El PNV ha aparcado su estrategia defensiva de perfil bajo para pasar al contraaataque. La formación presidida por Andoni Ortuzar ve con frustración que en el seno de la sociedad vasca están creciendo las voces que piden un pacto entre PSE, Euskal Herria Bildu y Podemos ante las elecciones autonómicas del 12J.
Ortuzar ha emprendido una tourné mediática en la que ha aparcado sus tradicionales palos al PP y Vox. Y es que el dirigente del PNV está marcándole el terreno a Euskal Herria Bildu, que tiene hambre de Gobierno.
A Otegi le afea que no condene los ataques contra la vivienda de la socialista Idoia Mendia, tema con el que pretende abortar el ‘verano rojo’ en Euskadi. «Me preocupa la obsesión de EH Bildu para quitar al PNV y al que ahora se ha sumado el nuevo Podemos», señala.
ORTUZAR QUIERE SUMAR MAYORÍA CON EL PSE
El PNV desea sumar mayoría con el PSE, tal y como reconoce Ortuzar: «Lo que viene en el ámbito socioeconómico será una prueba muy dura para este país. Hacen falta instituciones que tengan claro qué hay que hacer para salir adelante».
«Harán falta mayorías rápidas con capacidad de acción rápida para tomar decisiones complejas», explica. Y sobre la pérdida de valoración del Gobierno de Iñigo Urkullu advierte que «en Europa caen todos los gobiernos» por el impacto de la crisis sanitaria.
EL PNV PASA AL ATAQUE CONTRA EH BILDU
La gestión de Zaldibar ha sido la munición favorita de EH Bildu para zarandear al PNV, que por boca de su presidente ha aprovechado los ataques que ha sufrido la socialista Idoia Mendia en su vivienda para cargar contra Otegi: «Se hace el indignado y se rasga las vestiduras, diciendo que ellos no tienen nada que ver y por qué tienen que condenar».
«Da la sensación de que nos pintan a nosotros los batzokis y las casas de pueblo, nos agreden, nos insultan, y que la culpa la tenemos nosotros», añade. Ortuzar le pide a Otegi que condene los ataques: «Es fácil y, mientras no haga eso, va a seguir atado a su pasado negro, y va a ser difícil para el resto de fuerzas políticas que podamos articular una relación normalizada con ellos».
Ortuzar no cree que Otegi «haya mandado a hacer eso (…) pero eso sale de sus entornos, aunque sean entornos discolos. Fájate con ellos, cada uno tenemos en nuestras organizaciones gente con otros puntos de vista. No mires para otro lado, no digas que esto es una dinámica que no va con tu forma de actuar, porque ha salido de tu entorno. En Euskadi nadie duda de que es así».
ORTUZAR CONTRA OTEGI
El dirigente jeltzale, que se ha marcado una gira mediática por Telecinco, Onda Cero, Onda Vasca y Radio Euskadi, recuerda que «el tema de los presos es lo que más une a esa amalgama de personas, gentes, grupos, colectivos que es la izquierda abertzale.
«Si en esto, rompen o toman una posición muy clara, probablemente, una parte de su mundo lo vea mal y se distancie. Y esto, a un mes y pico de elecciones en las que están obsesionados con su alternativa al PNV, no les conviene para nada«, añade.
EL PNV CONTRA ELA
El sindicato ELA, que nació en el seno del PNV, paradójicamente se ha convertido en uno de los principales azotes del Gobierno Vasco. Andoni Ortuzar, Iñigo Urkullu y compañía están muy disgustados con una estrategia sindical que creen que es favorable a EH Bildu y a un ‘pacto progresista’ que incluiría también al PSE y a Podemos.
El histórico Iñaki Anasagasti dice que «quizás ELA y LAB han decidido no presentarse a las elecciones porque para eso está Sortu (Bildu no existe). Ellos son eficaz y ruidosa correa de transmisión de un sindicato, plural en su interior, monolítico en su cúpula, que mal usando una representación de trabajadores de distintas opiniones pero que han delegado su defensa en ELA y LAB, la utilizan para ir en contra de todo lo estatuido».
Anasagasti dice que «lo malo es que hay gente que todavía sigue creyendo que ELA y LAB son opciones sindicales cuando no son más que un contrapoder disolvente y bastante destructivo en este momento crítico de la sociedad vasca».
UNA FILTRACIÓN QUE PUEDE ACABAR EN LOS TRIBUNALES
La plural ETB, cadena pública vasca, está ferreamente controlada por el PNV y sus directores generales siempre han sido afines a la formación jeltzale. Uno de ellos fue el propio Andoni Ortuzar, que ha acrecentado sus críticas a Podemos para que los morados no contemplen un pacto de progreso en Euskadi.
Llama la atención que en plena campaña del PNV contra Podemos, un vídeo de ETB haya dañado la reputación de Irene Montero. Voces internas de la tele vasca insinúan que TVG, controlada por Feijóo, habría filtado la pieza al ABC de Bieito Rubido, íntimo de los populares gallegos.
Pero en Podemos han aparcado su eterna fascinación hacia el PNV, partido temido por el bipartidismo y por la Casa Real, para ver que la ‘teoría gallega’ podría esconder el interés del PNV para hacerles daño en plena precampaña vasca.
TVG ha anunciado que llevará a los tribunales a quién diga que han sido ellos los filtradores y en ETB también se han lanzado el tromba a desmentir semejante torpedo contra la ministra Irene Montero.
INTENCIÓN POLÍTICA
Xabier Lapitz, estrella de ETB y periodista muy cercano al PNV, ha intentado desmentir que la tele pública vasca esté haciendo guerra sucia contra los adversarios políticos del partido que controla Euskadi.
«Eso nunca debió de ver la luz. Es un extracto de un programa de ‘En jake’, de un previo, que ha sido directamente robado, transcrito con una intención política muy evidente en este momento. Son los previos, por lo tanto, no es material de publicación. ABC ha preferido obtener el bruto, transcribirlo y a partir de ahí la utilización política que se ha hecho del asunto es muy evidente», explica.
La tele vasca señala que la «conversación previa con la ministra como la entrevista se recibieron en directo en ETB y en otra televisión autonómica, pasando por el circuito de enlaces de la FORTA, tal y como ocurre en muchos directos».
La tele gallega, que parece darse por aludida, dice que «ejercerá acciones legales contra quien acuse a la Corporación de ser la fuente de esa filtración» y «rechaza el uso de imágenes grabadas en la previa de una entrevista sin respetar la práctica de confidencialidad comúnmente establecida».
