sábado, 14 diciembre 2024

Ciudadanos sufre bajas por el acuerdo con Sánchez

Ciudadanos ha sufrido esta semana varias bajas de antiguos dirigentes del partido y de un cargo público actual que han decidido darse de baja. En unos casos, por su malestar con el resultado de la Asamblea General del partido y, en otros, por el acuerdo que la presidenta Inés Arrimadas ha alcanzado con el Gobierno de Pedro Sánchez para mantener quince días más el estado de alarma.

El primero que dijo que se iba fue el portavoz de Cs en la Diputación de Málaga y concejal en el Ayuntamiento de la capital, Juan Cassá, uno de los cargos públicos con una trayectoria más larga en la formación naranja.

Después, han solicitado su baja como afiliados Miguel Garaulet, exdiputado en el Congreso por Murcia; Manuel Maseda y Miguel Carballal, compromisarios gallegos que habían sido elegidos para el congreso del partido; el exportavoz en el Congreso Juan Carlos Girauta y la exportavoz en el Ayuntamiento de Barcelona Carina Mejías.

En el caso de Cassá, anunció que dejaba el partido y que se pasaba al grupo de no adscritos en la Diputación y en el Ayuntamiento de Málaga. «Ciudadanos comienza una nueva etapa y considero que ha terminado un ciclo para mí», explicó el diputado y concejal tras señalar que ya no están los líderes que había en los comienzos del partido y tampoco los mismos «planteamientos y principios».

Comunicó su salida un día después de que concluyera la V Asamblea General de Cs, que simbolizó el paso de la etapa de Albert Rivera a otra liderada por Arrimadas y dio lugar a unos nuevos Estatutos y una nueva estrategia política. En este cónclave, el sector crítico quedó fuera del Consejo General y tampoco se aceptaron sus propuestas sobre el modelo de partido y la estrategia.

ABANDONO DE REPRESENTANTES DEL SECTOR CRÍTICO

El martes, abandonó Ciudadanos Miguel Garaulet, que perdió su escaño en el Congreso por Murcia en las elecciones generales de noviembre –cuando pasaron de 57 diputados a diez– y que se había posicionado a favor de la corriente crítica que lideraba el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea.

El exdiputado declaró a la cadena SER que no le gusta la «deriva» de la formación naranja con la aprobación de los nuevos Estatutos y que no estaba de acuerdo con algunas decisiones que se tomaron, particularmente en Murcia.

En cuanto a Maseda y Carballal, encuadrados también en el sector crítico, dejaron el partido manifestando sus discrepancias con la dirección autonómica. Carballal, que era coordinador de la agrupación local de Baiona, se fue incluso antes de que se celebrase la Asamblea General, en la que iba a participar como compromisario por la provincia de Pontevedra.

EN CONTRA DE PRORROGAR EL ESTADO DE ALARMA

Girauta y Mejías, que formaron parte de la Ejecutiva nacional de Ciudadanos y estaban en el partido desde los inicios en Cataluña, han tomado la misma decisión de abandonar su militancia, pero, en su caso, por motivos muy diferentes a sus compañeros.

El exportavoz expresó este martes su decepción con la dirección de Arrimadas por el pacto alcanzado con Sánchez. A cambio de una serie de compromisos del Gobierno, Cs apoyará este miércoles en el Congreso una nueva prórroga del estado de alarma para mantener las medidas frente a la crisis del coronavirus.

En opinión de Girauta, esto supone convertir al partido naranja en «una bisagra». Cree que lo que hay que hacer es votar «con las dos manos» en contra del estado de alarma para rechazar la «inclinación autoritaria» del Ejecutivo del PSOE y Unidas Podemos.

Por último, Mejías, que también fue diputada en el Parlament y en el Congreso, ha afirmado que la Ejecutiva de Ciudadanos ha ido tomando decisiones que ella no comparte y que le han hecho sentir «cada vez más alejada de la estrategia política del partido».

Además, ha criticado la «inconsistencia» del acuerdo suscrito con Sánchez en relación con el estado de alarma, por el cual el Ejecutivo deberá ir planificando una «salida ordenada» de este escenario. Considera que este era un momento para que Cs se presentase «como la alternativa», no para actuar como «el salvavidas de un Gobierno que no merece el más mínimo crédito».

PÉRDIDA DE AFILIADOS DESDE ABRIL

Según los difundidos por la formación naranja durante la Asamblea General, el máximo número de afiliados se alcanzó coincidiendo con las elecciones de abril de 2019, cuando llegaron a los 33.938, pero después fue perdiendo militantes hasta quedarse con 27.402 a principios de 2020, unos 6.500 menos.

Las recientes bajas de cargos o antiguos cargos de Ciudadanos, ya sea por los resultados de la Asamblea General o por rechazar el pacto sobre el estado de alarma, indican que el partido podría sufrir también una fuga de militantes de base.