Hace un par de años, unos nuevos vecinos ocuparon el piso de encima de donde vivimos con mi familia. Muy pronto empezamos a oír ruidos extraños, a cualquier hora, seguidos siempre de una gran variedad de gemidos y resoplidos. Sin duda para mí fue inspirador, y así, sin quererlo, me acabaron regalando la que ha acabado siendo mi primera obra de teatro. Así de sentimental finalizó Cesc Gay la nota de autor a su debut en la dirección teatral y con ese nombre revive cuatro años después esa experiencia inspiradora de la puesta en escena a la imagen en movimiento sin las palabras justas para hablar de las relaciones humanas, el sexo y la vida en pareja: a la vez tabú y en boca de todos, a la par lastre y quimera; y de igual a igual actual y tradicional. Analizamos Sentimental, la nueva película de Javier Cámara y Belén Cuesta.
2Crítica de Sentimental, la película de Cesc Gay
“¿Qué más se puede hacer en una alfombra?”, pregunta Julio. “Follar,” responde Salva. Así de irreverente es uno de los cuatro personajes principales de la nueva comedia de Cesc Gay. La táctica narrativa sobre un matrimonio que no se toca ni con guantes y una pareja que hace demasiado “ruido” resulta demasiado previsible para averiguar por dónde van a ir los tiros con la película Sentimental. Sin embargo, la película profundiza en las relaciones humanas no estancándose en los chistes sobre sexo o el sarcasmo de Julio, interpretado por Javier Cámara. Los personajes, sus deseos e inquietudes componen el aroma de esta adaptación cinematográfica del debut teatral de Gay, titulada ‘Los vecinos de arriba‘.
Parejas diferentes con integrantes diferentes. ¿De verdad se atraen?
En apenas 80 minutos de metraje vamos a conocer a Ana, Julio, Salva y Laura, cuatro personajes que entre sí son como la noche y el día. Y es que es, concienzudamente, esa contraposición eterna lo que hace de Sentimental una obra interesante.
Lo vemos con el humor cargado de sarcasmo e ironía de Julio, que quiere aparentar tener su vida y a su relación comiendo de su mano, a diferencia de Ana, una mujer mucho más extrovertida, preocupada y consecuente con los problemas que existen en su matrimonio, dispuesta a mejorar la situación y al dialogo. También lo vemos en Salva, impulsivo, descarado y extremadamente sincero, sin embargo forma una apasionada pareja con Laura, una psicóloga con un estilo de vida zen, tolerante y apaciguada. Cuatro personajes muy pensados, subrayados y finalmente escritos de forma excelsa que conducirán hasta un frenesí de sentimientos buscados y encontrados que se corona con un final potente e inesperado
El fuerte de la película: los personajes
Si hay algo que destaca por encima de todo -además de las interpretaciones de este cuarteto de actores- es el uso de las palabras expresadas en los diálogos. Cesc Gay ha reunido a estos personajes, que no tienen nada en común, a que no se dejen
nada dentro y no salir fuera hasta cicatrizar las marcas de dolor. La redención como fruto es una batería de diálogos en las que se levanta un humor tan atrevido y desvergonzado como nuestros protagonistas.
