El vicepresidente y presidente sustituto de la Generalitat, Pere Aragonès, ha advertido este miércoles de que «tras la inhabilitación del presidente Quim Torra, no hay presidente» en Cataluña, y ha asegurado que no lo habrá hasta que el Parlament escoja a otro presidente.
Lo ha dicho en su intervención en el pleno sobre la inhabilitación de Torra que realiza en nombre del Govern y de forma compartido con la consellera de Presidencia en funciones, Meritxell Budó, en la que se ha comprometido a «no normalizar la situación».
Ha calificado al actual Ejecutivo como ‘Govern del presidente Torra’ y lo ha conjurado para seguir trabajando en «la libertad y la dignidad del país», en el día a día de los catalanes y en la lucha contra la pandemia, con las funciones que les permite la actual situación y, que ha asumido que no hará fácil esta labor.
Aragonès ha defendido la gestión de Torra en estos dos años de legislatura y ha subrayado que ha defendido las instituciones catalanas y ha afrontado las críticas por la gestión de la crisis sanitaria, cuando gestionarlo es muy complejo, ha dicho.
«Todo el apoyo porque ha defendido las instituciones catalanas y por los ataques que ha recibido por defender sus ideas, que han trascendido a la vida política y ha afectado a la persona y también a su familia», ha expresado.
Aragonès se ha mostrado muy crítico con la gestión de la situación política catalana por parte del Ejecutivo central y ha criticado que se haya aplicado «el código penal ante un conflicto que se puede resolver en las urnas».
Ha defendido que los catalanes quieren ser «un país normal, donde las instituciones las escoge la ciudadanía y donde la justicia haga de justicia y no sea un brazo judicial del Gobierno español.
«Esto no es posible en el marco del Estado. Esto solo es posible en un estado propio», ha defendido el actual sustituto de Torra con las funciones limitadas.