La sardina es un plato exquisito. Y ahora, en verano, ha llegado su momento más álgido de consumo. Con el aumento de las temperaturas de las aguas más superficiales de los océanos es, precisamente, cuando el plancton se hace aún más abundante, por lo que la sardina se sobrealimenta, engorda más y se llena de grasa en la epidermis, así que es ¡el mejor momento para consumirlas!
Un manjar de playa español, que vive en nuestras aguas saladas y que ya, incluso, se degusta en distintos restaurantes con estrella Michelín. Un delicioso pescado azul del cual os vamos a contar cómo preparar algunas de las recetas más ricas en verano para aprovechar todo el sabor de la sardina. Porque como dice el refrán: «Las tres ‘efes’ de la sardina: frescas, fritas y frías«. Empezamos.
4Dos recetas para comer sardinas frescas: Sardinas al horno en escabeche
Una vez que tenemos limpias las sardinas vamos a hablaros de cómo preparar dos recetas muy sencillas para comer las sardinas en verano. La primera es: Sardinas al horno en escabeche. El horno es la mejor opción para quitar el olor de la sardina, por lo que, lo precalentaremos a 200 Cº, y pasaremos a colocar en una fuente a las sardinas ya limpias de escamas, tripas y cabeza. Le añadimos el escabeche y las cocinamos al horno durante 15 minutos ¡Así de fácil!. Las dejamos reposar, las metemos en la nevera, y las dejamos un día antes de consumirlas.
