La Guardia Civil ha cerrado la cafetería de la Comandancia de Teruel tras haber notificado un caso positivo por COVID-19 entre uno de sus empleados. Este hecho había sido denunciado por la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) y por la Asociación Profesional de Justicia del mismo cuerpo (JUCIL).
Según han informado a Europa Press fuentes de la Benemérita, tras la clausura de este espacio este viernes, 12 de junio, «se van a seguir todos los protocolos que dictan las autoridades sanitarias» y, por el momento, «no se sabe si se va a volver a abrir» la cafetería.
La JUCIL ya remitió un comunicado solicitando el cierre del centro y señalaban a la cocinera del bar como la persona que había dado positivo por el patógeno, lo que ha provocado el temor en la asociación puesto que se trata de una trabajadora «especialmente sensible a la hora de poder transmitir el virus» por los contactos que puede mantener debido a su trabajo.
«En ese establecimiento se sirven tanto almuerzos como comidas al personal destinado en la Comandancia y a aquél que se desplaza con ocasión de asistir a alguna charla, recoger material y otras actividades similares», han señalado desde la asociación.
A su juicio, este caso ha puesto «en grave riesgo» no sólo a los Guardias Civiles y a sus familias, sino también «al resto de ciudadanos ya que en muchas de las actuaciones no se pueden adoptar las medidas sanitarias adecuadas».
La JUCIL ha recordado que ya se solicitó al Teniente Coronel Jefe de la Comandancia de Teruel, José Rafael Soler, la realización de test serológicos a los componentes de la Comandancia.
Además, han remitido un escrito al presidente de Aragón, Javier Lambán y a la delegada del Gobierno de España en Aragón, Pilar Alegría, para que «con la máxima premura» se lleven a cabo estas pruebas diagnósticas a aquellas personas que hayan tenido contacto «directo o indirecto con esta trabajadora.