El lado oculto de los concursantes de La casa fuerte

Si algo sabe hacer bien la popular cadena Telecinco es apostar fuerte. Cada vez que saca un nuevo reality a su parrilla, este se convierte en todo un éxito de audiencia. Este verano, para no dejarnos huérfanos después de Supervivientes 2020, la edición más extrema de la historia y emitida en plena pandemia por el coronavirus, nos ha querido deleitar con un nuevo formato llamado La casa fuerte.

Se trata de un espacio revolucionario que llegó para amenizar las calurosas noches veraniegas. Dentro, un conjunto de animales televisivos como Maite Galdeano o Leticia Sabater que, día tras día, se encargan de ofrecerse como carne de cañón para entretener al público. Pero, ¿son realmente sus vidas tan idílicas como parece al otro lado de la pantalla?

Dentro de la villa de lujo, hemos podido ver qué carencias y traumas agobian a los protagonistas. Descubre el lado oculto de los concursantes de La casa fuerte.

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El terremoto Maite Galdeano

maite galdeano

Se dio a conocer junto a su hija, Sofía Suescun, y, desde entonces, no ha parado de realizar apariciones televisivas. Destaca por ser una mujer llena de energía que divierte con sus imitaciones, su amor por los animales y se erige como defensora y fan número uno de su hija pequeña.

A pesar de que siempre intenta mantener viva la vena creativa y divertida, lo cierto es que su vida no ha sido sencilla. Fue conductora de autobuses en su ciudad, Pamplona, pero, según ella misma contó, la infancia que tuvo no se la desea a nadie.

Recuerda que su padre fue muy duro con ella, aunque también tenía cosas buenas, como la energía que ella misma ha heredado. Se quedó embarazada de Cristian con tan solo 16 años, en un intento de rebelarse contra su familia.