la puerta constitucional a la anexión de Navarra en Euskadi.

El partido impulsado por Jesús Aizpún solo alcanzaría el poder autonómico tras dos legislaturas socialistas tras la unión electoral con el PP, ya en 1991. Juan Cruz Alli se convertía en presidente, pero estuvo a punto de no acabar la legislatura porque sus pretensiones de crear órganos comunes con el País Vasco llevaron a una escisión. 

Alli lideró el CDN, que ayudó a que los socialistas recuperasen el poder en 1995…solo durante un año, ya que los escándalos de corrupción socialistas obligaron a Ferraz a forzar que el PSN se plegase ante UPN y apoyase la llegada al poder de Miguel Sanz, que se mantuvo en el cargo durante quince años y acabó dinamitando el pacto con el PP.

Yolanda Barcina le relevaría durante cuatro años, pero el Caso Caja Navarra acabó forzando su renuncia y José Javier Esparza intentaría prolongar el poder regionalista en 2015. Pero los comicios fueron una hecatombe hace tres años para UPN: perdían casi 20.000 votantes, eran desalojado del Gobierno por un cuatripartito liderado por nacionalistas vascos y perdían a nivel municipal todas las cabezas de Merindad (Pamplona, Tudela, Estella, Olite y Sangüesa).

UPN
José Javier Esparza, líder de UPN.

Desde UPN se infundía tranquilidad en sus filas por la previsible recuperación del poder de forma cómoda en cuatro años, pero los números económicos y la falta de fricciones internas de relevancia han convertido «la legislatura del cambio» en  un periodo donde ha predominado una inesperada falta de tensión.

ENCUESTAS DEMOLEDORAS PARA UPN

En junio vieron la luz tres encuestas que provocaron que una creciente preocupación en las filas de UPN y PP. Según un sondeo de Focus para ETB, UPN perdería dos escaños y se conformaría con 13, Ciudadanos irrumpiría con 3 y el PP desaparecería. Esos 16 escaños son a todas luces insuficientes para alcanzar los al menos 25 necesarios con los que se controla el italianizado Parlamento foral.

Otra encuesta de SyM Consulting también apuntaba una caída de UPN y la desaparición popular, mientras que trascendió un sondeo interno de Geroa Bai que caminaba por los mismos derroteros.

Estas predicciones tampoco son demasiado alentadoras para Uxue Barkos, ya que podría depender del PSN mientras ve con frustración el hundimiento de sus socios de Podemos, formación abierta en canal en la Comunidad Foral por las diversas tensiones internas que ha sufrido en los últimos tiempos.

Especialmente preocupante para Esparza y compañía es su debilidad mediática después de tres años de una legislatura, ya que la agenda política la ha marcado el Gobierno del cambio gracias a la dosificación de informaciones procedentes de épocas anteriores: «Las cesantías de altos cargos de UPN cuestan 1,2 millones de euros» o «los litigios de UPN costaron 67 millones de euros en 2017», se leía en Diario de Noticias, medio ideológicamente cercano al nuevo Gobierno y puntal mediático de Barkos.

«El discurso con el que Esparza abrió la campaña era vacío, sin ideas, sin innovación, lleno de tópicos y lugares comunes»

Entre las filas de UPN también crece el desánimo por el escaso apoyo que encuentra Esparza en el aliado regionalista clásico, Diario de Navarra. Tampoco recibe el jefe de la oposición demasiados mimos de Navarra.comque inauguraba hace unos días el curso político subrayando que el discurso con el que Esparza abrió la precampaña en la localidad de Cadreita era «vacío, sin ideas, sin innovación, lleno de tópicos y lugares comunes» y denunciando que UPN se había abonado «al discurso del miedo».

UPN ya no tiene quien la escriba, Esparza tiene escasos nueve meses para salvar los muebles y en Génova no saben qué hacer para intentar sobrevivir después de los desprecios públicos que han recibido los regionalistas tras apuntar la posibilidad de rehacer el pacto electoral a nivel autonómico.

 

PSOE y Podemos llevaban en sus programas electorales el reconocimiento de Palestina

El reconocimiento de Palestina como Estado de pleno derecho es uno de los pocos puntos de política exterior que, curiosamente, estaba incluido en los programas electorales del PSOE y Podemos para las elecciones generales de diciembre de 2015.

Podemos fue el más explícito ya que se comprometía a reconocer a Palestina como Estado “de forma inminente y unilateral” si llegaba a la Moncloa. Y explicaba así el por qué: “Creemos que este primer paso es imprescindible, pero no el único, para garantizar la paz, el respeto a los derechos humanos y la seguridad, en todas sus vertientes, entre Israel y Palestina, así como el reconocimiento y disfrute de los derechos nacionales. Se trata de un compromiso histórico de nuestro Gobierno no sólo con los palestinos sino con la población de nuestro país, que debe materializarse en hechos concretos, como un primer paso para abordar otros asuntos”.

El PSOE, por su parte, se expresaba a favor de “reconocer el Estado palestino” y afirmaba que impulsaría dicho reconocimiento por parte de la Unión Europea. El compromiso de la formación de Sánchez iba en línea con el paso dado por Suecia en octubre de 2014, tras la llegada al poder del socialista Stefan Löfven, y que ha hecho que este país nórdico sea el único miembro de la UE que ha reconocido a Palestina como Estado independiente.

El PSOE indicó además en su programa que la pobreza, el paro y la falta de oportunidades de la orilla sur del Mediterráneo alientan la violencia, la radicalización y la inestabilidad. “El desarrollo y la estabilidad del Norte de África, el Sahel y Oriente Medio serán prioritarios para nuestra política exterior”, explicaba.

La ministra portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, enfrió las expectativas sobre el compromiso de estudiar el reconocimiento del Estado palestino, una medida que según el líder de Podemos, Pablo Iglesias, adoptó con él Pedro Sánchez en su reunión del jueves. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Celaá dijo que se trata de “una propuesta seria que requiere reflexión” y de la que se hablará más adelante.

LA POSICIÓN DE BORRELL SOBRE PALESTINA

Hasta la fecha, el Gobierno de Pedro Sánchez ha mantenido una posición similar al del PP: a favor del reconocimiento pero siempre que se haga de manera coordinada en el seno de la UE. En ello insistió el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, junto a su homólogo palestino, Riad al Malki, que le visitó en Madrid.

El reconocimiento del Estado palestino no es solo una reivindicación del Gobierno de Mahmud Abbas, sino también una reclamación unánime del Congreso de los Diputados, si bien con los mismos matices. En 2014, la Cámara aprobó una proposición no de ley que se pedía “promover de manera coordinada en el seno de la Unión Europea dicho reconocimiento del Estado palestino como Estado soberano, en el marco de una solución definitiva y global al proceso de paz en Oriente Próximo basada en la creación de dos Estados, el israelí y el palestino, coexistiendo en paz, seguridad y prosperidad”.

 

Dos caras conocidas del PP extremeño se pasan a VOX

Juan Antonio Morales, secretario general del Partido Popular de Badajoz hasta el pasado 6 de julio y diputado de la Asamblea de Extremadura; y Antonio Pozo, alcalde de Guadiana del Caudillo, se incorporarán oficialmente a VOX el próximo lunes 10 de septiembre.

Estas nuevas incorporaciones a VOX se anunciarán en Mérida en un acto con la presencia del presidente nacional de VOX, Santiago Abascal, y el presidente provincial de VOX Badajoz, Marcelo Amarilla, a las 10:00 horas.

Morales dejó el PP el pasado mes de julio debido a las discrepancias ideológicas con la dirección nacional de la formación, «sobre todo por las actuaciones de cesiones y actitudes dialogantes del Gobierno de Rajoy con el separatismo, el incumplimiento de compromisos adquiridos con el electorado del partido (defensa de la vida, derogación de la memoria histórica, el avance en el sistema autonómico, etcétera) y por el entreguismo del PP de Extremadura con el PSOE«, señaló la formación de Abascal en un comunicado.

Pozo, por su parte, también decidió abandonar el PP en julio de este año por discrepancias con la formación, «especialmente por el abandono que sufrió su equipo municipal tras los ataques sufridos por la izquierda en relación con la injusta ley de la Memoria Histórica».

VOX TRIPLICA EL NÚMERO DE AFILIADOS

Vox ha triplicado el número de afiliados en España coincidiendo con la lucha independentista en Cataluña. Desde julio de 2017 a agosto de 2018 ha pasado de 3.400 a 9.158 inscritos. Cataluña ha sido el lugar donde más crecimiento ha experimentado la formación más de derechas del espectro político español. En Barcelona, por ejemplo, ha pasado de 136 a 514 afiliados en el periodo independentista. Las provincias donde Vox ha tenido mayor crecimiento han sido Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante, Sevilla, Málaga, Murcia y Asturias.

El primer repunte de la formación política, presidida por Santiago Abascal, tuvo lugar tras los atentados yihadistas del 17 de agosto en Barcelona y Cambrils, que anotaron 595 afiliados. Otro hecho que ha proyectado un crecimiento de la formación política ha sido la causa abierta en el Tribunal Supremo contra los miembros del Gobierno de Puigdemont, según informó El Español.

El partido de Abascal también ha experimentado otros repuntes de afiliación. Con la moción de censura contra Mariano Rajoy ganó 700 nuevos afiliados y durante las primeras semanas del Gobierno de Sánchez, el número de adscritos aumentó en 1.086 personas. Sólo en el mes de agosto y con motivo de “las políticas migratorias de Sánchez” el partido ganó 483 miembros nuevos.

Vox dispone de cuotas mensuales para sus afiliados que van desde los 9 euros hasta los 30 euros como “cuota generosa”, excepto los estudiantes, parados o jubilados que pagan 5 euros mensuales y 3 euros los menores de 23 años. Cuando un afiliado deja de pagar durante seis meses, automáticamente se le expulsa.

La eterna Villalobos: 32 años de diputada en el Congreso de forma ininterrumpida

La diputada malagueña Celia Villalobos (PP) lleva 32 años de forma ininterrumpida en el Congreso de los Diputados. Algunos diputados, como su compañero de filas José Manuel García Margallo, empezaron antes en las Cortes, pero ella es la que más tiempo lleva en el escaño de forma consecutiva.

Villalobos ha estado en la Cámara Baja un total de diez legislaturas, desde que en 1986 entró dentro de las filas de la Alianza Popular que comandaba Manuel Fraga por aquel entonces. Su periplo parlamentario se inició en la III Legislatura en la que Felipe González renovó su mayoría absoluta y se ha prolongado hasta la XII Legislatura, que es la actual.

Curiosamente, Villalobos se acaba de quedar como diputada más veterana del Congreso ya que hasta el mes de julio compartía esta distinción honorífica con Mariano Rajoy, quien también empezó su andadura política en Madrid allá por 1986.

Nacida el 18 de abril de 1949 en Arroyo de la Miel (Malaga), Villalobos compaginó su acta de diputada con la alcaldía de Málaga (1995-2000) y luego con la cartera de ministra de Sanidad y Consumo (2000-2002). Con 17 años aprendió a jugar al balonmano, algo inusual para las mujeres de la época. Una excepción que se ha repetido a lo largo de su vida política.

Así, votó en contra de su partido para posicionarse a favor de la ley de parejas de hecho, de la ampliación del aborto y de los matrimonios homosexuales, de ahí que en el PP se la viera más en el centro que en la derecha. Siempre que ha podido, se ha puesto Sálvame en la televisión porque le relaja y le gustan algunos de sus colaboradores y el propio Jorge Javier Vázquez.

Adora cocinar y en los últimos años ha estado enganchada a series de televisión, que suele ver con su marido, Pedro Arriola, uno de los sociólogos de cabecera tanto de José María Aznar como de Rajoy, y que ahora prepara su salida de Génova coincidiendo con el desembarco del nuevo equipo de colaboradores de Pablo Casado.

Durante la etapa gubernamental de Rajoy siempre dijo que no volvería a ser ministra. Ya tuvo bastante con sus dos años al frente de Sanidad, una etapa que terminó con su fulminante cese a cargo de Aznar. «No me gustó pero no me tenía que dar explicaciones», dijo en una entrevista antes de subrayar lo orgullosa que se sentía de su gestión ministerial.

Villalobos ve ahora cómo Casado le abre la puerta de salida de la política activa, cuando se encuentra a escasos meses de cumplir los 70 años de edad. El primer síntoma de ello fue cuando el nuevo presidente del PP la sacó hace unos días de la Diputación Permanente del Congreso de los Diputados, a la que había pertenecido con diferentes cargos desde 1989: los primeros años en calidad de vocal suplente y a partir del año 2000, con el nivel ya de vocal.

LAS VENTAJAS DEL PUESTO DE VILLALOBOS

También fue vicepresidenta de la misma durante el tiempo en que ocupó la vicepresidencia de la Cámara Baja (2011-2016). Entre las ventajas que tiene el ser miembro de la Diputación Permanente está la de seguir percibiendo el sueldo y complementos de los que disfruta el diputado tras la disolución de las Cámaras y hasta la constitución del nuevo Congreso. Igualmente, conserva el aforamiento durante ese interregno, puesto que sus miembros siguen siendo diputados hasta la formación de las  nuevas Cortes Generales.

Su puesto como miembro titular es ahora para Isabel Borrego, esposa de Vicente Martínez Pujalte, quien ya estaba como suplente y que acaba de ser promovida a la dirección del Grupo Popular. Su último castillo de poder es la presidencia de la Comisión del Pacto de Toledo, donde seguramente terminará la actual legislatura. Luego será el momento de bajar la persiana del Congreso y volver a su Málaga natal, pues Casado tiene en mente a otras personas para la candidatura del PP por esta provincia andaluza.

Publicidad
Publicidad