Nació hace 32 años en Venezuela y han pasado ya ocho años desde la última vez que fue, pero se siente 100% venezolana aunque la mitad de sus raíces son españolas. Esta semana se convirtió en Guardia Civil y pasó a la historia como la primera mujer en ocupar el primer lugar de su promoción; una promoción conformada por 1925 personas y en la que solo había 398 mujeres. Es la caraqueña y se llama Mayte Éboli Vázquez Medina.
«Yo me siento 100% venezolana», dice a través de una conversación telefónica con Moncloa.com. Está orgullosa de serlo y se lamenta, como todos, de la situación en el país. Si bien es cierto que tiene muchos años que no vive en el país suramericano, nació allá y vivió en dos periodos de su infancia; primero hasta los 3 años y luego desde los 7 a los 15 años, pero desde que se mudó a Madrid, sus vacaciones de verano las pasaba en Venezuela hasta que ya la situación política se complicó demasiado y ya no era un buen plan visitarlo.
Primero estudió psicología, pero siempre le atrajo la formación de los cuerpos de seguridad y fue por eso que se presentó a las oposiciones para ingresar a la Guardia Civil. Tras una formación de nueve meses, el pasado miércoles formó parte de la promoción 127 en la Academia de Guardias de Baeza, en Jaén, al sur de España.
«Se siente muchísimo orgullo, porque hay que estudiar mucho y es muy satisfactorio haberlo logrado, y ser la primera mujer en conseguirlo. Esto sirve para que otras mujeres se animen, porque los cuerpos de seguridad están llenos de hombres y si lo que yo he logrado sirve para que se motiven otras mujeres, entonces a mi me vale», comentó Vázquez.
Ahora le toca hacer sus prácticas, durante un año, en Madrid, pero sus aspiraciones son seguir ascendiendo y hacer carrera dentro de este cuerpo de seguridad. A Vázquez también le gustaría, algún día, poder volver a su natal Venezuela para ejercer como funcionaria de la Guardia Civil.
«La Guardia Civil también está en Venezuela, en las embajadas, y desde luego que me gustaría muchísimo poder servir alguna vez estar allá, porque también quisiera que el país cambiara y mejorara, porque ahora los venezolanos estamos por todos lados y aunque nos sentimos orgullosos de ser venezolanos», dijo la caraqueña.
Antes de ingresar a la Guardia Civil se graduó como psicóloga en la Universidad Complutense de Madrid y en el Ejército español y asegura que siempre le llamó la atención el mundo militar. No duda que de haberse quedado en Venezuela, también hubiese seguido el camino de la formación militar, siempre y cuando las condiciones del país fueran otras.
«Extraño mucho el clima, sentir que siempre es primavera o verano, y además allá tengo familia y amigos, por eso me gustaría volver, porque tengo mucho buenos recuerdos de Venezuela. Mi papá allá tenía una empresa y fue allá donde conoció a mi mamá y donde nacimos mis dos hermanos y yo», contó la uniformada.
Lo que más llena de orgullo a Vázquez, de haber conseguido ser la primera mujer que ocupa el primer puesto de la promoción 127 de la Guardia Civil, en los 77 años que tiene la institución, es que sabe que el proceso de formación está hecho con el mismo nivel de exigencia tanto para hombres como para mujeres, quienes deben sortear durante los nueve meses que dura la formación las mismas pruebas físicas e intelectuales, por lo que destacar entre casi 2.000 personas que formaron parte de la última promoción, es para ella su mayor orgullo.
«Intentas hacer todo igual, porque al final te evalúan como una más, pero también intentas esforzarte lo más que puedes, estudias, entrenas y al conseguir estos resultados se disfruta mucho de todo el esfuerzo y sabes que ha valido la pena intentarlo hasta lograrlo», comentó la funcionaria de la Guardia Civil.
Para esta chica de 32 años el aspecto más importante de haberse convertido en Guardia Civil es el hecho de que con su trabajo puede ayudar a más personas, que al final es lo que la ha motivado a enlistarse para formar parte de este cuerpo de seguridad; ha sido su vocación de servicio lo que la llevó a convertirse primero en psicóloga y militar en las filas del Ejército, donde tuvo la oportunidad de conocer un poco más sobre la disciplina que hay dentro de la Guardia Civil, por lo que se planteó esa opción como una meta.
«Estas dentro de la Guardia Civil me servirá para ayudar a las demás personas, que es algo que siempre me ha gustado mucho y de ahora en adelante será mi función principal», dijo la caraqueña, a quien a través de la conversación telefónica se le podía adivinar la sonrisa que se le dibujaba en el rostro al hablar de su logro.