La ministra de Educación, Isabel Celaá, ha confiado este lunes en aprobar antes de fin de año la ley orgánica de modificación de la Ley Orgánica de Educación (Lomloe), también conocida como ‘ley Celaá’, y ha considerado que la ley que impulsó el exministro José Ignacio Wert ha sido «nociva para el progreso de la educación española».
En declaraciones a Rac1 ha asegurado que le gustaría contar con ella antes de que acabe este 2020 y ha considerado que partes del proyecto estarían vigentes «al día siguiente» de su aparición en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Ha remarcado el rechazo a la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) que impulsó Wert, tanto en su aprobación cuando fue apoyada solo por el PP y la semana pasada en el Congreso.
Ha considerado que es «muy importante» que se apruebe cuanto antes, y ha afirmado que, una vez se han identificado las necesidades del sistema, se tiene que abordar rápidamente aspectos como el abandono escolar, el currículum para que sea «menos enciclopédico y más competencial», la carrera profesional y hacer que la escuela sea más inclusiva, plurilingüe, digital y con una educación personalizada.
Preguntada sobre el hecho que la Lomloe sería la octava ley de educación, ha afirmado que la escuela forma parte de la sociedad y debe evolucionar con ella, y ha subrayado que la educación española tiene «puntos consolidados» desde hace más de 30 años.
CORONAVIRUS
Sobre la pandemia del coronavirus, la ministra ha defendido que «se ha cerrado la escuela, pero no se ha cerrado la educación», y ha afirmado que se ha podido ir avanzando con la educación a distancia.
Ha afirmado que, de cara al próximo curso, tiene que haber un curso bien planificado, bien programado, con la presencialidad como principio fundamental, y ha remarcado que la escuela presencial es «la mejor compensadora de desigualdades de origen».
Preguntada por las declaraciones de la consellera de Salud de la Generalitat, Alba Vergés, quien dijo que, conociendo lo que se sabe ahora, cerrar las escuelas no habría sido lo primero, Celaá ha sostenido: «Probablemente, con el análisis que tenemos ahora, podríamos haber actuado quizá de otra manera. Predecir el pasado es más fácil, el problema es predecir el futuro».
Celaá ha abogado por mantener la cautela en todo momento y ha afirmado, preguntada por cómo se actuará si surgen rebrotes: «Intentaremos que las escuelas permanezcan abiertas» en el caso de que hubiera un rebrote, y ha añadido que se está mejor informado para detectarlos, separar grupos, perimetrar los contactos y no cerrar el centro.
La ministra ha expresado confianza en que la ciencia pueda proporcionar una «vacuna o remedio» antes de final del próximo curso y se pueda readaptar a un curso ordinario, y ha mostrado su esperanza en que en Navidad se pueda trabajar con normalidad y la situación dure solo unos meses.
Preguntada sobre si los profesores recibirán alguna compensación por su esfuerzo durante el confinamiento, ha dicho que este tipo de actuación no está «encima de la mesa» del Gobierno.