La Audiencia Provincial de Madrid ha ordenado la busca y captura de un acusado de estafar a varias mujeres aparentando ser una persona adinerada y simulando ser capitán de la Guardia Civil, ingeniero agrónomo y militante del Partido Popular, han informado fuentes jurídicas.
Amador A. R. debía ser juzgado esta mañana por un delito continuado de estafa y hurto pero no se ha presentado al juicio. Ante su ausencia, la Sala ha procedido a suspender la vista oral y a dictar una orden de busca y captura para su localización.
Tres de las afectadas le esperaban con ansia en los pasillos de esta sede judicial. Con las tres simultaneó una relación sentimental que inició a través de las redes sociales de ‘Facebook’ y ‘Badoo’. Se ganaba su confianza con mentiras, entre ellas ser mano derecha de altos cargos del Partido Popular y tener contactos con la aristocracia.
«Este señor lleva 30 años engañando a mujeres y tendría que estar en la cárcel. Es un maestro de la estafa. No se arrima a gente joven. Sabe el perfil de mujer al que tenía que engañar», ha relatado una de las víctimas mientras esperaba la llegada de su estafador junto a otras engañadas.
Sus víctimas eran mujeres de entre 60 y 80 años, en buena posición y divorciadas. Con una de ellas mantuvo un noviazgo de tres meses y llegó a pedirle la mano en una fiesta celebrada por todo lo alto en un hotel de Madrid y que tuvo que pagar la afectada. Desapareció el día que le entregó una sortija con un topacio para supuestamente hacer una réplica.
«En una ocasión estaba cenando con unos amigos y este individuo se levantó y simuló que le llamaba Pablo Casado. Me comentó que vivía con un diputado del PP. Todo era mentira. Era un profesional del engaño», ha señalado. A otra de las afectadas la comentó que daba clases de montar a caballo a las nietas del banquero fallecido Emilio Botín.
A una de las víctimas, de avanzada edad, le sustrajo 15.000 euros y tres joyeros. A otras dos de las damnificadas joyas de valor. En total tiene dos procedimientos abiertos por los mismo hechos en Madrid pero tiene antecedentes por delitos similares cometidos en Sevilla.
La Fiscalía de Madrid solicita al acusado cuatro años y seis meses de cárcel. Se le acusa de la comisión de sendos delitos continuados de estafa y hurto.
UN HOMBRE DE CATEGORÍA
El acusado se hacía pasar ante sus víctimas como un «hombre de categoría» para que les prestara dinero o bien para entrar en su casas y robarles joyas.
El escrito de acusación señala que en 2018 A. A. R. Entabló una relación de amistad con A. M. A. S. a través de la red social ‘Badoo’ y que «aprovechándose de la necesidad de compañía de la misma y haciéndose pasar por hombre de categoría, con dinero y contactos», le manifestó que poseía una finca con caballos en Sevilla y que pertenecía al Partido Popular.
Con esta carta de presentación la mujer accedió a comprar el vehículo del acusado por un importe de 5.500 euros y días más tarde le convenció para que le entregara otros 8.500 euros con la promesa de devolvérselos para adquirir un coche de alta gama.
El mismo día que la mujer acudió al banco para sacar el dinero en efectivo, ambos se vieron posteriormente en el domicilio de la víctima donde A. A. R. le persuadió para que le dejara tres relojes y un collar de cuernos de jabalí con la excusa de repararlos y donde, además, aprovechó para sustraerle de su joyero una cadena dorada con colgante y dos anillos.
La mujer consiguió recuperar la cadena dorada con colgante pero no el collar de cuernos de jabalí y dos anillos. Por ello, la perjudicada reclama el importe del dinero defraudado que asciende a la cantidad de 14.000 euros, no así el importe de las joyas desaparecidas que no han podido ser tasadas pericialmente.
Casi de forma simultánea, el acusado inició una relación sentimental con M .B. G. F. a quien hizo creer que era «un hombre de categoría, con dinero y contactos», al identificarse como un capitán de la Guardia Civil retirado que poseía fincas, caballos y amistades de «alto prestigio». Una vez ganada su confianza, primero le pidió 3.000euros para la compra de unas sillas de montar, un dinero que se vio obligado a devolver ante la insistencia de su pareja.
Días más tarde le solicitó otros 3.500 euros por una oportunidad de inversión, un dinero que accedió a prestarle a condición de que se lo devolviera.
El 15 de junio le organizó una fiesta de cumpleaños en un hotel de Madrid donde le llegó a pedir matrimonio. La factura del evento ascendió a 2.810 euros que tuvo que pagar la mujer «al no haberse hecho cargo de la misma el acusado pese a que se comprometió a ello».
El hombre aprovechó también la relación sentimental para llevarse una sortija con topacio que la mujer tenía en su domicilio de Madrid, con la excusa de hacer una réplica, y dos pulseras de oro para hacer, según dijo, una medalla grande. Además, dado que tenía llaves de la vivienda, sustrajo del joyero de su prometida una sortija de oro con rubíes y diamantes.
La mujer reclama a A. A. R. al acusado 13.690 euros desglosados de la siguiente manera: 3.500 euros por el préstamo para una inversión; 2.810 euros por el importe de la fiesta en que le pidió matrimonio; 5.580 euros por las joyas no devueltas y otros 1.800 por la sortija de oro y diamantes sustraída de su domicilio.