Sopa castellana o de ajo: una receta barata para gozar un día de frío

La sopa de ajo es uno de esos platos que tu mente, y tu estómago, identifica rápidamente con el frío. Y qué mejor momento tras abandonar el calor que zamparse un plato así en estos días tan fríos y lluviosos de otoño. Cuando más apetecen las sopas calientes es en las noches de otoño e invierno en las que el frío aprieta. A diferencia de otras sopas, la de ajo requiere de muy pocos ingredientes para su elaboración, la mayoría, básicos (pan, agua, ajos, huevos). Ni siquiera lleva pasta. Sienta de maravilla y como receta de aprovechamiento, es la mar de económica. Hoy te descubrimos todos los secretos para que puedas elaborar la receta de sopa de ajo y recordar los aromas de la cocina de la abuela.

Como receta, lo tiene todo: sale barata, ya que aprovechas el pan duro o endurecido de los días anteriores, y aunque puedes utilizar caldo de pollo, con el propio agua y buenos ajos, tendrás una sopa calentita que entra sola, sin grasa ninguna. Aprende aquí cómo hacer la sopa de ajo tradicional y cómo aderezarla sin que pierda su esencia.

 

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Trucos y consejos para una sopa de ajo perfecta

sopa de ajo a la castellana Moncloa

Si quieres que la sopa de ajo esté perfecta, evita quemar los ajos. Además de dejar cierto regusto, hace que se pegue el pan a la cazuela. Además de estos ingredientes, puedes añadir un poco de jamón serrano cortado en tiras o tacos, o chorizo. En caso de añadir el chorizo, no añadas el pimentón o se tomará demasiado la sopa.