La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) ha censurado la decisión del Ministerio del Interior de acercar a una cárcel del País Vasco al «sanguinario» jefe de ETA José María Arregui Erostarbe, alias ‘Fiti’, de quien recuerdan que tiene «15 asesinatos a sus espaldas» y fue inductor, entre otros, del atentado contra la casa-cuartel de Zaragoza.
«Marlaska traspasa la última línea roja», ha señalado la AVT en un comunicado difundido a los pocos minutos de conocerse la decisión de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias de trasladar a otros cinco etarras, entre ellos ‘Fiti’, de 74 años de edad y que ya fue acercado a finales de 2019 a Asturias en un movimiento cuestionado por las víctimas del terrorismo por ser un preso con delitos de sangre y aprobarse el traslado en plena negociación de investidura.
La AVT lamenta, como en anteriores ocasiones, que Interior ponga fin a la política de dispersión con los presos de ETA sin exigir antes colaboración con la Justicia. El Gobierno de España ha vuelto a decepcionar a las víctimas del terrorismo tras la decisión de acabar con la última línea roja que le quedaba en materia penitenciaria», dice.
La asociación que preside Maite Araluce recuerda que el de ‘Fiti’, uno de los dirigentes etarras del colectivo Artapalo que cayó en la histórica operación policial contra la cúpula etarra en Bidart en 1992, es el «primer acercamiento de un preso de ETA a una prisión propia del País Vasco sin que exista motivo de salud y marca un nuevo hito en la política penitenciaria».
ACERCAMIENTOS MASIVOS
La AVT critica los cinco nuevo acercamientos y la concesión de un tercer grado para Ibon Etxezarreta Echaniz. La asociación cree que se trata ya de «acercamientos masivos» por parte del Gobierno, que se autorizan sin colaborar con la Justicia, «verdadero síntoma de arrepentimiento para poder valorar el pronóstico favorable de reinserción de los presos».
Para ello la AVT pone el ejemplo del propio Etxezarreta Echaniz, condenado por los asesinatos de Juan María Jáuregui Apalategui, José María Korta Uranga y el de Santiago Oleaga Elejabarrieta. Este etarra –continúa la AVT– que «presume en las televisiones de su arrepentimiento» luego, como ocurrió en un juicio reciente a ‘Anboto’, «no recuerda nada».
«Empiezan a ser preocupantes los núcleos de presos etarras que se están formando en algunas cárceles», añaden, citando el caso de Logroño, que ya roza la veintena de presos de la banda.
A Logroño van dos de los cinco etarras acercados este lunes. Alicia Saez de la Cuesta Martínez de San Vicente, que fue condenada por el asesinato del suboficial de la Guardia Civil Alfonso Parada Ulloa, y Ugaitz Pérez Zorriketa, en este caso condenado a 15 años por actividades ligadas a la ‘kale borroka’.
Garikoitz García Arrieta, por su parte, pasa de Valencia a la prisión de Álava en una decisión que Interior ampara en la Ley de Protección de Datos, mientras que José Ignacio Armendáriz dejará Herrera de la Mancha para ingresar en Burgos. En este último caso cumple una condena de 25 años por terrorismo, atentados y asociación ilícita.
«A todos los que no tuvieron una pizca de humanidad hoy el Gobierno de España les vuelve a complacer con el gesto de poder cumplir sus condenas cerca de sus domicilios», concluye el comunicado de la AVT.
