Abascal ve a Vox «con un pie dentro» del Parlamento gallego y reitera su disposición a pactar con el PPdeG

El presidente de Vox, Santiago Abascal, afirmó este domingo que su formación «tiene un pie dentro» del Parlamento de Galicia y reiteró su disposición «al diálogo» con el PPdeG, «dependiendo del respaldo» que les den los gallegos.

Abascal participó este domingo en un acto preelectoral en la capital gallega, a cuya plaza del Obradoiro llegó después de recorrer, a pie y acompañado de simpatizantes, el último tramo del Camino de Santiago, desde el Monte do Gozo. Numerosas pintadas críticas recibieron al grupo en la ciudad y, en el acceso al casco antiguo, varios ciudadanos gritaron a los integrantes de Vox: «¡Fascistas fuera!».

En declaraciones a los medios al finalizar el recorrido, Abascal aseguró que, si obtienen representación, serán «razonables y realistas» en unas posibles negociaciones con los populares.

«No vamos a tratar de imponer nuestro programa político completo si solo tenemos un escaño, pero haremos valer nuestra fuerza», dijo y criticó que el presidente de la Xunta y candidato del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, «piensa» que Vox tiene «la obligación de regalarle los escaños».

Cuando, el pasado febrero, Abascal ya se mostró dispuesto a pactar con el PP en Galicia, Feijóo replicó que no negociaría con este partido.

El líder de Vox señaló que no tiene cálculos de los resultados que podría obtener en las elecciones autonómicas del 12 de julio. Su partido no maneja habitualmente encuestas, argumentó, pero tampoco se fía de las de los demás, que «siempre dicen que Vox no va a entrar».

«Dijeron que no íbamos a entrar en Andalucía, que veníamos a dividir. Algo parecido están diciendo en Galicia», señaló y recordó que un pacto con el PP provocó un cambio de color en el Gobierno andaluz. «Ahora están muy seguros de que no vamos a entrar, pero yo creo que nos tienen mucho miedo y que saben que ya tenemos un pie dentro», reiteró.

En el mismo sentido, el candidato por la provincia de A Coruña, Ricardo Morado, manifestó que esta es «la última etapa» de Vox para llegar al Parlamento gallego y que falta «un empujón para hacer historia como en Andalucía».

LOS «MATONES» DEL VICEPRESIDENTE

Antes de salir del Monte do Gozo, el líder de Vox se dirigió a las más de 100 personas congregadas allí para asegurarles que la formación tendrá una voz «absolutamente clara, no equívoca, como la del resto de los partidos». Vox, dijo, está en Galicia para «dar la sorpresa» y que pronto haya «brotes verdes» en el Pazo do Hórreo.

La formación, añadió, no teme «la hostilidad, amenazas y agresiones». En este sentido, denunció que la pasada semana en Vigo recibieron amenazas de muerte «delante de agentes de la Guardia Civil sin que se haya producido ninguna detención». «Y bien que cuando amenazan al Gobierno se producen detenciones de manera inmediata, pero cuando amenazan a Vox no se producen porque los matones que nos envían los envía el vicepresidente del Gobierno», protestó.

DISTANCIA «INFINITA» CON EL GOBIERNO

Abascal insistió en el mensaje de que mantendrán «una distancia infinita» con este «Gobierno criminal» –el central–, al que acusó de estar «obsesionado» con organizar un acto de homenaje a las víctimas de la COVID-19 que él considera una «ceremonia exculpatoria».

Aseguró ante sus seguidores que no se arrodillará «ante nadie», tras cargar contra «las nuevas religiones» que hacen «acusaciones de pecado». «La religión del género, del supremacismo feminista, la religión climática, la del multiculturalismo y la de un falso antirracismo, que no son más que los disfraces del marxismo cultural, impulsado por la extrema izquierda y los oligarcas», enumeró.