El Rey Felipe VI ha instado a «no dar nada por sentado» y a redoblar los esfuerzos para proteger el Estado de derecho, «garantía de la libertad» y al mismo tiempo un requisito esencial para que los países puedan alcanzar su desarrollo económico y social.
Don Felipe ha sido el encargado de clausurar, junto con el presidente de Colombia, Iván Duque, el Congreso Mundial de Derecho en la ciudad de Baranquilla tras la entrega a la democracia colombiana del World Peace & Liberty Award, que concede la Asociación Mundial de Juristas que organiza el congreso, y que él mismo recibió en 2019.
Según ha contado, lo recibió «como una distinción que, aunque referida a mi persona y a la monarquía parlamentaria que represento, fue, por encima de todo, un reconocimiento a la democracia constitucional española» y a quienes hicieron posible la aprobación de la Constitución y «han velado y velan por su vigencia, integridad y continuidad, durante las décadas que lleva rigiendo la vida de España en libertad».
Parafraseando sus propias palabras entonces, Felipe VI ha insistido en que «no hay libertad sin leyes» igual que «sin leyes no puede haber democracia». «La democracia precisa de un Estado de derecho que la garantice, ampare y proteja; del mismo modo que este requiere de los principios democráticos como fuente de legitimidad», ha resaltado.
También es necesario organizar instituciones que permitan que «el pueblo esté y se sienta auténticamente representado en ellas» y que satisfagan «las legítimas demandas y necesidades de los ciudadanos», señalado.
Estas instituciones, ha añadido Don Felipe, deben someterse «a un sistema de controles políticos, sociales y jurisdiccionales que garanticen los derechos y libertades de los ciudadanos e impidan el abuso de poder o la arbitrariedad».
INDEPENDENCIA JUDICIAL
Entre estos controles, el Rey ha puesto de relieve el poder judicial, subrayando que «la independencia judicial es una exigencia esencial de nuestras sociedades democráticas. Esta independencia judicial, ha abundado el monarca, es la que «dota de eficacia a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico, protege las libertades ciudadanas y asegura, en fin, que el sistema normativo conserve su vigencia».
El Estado de derecho es además, «un requisito esencial para lograr, con estabilidad y justicia, el necesario desarrollo económico y social», ha señalado. «Hoy sabemos que un progreso social y económico equilibrado, sostenible, pacífico y duradero solo puede alcanzarse a través del respeto al Estado de derecho», ha agregado.
RETOS QUE AFRONTAR
Pero aunque hay «motivos para la satisfacción y la confianza», dado lo mucho que el mundo ha avanzado en materia de derechos y ligertades, «aún muchos retos por afrontar y hemos de permanecer muy alerta». Las crisis de los últimos años y la pandemia de COVID-19 «han puesto de manifiesto que hay que redoblar esfuerzos, reforzar la cooperación y ejercitar la solidaridad internacional».
«No hemos de dar nada por sentado, lo que tenemos debe ser defendido y protegido, cada día, por todos», ha prevenido Felipe VI, recalcando que «en ese camino hacia la libertad, real y efectiva, de las personas, debemos seguir apostando por la fuerza del Derecho».
Don Felipe ha sido el encargado de entregar el premio a la democracia colombiana al presidente de este país, Iván Duque, en presencia de Javier Cremades, presidente de la Asociación Mundial de Juristas, y de otros testigos internacionales, entre ellas la Nobel de la Paz Rigoberta Menchú.