Una de las especias más apreciadas por su sabor y su aroma es el azafrán, que es una especie milenaria utilizada como medicina o como tinte. Aunque el azafrán es una apuesta segura en la mayoría de los hogares de casi todo el mundo, lo normal es que lo que tengamos no sea azafrán real, o al menos no azafrán puro 100% sino un ingrediente extraído del azafrán y adulterado. La razón: su precio. El verdadero azafrán es carísimo y puede llegar a costar unos 8.000 euros el kilo ¿Sabes por qué? Te contamos todo lo que sabemos sobre el denominado oro rojo a continuación.
Su extracción
El desorbitado precio del azafrán se debe a que para conseguir un gramo de esta especia se necesitan más de 150 flores. Se trata, además, de un trabajo minucioso y artesanal que no puede industrializarse y tiene que realizarse a mano. Para recolectar un kilo puede llegar a necesitarse unas 40 horas de trabajo manual. El azafrán proviene de los pistilos de la crocus sativus, una planta que crece en el Mediterráneo oriental, principalmente en Grecia y Turquía. Su cultivo tampoco es precisamente fácil, y esto también determina su precio final. No es una planta que crezca de forma espontánea en la naturaleza, sino que necesita de la mano del hombre para reproducirse y desarrollarse. Tarda dos años en florecer y sólo da una flor que tiene que recolectarse de una manera concreta a una hora concreta de la mañana y evitando lluvia o exceso de frío o calor.
