Un total de 315 ancianos han abandonado de forma voluntaria y cumpliendo los procedimientos establecidos las residencias públicas, concertadas y de gestión indirecta de la Comunidad de Madrid durante esta crisis del coronavirus, según datos facilitados a Europa Press por la Consejería de Políticas Sociales, Igualdad, Familias y Natalidad.
En la región hay 18 residencias de mayores de gestión indirecta (2.668 plazas), 161 concertadas (24.635) y 25 públicas de la Agencia Madrileña de Atención Social (AMAS), con 6.258 plazas, aunque no todas ellas están actualmente ocupadas. De las privadas y concertadas se han marchado 227 mayores y de las públicas 88. Las residencias privadas son 271 y tienen 18.470 plazas. Aunque no hay datos de estas últimas, las salidas de ancianos de estas residencias podrían superar el centenar.
Además de las salidas, también ha habido nuevos ingresos en residencias, que comenzaron la semana pasada. Concretamente, 26 ancianos que estaban en lista de espera ya han ocupado una plaza de las que han quedado libres bien por fallecimientos o bien por renuncia o abandono de la plaza, según datos confirmados por el departamento que dirige Alberto Reyero.
EL PERMISO DE LA COMUNIDAD
La Comunidad de Madrid envió a principios de abril, en el pico de la letalidad de la crisis del coronavirus, una carta a familiares y usuarios de todos los geriátricos de la región, en la que permitían e incluso recomendaban el traslado de los residentes al domicilio de sus familiares para estar bajo su cuidado «siempre que se garantice que se trata de usuarios asintomáticos o con test negativo.
«Este traslado podrá realizarse, garantizando por escrito la familia su permanencia en el domicilio familiar al menos mientras dure la situación de emergencia sanitaria», indicaba esa misiva, a la que tuvo acceso Europa Press.
No obstante, si por cualquier circunstancia sobrevenida, que imposibilite el cuidado del mayor en el domicilio familiar, el residente debe volver a la residencia, este reingreso cumplirá los siguientes requisitos: que el mayor se encuentre, antes de su vuelta al centro, libre de síntomas o que se haya realizado un test de detección frente al coronavirus siendo el resultado negativo.