La organización Human Right Watch (HRW) ha alertado este jueves de los altos niveles de violencia y acoso escolar que sufren las niñas y niños con discapacidades, menores refugiados y los estudiantes LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y transgénero) con motivo del Día Internacional contra la Violencia y el Acoso en la Escuela, incluido el Ciberacoso, que se celebra este jueves 5 de noviembre.
La organización ha realizado una investigación sobre las barreras a la educación en más de 15 países que reveló que los niños, niñas y los jóvenes experimentan muchas formas de violencia de género en el ámbito escolar. Según la entidad, los estudiantes a menudo reportan castigos corporales, explotación sexual, abuso y acoso, violencia física e intimidación y los docentes y funcionarios escolares, así como otros estudiantes, son con frecuencia responsables de estos abusos.
Asimismo, según HRW muchos gobiernos todavía no prohíben el castigo corporal, y muchos están rezagados en la protección de los estudiantes contra la violencia sexual, el acoso escolar y la violencia en el ámbito educativo.
«Es indignante que los estudiantes de muchos países sufran violencia grave en la escuela que puede marcarles para el resto de sus vidas», dijo Elin Martínez, investigadora sénior de derechos del niño de Human Rights Watch.
Ante estas situaciones, HRW reclama a los gobiernos adoptar con urgencia políticas nacionales vinculantes que garanticen la protección de los estudiantes en las escuelas y los espacios en línea.
Asimismo, aquellos que ya cuentan con políticas deben asegurarse de que «incluyan protecciones para los niños que son particularmente propensos a sufrir abusos, incluidas las niñas, los estudiantes LGBT y los menores con discapacidades».
En su opinión, las escuelas deben tener orientadores, maestros o funcionarios escolares accesibles y confidenciales que actúen como puntos focales de protección infantil y que estén disponibles para brindar apoyo inmediato a los estudiantes que están amenazados o han sido víctima de abuso.
Asimismo, consideran que las escuelas deberían conectarse con los centros de salud y protección infantil locales para garantizar que los niños, niñas y adolescentes que han sufrido abusos sean escuchados adecuadamente y remitidos a los servicios de salud y de salud sexual y reproductiva adecuados, entre ellos la anticoncepción de emergencia y el aborto cuando sea necesario.
HRW también cree que los gobiernos deben garantizar que las escuelas proporcionen educación sexual obligatoria, científicamente precisa y apropiada para la edad.
CCOO Y AMPE
Por su parte, CCOO ha propuesto una gestión eficaz del conflicto, una evaluación continuada del impacto de las medidas y los recursos, y la implicación del conjunto de la comunidad educativa para prevenir o abordar casos de acoso.
CCOO reclama la puesta en funcionamiento del Observatorio Estatalde la Convivencia, como el ámbito desde donde analizar y prevenir la violencia escolar y promover a través de acciones definidas una cultura de paz que debe tener el impacto preciso en el día a día de la actividad escolar.
Asimismo, ve necesaria una evaluación rigurosa y sistemática que permita conocer y generalizar las mejores prácticas en un tema tan complejo como es el de la convivencia. Esto exigirá, según el sindicato, una coordinación eficiente entre los distintos observatorios, central y autonómicos, así como con los municipios.
CCOO se suma a la reivindicación de aquellas iniciativas, como las recogidas en documento de trabajo realizado por la Universidad Complutense de Madrid, el Ministerio de Educación y Formación Profesional, con la colaboración de algunas comunidades autónomas que inciden en las necesidades más urgentes a cubrir. Dentro de estas necesidades, incluyen más recursos humanos con capacidad para trabajar en la mejora de la convivencia; formación del profesorado sobre cómo mejorar la convivencia; equipos de medicación y resolución de conflictos a múltiples niveles; mayor coordinación entre equipos docentes, especialmente con los departamentos didácticos; y crear equipos de alumnos y alumnas a nivel de centro para mejorar la convivencia, así como el desarrollo de programas de prevención de la violencia y mejora de la convivencia.
Por su parte, el sindicato ANPE ha abogado por reforzar el compromiso de la comunidad educativa para erradicar el acoso escolar mediante nuevas estrategias que reduzcan el ciberacoso y el resto de situaciones violencia que se dan en las aulas.
Así lo ha indicado el sindicado en un comunicado, al tiempo que indica que siempre ha velado por un clima de trabajo en libertad y seguridad, especialmente este curso escolar, donde se alternan modalidades presenciales, semipresenciales y a distancia.
De esta manera, la organización ha resaltado que su compromiso no es solo contra cualquier tipo de violencia o acoso en las aulas, sino también contra el ciberacoso, como consecuencia del aumento de las relaciones a distancia mediante el uso de las nuevas tecnologías y redes sociales.
Por este motivo, ANPE ha relanzado en todo el Estado los decálogos del buen uso tanto de los grupos de WhatsApp, como del buen uso de las redes sociales en beneficio de toda la comunidad educativa, encaminado a fomentar el desarrollo integral de los alumnos en el respeto y buen uso de las nuevas tecnologías.
Además, ha emplazado a las autoridades educativas, instituciones y asociaciones a seguir trabajando y colaborando con los centros educativos para erradicar cualquier tipo de violencia, acoso y ciberacoso en las aulas y fuera de ellas.