¿Pueden las grandes fortunas trasladar sus éxitos empresariales al servicio de causas sociales a través de grandes donaciones de capital? ¿Servirá esto para afrontar de manera más eficiente la crisis que con toda seguridad azotará a la economía global? Hace más de diez años surgió el filantropismo, una nueva forma de filantropía. Ésta, puede ser la clave para resolver problemas sociales que siempre han estado atascados en los programas políticos. Ahora, parece que ha llegado su momento.
¿Cuáles son sus virtudes?
Bill Gates, Warren Buffet, Jeff Bezos o Amancio Ortega han utilizado las nuevas tecnologías y la globalización para levantar sus imperios y amasar grandes fortunas. El filantrocapitalismo busca aplicar estas mismas técnicas y estrategias a la creación de recursos para los más necesitados. Agotada la estrategia del Estado, que parece tener poco éxito con sus técnicas para que se de un cambio social revolucionario y que reduzca la enorme brecha entre los muy ricos y los muy pobres, el filantrocapitalismo surge como una nueva oportunidad de hacer las cosas bien y de aportar soluciones creativas a problemas atascados. La educación, el cambio climático, la sanidad, son sólo algunos de los espacios en los que el filantrocapitalismo puede aportar otro punto de vista.
