El presidente de la Xunta de Galicia y presidente del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, ha instado a «aceptar» el «mal resultado» de su partido en las elecciones catalanas del pasado 14 de febrero y a «buscar estrategias» para «ganar» o, en todo caso, «mejorar» esos resultados.
Así se ha pronunciado, en respuesta a los medios durante un acto en el Puerto de Vigo, sobre las consideraciones trasladadas en las últimas horas por el presidente nacional del PP, Pablo Casado. A preguntas de los periodistas sobre si el anuncio del cambio de sede es suficiente o el partido necesita cambios más profundos, Núñez Feijóo ha proclamado que «lo que el PP necesita es ganar».
«Y si no ganamos, mejorar los resultados», ha apostillado el líder de los ‘populares’ gallegos, que ha señalado que, «cuando hay malos resultados» hay que «aceptarlos y establecer una estrategia para remontar». «Es lo que hacemos siempre los partidos, las organizaciones, todos», ha añadido.
Al respecto, Núñez Feijóo ha afirmado que, una vez «aceptados» esos malos resultados, hay que hacer «un buen diagnóstico» de lo ocurrido, antes de «buscar alternativas y estrategias para mejorar los resultados electorales», algo que es «el objetivo de cualquier partido democrático».
Según ha insistido, cuando hay unos buenos resultados electorales «hay que celebrarlo y gobernar», pero cuando son adversos, como los del pasado domingo, hay que aceptar «la decisión de los ciudadanos» y «buscar las fórmulas para volver a obtener un mayor respaldo electoral».
CAMBIO DE SEDE
Con respecto al anuncio de Casado sobre el cambio de la sede del partido, Alberto Núñez Feijóo se ha limitado a constatar que la decisión «del equipo nacional» fue trasladada en la reunión del Comité Ejecutivo y que es «una cuestión interna de intendencia del partido», por lo que las opiniones al respecto deben darse también en el ámbito interno del PP.
En su intervención en el Comité Ejecutivo, además de anunciar la marcha de la sede de Génova, Pablo Casado se refirió a lo ocurrido en los comicios catalanes y atribuyó la caída electoral (que se tradujo en la pérdida de un escaño, hasta los 3 representantes) a una «tormenta perfecta» contra el PP, que vinculó a las declaraciones del extesorero Luis Bárcenas en plena campaña electoral.
