Autodeterminación y amnistía, las claves para que Sánchez sea presidente

  • ERC sigue en el no tras una primera reunión con el PSOE, pero se han emplazado para el próximo 3 de diciembre.
  • Para avanzar, Sánchez se tendrá que abrir a hablar de temas como un referéndum por la independencia.
  • Los nacionalistas dejarán otras exigencias para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.
  • El líder socialista, Pedro Sánchez, ya sabe cuáles son las claves para ser presidente del Gobierno de nuevo. La primera reunión entre el PSOE y ERC no ha acabado del todo bien. Pero aún hay probabilidades de que Sánchez se convierta en jefe del Ejecutivo. Ambas formaciones se han emplazado a otra reunión, aunque los independentistas siguen en el «no». Los nacionalistas exigen una mesa de diálogo entre iguales, que no haya temas tabú y sobretodo que se pueda hablar a las claras de autodeterminación y de amnistía para los políticos presos.

    El martes 3 de diciembre ERC y el PSOE se volverán a reunir en el Congreso para retomar las conversaciones. Los independentistas saben que son clave para que Sánchez pueda acceder a la presidencia. Y están apretando todo lo que pueden. Lo primero para ellos es la mesa de negociación, algo con lo que el PSOE está de acuerdo. Sin embargo los problemas han venido con los temas que ERC quiere tratar en dicha mesa. Entre los que se encuentra el referéndum de autodeterminación y la amnistía para los líderes del procés condenados.

    Desde el partido nacionalista han confirmado que «ambas partes han establecido un punto de partida común al constatar la necesidad de abordar políticamente un conflicto que es, esencialmente, de naturaleza política». Y la forma de abordar el conflicto es con concesiones. Desde el PSOE, los más críticos aseguran que en otras condiciones no aceptarían las exigencias que ha planteado ERC. Pero los más pesimistas ahora están convencidos de que los socialistas cederán ante los independentistas. Pero no del todo.

    Luego está Unidas Podemos. El partido de Pablo Iglesias está más entregado a la causa. Y, por tanto, más dispuesto a hacer concesiones. Sin embargo, el líder de la formación morada se comprometió en el preacuerdo a que las negociaciones con los independentistas las liderarían los socialistas. Y de momento están cumpliendo su palabra. Pero no sin presionar al PSOE para que ceda y convoque la investidura antes del 2020.

    Tras la reunión, desde Ferraz insisten en que hay puntos de encuentro. Pero solo se aferran a la voluntad de diálogo. Sánchez teme que si hace demasiadas concesiones a los independentistas parte de su electorado le penalice. Además de la sobredimensión que harán del tema las formaciones conservadoras.

    Pero las presiones a Sánchez no solo vienen de su socio de Gobierno. Cada vez ha cogido más fuerza el mensaje de aquellos que consideran perjudicial para el país que el Gobierno dependa de ERC. Y además de PP, Vox y Ciudadanos ha surgido un nuevo colectivo que se ha puesto de acuerdo para pedirle a Sánchez que se aleje de Gabriel Rufián y los suyos. Se trata de la vieja guardia socialista, entre los que se encuentran políticos de largo recorrido como Alfonso Guerra, Marcelino Oreja, Landelino Lavilla, Nicolás Redondo o Juan José Laborda.

    Estos históricos del socialismo se han sumado al clamor conservador que pide a Sánchez que se aleje de los independentistas. Pero el líder socialista lo tiene claro. Quiere ser presidente y articular una mayoría que le permita, no solo ser investido, sino aprobar unos presupuestos de corte progresista. Y para ello quiere buscar el apoyo de los nacionalistas. No solo de los catalanes, sino también de los vascos. Y el PNV ya ha puesto precio.

    Para que la investidura salga adelante, Sánchez está buscando el apoyo de ERC y del PNV. Los vascos ya han reavivado los mensajes de autodeterminación, de la «nación vasca» y han dejado sobre la mesa una nueva perla que ha caído como una bomba entre las formaciones de la derecha: la transferencia de una nueva competencia, la Seguridad Social.

    Con el fantasma de otras elecciones más, las presiones en los progresistas son evidentes. Nadie quiere ser el culpable de que se celebren unos nuevos comicios generales. Y los independentistas y nacionalistas lo saben y van a apretar para conseguir todas las concesiones posibles. Pero las formaciones como ERC y el PNV no quieren ahogar a Sánchez. Y algunos de estos temas los dejarán para cuando el presidente quiera aprobar los Presupuestos Generales del Estado. Ahora lo importante es investir a un líder que dependa de ellos.

    El plan del presidente es conseguir los síes del PSOE, Unidas Podemos, PNV, Más País, Coalición Canaria, PRC, BNG y Teruel Existe y la abstención de ERC y Bildu. Si lo consigue, será presidente del Gobierno de nuevo. Pero no a través de una moción de censura. Sino con el apoyo de un Parlamento más fragmentado que nunca.