La candidata a lehendakari de Elkarrekin Podemos, Miren Gorrotxategi, ha afirmado que «cuesta entender» que el pacto para la derogación íntegra de la reforma laboral «sea entendido como una deslealtad, cuando el PNV, desde su aprobación en 2012, no ha hecho nada por cambiarla ni por proteger los intereses de los trabajadores».
En una comparecencia telemática, Gorrotxategi ha emplazado al lehendakari, Iñigo Urkullu, a que diga «cómo, cuándo y con respecto a qué o quiénes se ha sido desleal con ese acuerdo, porque, desde Podemos, a quien se ha sido «leal en este acuerdo es a la mayoría social y nuestra lealtad está con esa mayoría social ante unas normas que han precarizado las condiciones laborales en Euskadi».
En este punto ha llamado a trasladar a la política los consensos sociales que se están alcanzando en la sociedad con motivo de la pandemia y la crisis sanitaria». También ha atribuido al «miedo» la rectificación realizada por el PSOE horas después del anuncio del acuerdo porque dicho acuerdo evidenció «firmeza en el propósito» de eliminar la reforma laboral en su integridad, y esa rectificación «no quita nada de lo que acordaron estos tres partidos».
Preguntada por las acusaciones de falta de concertación social a la hora de tomar la decisión, Gorrotxategi ha afirmado que «la concertación social es un elemento fundamental, que da legitimidad, pero no deja de ser curioso que se apele a esa concertación para quitar valor a un pacto que pretende eliminar una reforma que se hizo precisamente sin esa concertación social».
CONDENA
Asimismo, y respecto a la posibilidad de que la no condena de EH Bildu a los ataques a las sedes de partidos o el propio domicilio de Idoia Mendia, sea «obstáculo» para llegar a un acuerdo tripartito similar en Euskadi, Gorrotxategi ha afirmado no «entender que desde la coalición abertzale «exista una dificultad expresa para decir la palabra condena».
Sin embargo, se ha mostrado convencida de que esta polémica no será «un obstáculo definitivo» a la hora del acuerdo para avanzar hacia un tripartito, aunque «es verdad que demuestra una dificultad de acordar, que no es fácil, pero que desde luego no es inamovible ni definitiva, ya que la experiencia de estos años ha mostrado que estas pegas, que se veían como obstáculos insalvables, no lo son cuando existe voluntad política».
Al final, ha añadido, habrá que «valorar qué impide el acuerdo y a qué le damos más importancia dentro de este pacto entre las tres izquierdas vascas y desde cada una de ellas se dé importancia a moverse de sus esquinas tradicionales para mirar hacia adelante y no tanto hacia atrás».