Sánchez e Iglesias permiten el rezo en mezquitas con alfombra personal

Los asistentes a lugares de culto en los que se sitúen directamente en el suelo y se descalcen antes de entrar deberán usar alfombras personales y ubicar su calzado en los lugares estipulados, embolsado y separado, durante la fase 1 de la desescalada que comienza este lunes en algunos puntos de España. Sería el caso del rezo en mezquitas, aunque los musulmanes ya han anuciado que no procederán a ceremonias en grupo hasta la fase 3 de la desescalada.

Así lo refleja la orden publicada por el Ejecutivo en el Boletín Oficial del Estado (BOE), de 9 de mayo, para la flexibilización de determinadas restricciones de ámbito nacional, establecidas tras la declaración del estado de alarma en aplicación de la fase 1 del Plan para la transición hacia una nueva normalidad.

La orden permite la asistencia a lugares de culto siempre que no se supere un tercio de su aforo y que se cumplan las medidas generales de seguridad e higiene establecidas por las autoridades sanitarias.

Con estas condiciones, los musulmanes no retomarán los rezos comunitarios en las mezquitas españolas hasta la fase 3 de la desescalada (como pronto, el 10 de junio) y suspenden hasta ese momento todas aquellas actividades religiosas que implican aglomeración, incluida la oración comunitaria de la fiesta del fin del Ramadán (Id Al-Fitr).

«La Comisión Islámica de España (CIE) recomienda: la suspensión de aquellas actividades religiosas que implican aglomeración, como las cinco oraciones diarias, la oración del viernes, iftar, oración del tarawih, actividades educativas en grupo, charlas, etcétera, hasta la llegada de la fase 3 o avanzada, que comenzaría previsiblemente a partir del 10 de junio de 2020», indicó la CIE en un comunicado.

Por estas mismas razones, la CIE recomienda también la suspensión de la oración comunitaria de la fiesta del final del mes del ayuno de Ramadán (Id Al-Fitr) de este año.

Según precisa la Comisión Islámica de España, en el mes de Ramadán, los musulmanes suelen acudir «en gran número» a las mezquitas para realizar la oración del Tarawih, para la ruptura del ayuno colectiva, para acudir a sermones y charlas religiosas.

Por ello, señalan que en este momento sería difícil volver a abrir las mezquitas a los rezos colectivos con un control del aforo, que debería ser de un 30% en la fase 1 y de un 50% en la fase 2, según el plan de desconfinamiento del Gobierno.

«Creemos que las mezquitas necesitarán más tiempo para recibir toda la información y organizarse para controlar el acceso y verificar el cumplimiento de las normas del Ministerio de Sanidad, la colocación de geles desinfectantes, preparar los oratorios de acuerdo con las distancias de seguridad recomendadas y evitar aglomeraciones a la entrada y salida», precisa la CIE.

Por otro lado, consideran importante que los fieles musulmanes que acudan a las mezquitas sean informados previamente de las restricciones y condiciones de acceso, las distancias que deben mantenerse, la necesidad de acudir cada uno con su alfombrilla, el uso de los baños para realizar las abluciones (el lavado de cara, manos y pies antes de la oración), el uso de los libros que hay en los oratorios, o la necesidad de limitar los saludos con las manos y abrazos para evitar focos de contagio.

En todo caso, durante estas primeras fases de la desescalada las mezquitas sí podrán abrir para aquellas actividades que no suponen aglomeración, como por ejemplo «el pago del zakat (limosma) por parte de los fieles, concertar cita para pedir consejo al imam, reuniones de los responsables de las mezquitas para estudiar la vuelta a la normalidad, reparto de alimentos en beneficio de los menos favorecidos», siempre cumpliendo con la normativa y dando «cita previa» a los fieles en los casos en que sea necesario, según han precisado desde la Comisión Islámica de España.

Finalmente, la Comisión Islámica de España agradece «el esfuerzo del conjunto de la sociedad» en la lucha contra el virus y el trabajo «incansable» de los sanitarios y de los profesionales de otros servicios esenciales. También destacan «el esfuerzo de las comunidades islámicas que en estos difíciles momentos han colaborado en actividades sociales en beneficio de los menos favorecidos»; muestran su tristeza por «los efectos devastadores de esta pandemia», se solidarizan con las víctimas y hacen un llamamiento a los musulmanes «a seguir cumpliendo con responsabilidad las reglas del confinamiento social y la desescalada».