España está empezando a recuperar su presencia militar en misiones internacionales, que se vio muy mermada el pasado año como consecuencia de la pandemia. Las Fuerzas Armadas han recuperado prácticamente las cifras de efectivos desplegados en el exterior anteriores al Covid-19 gracias a un aumento en Malí y en las fuerzas navales de la OTAN y la Unión Europea, pese a la importante reducción de presencia que ha tenido lugar en Irak.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ofrecerá datos sobre la actualidad de las operaciones internacionales el próximo miércoles día 10 en una comparecencia en el Congreso de los Diputados. La documentación remitida por el Ministerio a la Cámara Baja, refleja que el número de militares desplegados en el exterior, a fecha de 1 de febrero, era de 2.464 efectivos; un total de 368 más de los que había en junio del pasado año.
El Consejo de Ministros ya dio el visto bueno a finales de 2020 al plan de para las misiones militares en el exterior en las que participan las Fuerzas Armadas españolas, sin que se prevean cambios sustanciales y un coste previsto para este año 2021 de 1.176 millones de euros.
Según consta en el informe del Ministerio de Defensa, la mayor reducción de presencia desde el pasado año ha sido en Irak, donde se ha pasado de 265 efectivos a los 188 actuales como consecuencia de la finalización de la misión de adiestramiento a las fuerzas de seguridad locales. España cerró la base de Besmayah y centra ahora sus tareas en la base de Al Assad con una unidad de helicópteros y en las localidades de Erbil y Bagdag.
Las Fuerzas Armadas también han continuado mermando en Afganistán, donde se ha pasado de 36 militares a 24. La misión está actualmente en proceso de revisión tras el acuerdo del expresidente de Estados Unidos Donald Trump para abandonar el país en mayo de este año, aunque la OTAN ya ha avisado de que quiere hacerlo en condiciones de seguridad y estabilidad.
Frente a estas reducciones, España ha aumentado considerablemente el número de efectivos desplegados en Malí y prevé seguir haciéndolo durante los próximos meses. Actualmente son 397 los militares españoles que participan en esta misión de la Unión Europea (213 más que a mediados del pasado año) y Defensa se comprometió a aumentarlos hasta los 550, coincidiendo además con el mandato de la operación de un general español, el general de brigada Fernando Gracia.
A la vez, las Fuerzas Armadas cuentan con un destacamento aéreo de apoyo a la misión de Malí compuesto por 66 efectivos y tienen presencia en Somalia (18) y República Centroafricana (8). El aumento total en el exterior se debe también a la participación española en los grupos navales permanentes de la OTAN y la Unión Europea, donde España cuenta actualmente con un total de 227 militares desplegados.
LÍBANO, LA MÁS NUMEROSA
Además, las Fuerzas Armadas mantienen su presencia en misiones en las que participan desde hace años, como la de Letonia, con 339 militares desplegados; la de Turquía con 149 efectivos, Líbano, la más numerosa con 621 militares; o la misión Atalanta de lucha contra la piratería en el Índico, con 288 efectivos.
El Ejército del Aire también participa actualmente en la misión de Policía Aérea con 130 efectivos desplegados en Rumanía para la vigilancia del espacio aéreo del Mar Negro. Esta misión, en la que España participa por primera vez, se alterna con su ‘gemela’ desde Lituania para la vigilancia del cielo báltico.