La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, y la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, han evitado este martes polemizar con el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, por desvelar que tuvo una discusión con Sánchez por no informarle de la marcha del Rey emérito.
Sin embargo, Calvo ha incidido en que una cosa es la coordinación en el seno del Gobierno, que ha calificado de buena, y otra distinta «es el estatus del presidente del Gobierno, que es muy diferente del resto de sus miembros, y de las relaciones que tiene con la jefatura del Estado».
También ha defendido que el Rey Felipe VI hizo que «fuera completamente transparente» la decisión de su padre, de manera que todos los ciudadanos la conocen y conocen «las razones».
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, ambas han evitado precisar por qué se disculpó Sánchez con Iglesias, según ha dicho el vicepresidente, y no han respondido cuando se les ha preguntado si les causaba malestar que él sí la haya desvelado.
Para Calvo, lo importante es «la relación que mantiene el Gobierno con la jefatura del Estado, que es impecable» y la obligación del Gobierno de «sostener el orden constitucional de forma contundente.
En todo caso, ha dejado claro que ella no desvelará conversaciones del Consejo de Ministros, dado que todos los miembros del gobierno juran o prometer guardar el secreto de sus deliberaciones cuando toman posesión.
Montero, por su parte, ha dicho desconocer las conversaciones de Sánchez con otros ministros. Ambas han tratado de incidir en que lo importante es que el Gobierno está «cohesionado» y ha elaborado un programa normativo a pesar de las urgencias que ha impuesto la pandemia.
Calvo ha dicho no tener «ninguna queja» de la coordinación y ha asegurado que a sus efectos, como coordinadora de la Comisión de Subsecretarios, «todos los ministerios son iguales». El plan normativo, ha dicho, lo considera un «éxito absoluto de trabajo eficiente».
PRESUPUESTOS
La portavoz del Gobierno también ha insistido en su apuesta por negociar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) con todos los grupos políticos, pese a que Iglesias ha pedido «no engañar a nadie» porque acordar con Ciudadanos es «inviable».
Para Montero, lo que ha hecho Iglesias es «expresar de forma clara sus preferencias», que pasan por que los PGE los apoyen los mismos grupos que apoyaron la investidura, pero ella ha insistido en que hay que negociar con todos, incluido el PP, para que no «se borre de este momento histórico».
«Todos compartimos que tenemos que hacer un trabajo arduo con todas las formaciones que apoyaron esta investidura, pero no solo», ha insistido Montero, abundando en la tesis de que el actual momento es «inédito», por la pandemia, y no pueden analizarse ni los presupuestos ni ninguna negociación «como si nada hubiera ocurrido».
«Necesitamos máximo apoyo para nuestras cuentas públicas, para unos presupuestos progresistas e incluyentes sean capaces de recoger las aspiraciones de la mayor parte de hombres y mujeres», ha remarcado.