La salida de Ábalos deja «desahuciado» a Koldo, su polémica mano derecha

La mano derecha de José Luis Ábalos no ha hecho más méritos que ser un trabajador leal a su ministro. Esa lealtad le ha llevado lejos. Muy lejos. Incluso a trabajos para los que no tiene ninguna preparación aparente. La llegada de Koldo García Izaguirre al sector público fue notoria porque lo hizo de la mano de Ábalos. Este «socialista» que era chófer, guardaespaldas y después hombre de confianza y asesor del titular de Transportes es ahora consejero de la empresa pública Renfe por la gracia de su adorado jefe. El problema es que su falta notoria de preparación, su violento pasado (con varias condenas por lesiones) y la llegada de una nueva ministra (Raquel Sánchez) que quiere hacer las cosas de forma diferente han dejado a Koldo al borde del despido.

Koldo trabajó como escolta de Ábalos mientras este era tan solo secretario de Organización del PSOE y después ascendió de la mano del ministro. No hay más que hacer una búsqueda rápida por su historial para ver que no es precisamente una «hermanita de la caridad». Tiene condenas por lesiones, fue indultado por una de ellas, y su trato con la prensa y todo aquel que quisiera hablar con el ministro no era especialmente «educado», tal y como cuentan quienes han tenido que cruzarse en el camino de este guardia de seguridad privada que ha acabado como consejero en una empresa pública como Renfe.

el nuevo PSOE espera que todos esos cargos que rodeaban a Ábalos abandonen el barco

Ahora, el nuevo PSOE espera que todos esos cargos que rodeaban a Ábalos que estaban perseguidos por un complejo historial polémico abandonen el barco para dar paso a la normalidad democrática. De todos los que ocupaban cargos de confianza en el Ministerio de Transportes, Koldo García Izaguirre es uno de los que más incomoda al partido dado su historial delictivo y su polémica forma de tratar con quienes se acercaban al ministro. Si no, se puede preguntar al alcalde de León, José Antonio Diez, quien tuvo un encontronazo con el consejero digno de olvidar, tal y como relata La Crónica de Salamanca.

Para hacerse una idea de cómo es este consejero no hay que remontarse a las condenas por lesiones ni a los testimonios que aseguran que fueron agredidos por Koldo. Simple y llanamente el incidente entre Koldo y el alcalde de León por una visita de Ábalos deja claro que este consejero de Renfe (recordemos, sin preparación alguna aparente para el cargo) no deja de traer complicaciones al PSOE pase por donde pase. A un ministro no se le apunta con el dedo”, espetó Koldo al alcalde Díez «en tono destemplado y amenazante», tal y como detalla el diario salmantino.

Este ejemplo es solo una anécdota que se repite allá por donde pisa Koldo. Quien le conoce asegura que no tiene la mano izquierda necesaria para estar en política.

En cualquier caso, hay esperanzas en el PSOE de que Sánchez, pero en este caso Raquel, no Pedro, imponga sentido común y eche con agua caliente a todo aquel que haya recibido un cargo público sin preparación. Es vox populi que Koldo ha llegado a Renfe ejerciendo de escolta y asesor de Ábalos y no porque tenga una dilatada experiencia en el sector ferroviario. Y como Koldo hay otros nombres del ministerio de Ábalos que desde el partido esperan que acaben fuera más pronto que tarde dado su polémico pasado o su falta evidente de preparación para el puesto.

El tema de Koldo es especialmente sensible porque ha acompañado a Ábalos en sus episodios más oscuros. Primero, fue quien estuvo en el Delcygate y quien protegió todo lo que pudo al ministro llegando a cerrar a cal y canto algunas partes del aeropuerto de Barajas, tal y como cuentan las fuentes. Segundo, ha sido quien ha acompañado al ministro en episodios polémicos como cuando se llevó a toda su familia a Las Palmas aprovechando un viaje para comprobar cómo estaban los inmigrantes recién llegados de África. En este caso, Koldo acudió, según una información del diario ABC, al mostrador a pagar la estancia de Ábalos y de todos los escoltas que le seguían con billetes, llegando a pagar hasta 1.800 euros en efectivo con lo que se supone que eran fondos públicos. Koldo sirve para todo, desde asesorar a Renfe, al ministro de Transportes o para pagar un hotel en efectivo.

Echarle no será cosa de un día. De hecho, desde el PSOE esperan que dimita por lealtad y deferencia a su defenestrado ministro. Ábalos es tan solo un diputado más y no tiene la influencia de antes para mantener a su «lacayo» al frente de un cargo como el que actualmente ostenta. Todo tiene su final y Koldo solo cuenta con la confianza estrecha de Ábalos. De nadie más. De hecho, nunca un asesor menor había dado tantos dolores de cabeza y titulares a un partido y a un Gobierno, un lujo que no se puede permitir la formación.