El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, ha asegurado que esta crisis del coronavirus Covid-19 ha puesto de manifiesto que «la privatización de las residencias ha colocado a los ancianos en una situación de vulnerabilidad».
«La privatización de las residencias, entregarlas a corruptos y a fondos buitre, ha colocado a nuestros ancianos en una situación de vulnerabilidad», ha advertido Iglesias en una entrevista en Antena 3, recogida por Europa Press.
Para el vicepresidente segundo del Gobierno, esta crisis ha revelado que este modelo «hay que cambiarlo» y «que no puede ser que los mayores estén atendidos por trabajadores en situación de precariedad, cobrando sueldos de miseria».
Pablo Iglesias ha defendido que el Ejecutivo, lo que hizo el pasado 19 de marzo fue «reforzar a la única autoridad que tiene competencia en las residencias de ancianos que son las comunidades autónomas».
En concreto, ha indicado que les pidieron «por escrito que situaran las residencias como prioritarias en los mismos términos que los hospitales para el reparto de EPIs», que convirtieran a los trabajadores de las residencias «en servicios esenciales igual que los sanitarios», y «que facilitaran las condiciones de contratación para que contrataran más personal».
«Pusimos bajo su control el 75% de las residencias privadas, dimos 300 millones de euros a la administración de Isabel Díaz Ayuso, a la de Emiliano García-Page, de todos los presidentes autonómicos, para que gastaran en personal para cuidar a nuestros ancianos», ha afirmado Iglesias, al tiempo que ha añadido que van a seguir haciendo lo mismo, es decir, «dar más poder a las comunidades autónomas para que cumplan con su labor».
Según ha precisado Pablo Iglesias, «no cabe la división política cuando se trata de salvar vidas». Por ello, ha apelado a un consenso para conseguir un sistema sanitario público «más fuerte» frente a las privatizaciones que «han dejado a médicos, enfermeros, personal limpieza y a todo el personal sanitario en una situación de precariedad y trabajando en malas condiciones».
«Tenemos que trabajar todos juntos. Hacer política con las situaciones que hemos visto en los hospitales y residencias, es algo que la gente, independientemente del partido que vote, no entiende, y creo que hay un consenso transversal a todas las ideologías, que necesitamos una sanidad pública mucho más fuerte. Las privatizaciones no solo fueron una vergüenza, han sido un fracaso», ha zanjado.