Feijóo desarbola los restos del casadismo al tumbar a Ana Beltrán

Ana Beltrán no seguirá siendo la presidenta del Partido Popular de Navarra tras el Congreso regional que se celebrará en las próximas semanas en la Comunidad Foral tras un pacto entre la actual diputada y Génova 13, que también ultima las renovaciones del partido en La Rioja y Asturias. 

Miguel Tellado, sustituto de la propia Beltrán en la vicesecretaría de Organización estatal del PP, ha impulsado un relevo tranquilo en el pequeño PP navarro mediante la caída de la baronesa casadista, que según Elcierredigital.com podría conseguir un puesto de salida en las listas de Navarra al Senado en las próximas generales como premio de consolación.

NEGOCIACIÓN DURÍSIMA

La presidenta navarra María Chivite ha reafirmado en una reciente entrevista publicada por Diario de Navarra que no tiene intención de pactar tras las elecciones de 2023 con Unión del Pueblo Navarro, que ha anunciado que no tiene interés en mantener la coalición Navarra Suma después de que Génova 13 haya mostrado su interés por recuperar sus siglas en la Comunidad Foral.

El líder de la oposición, Javier Esparza (UPN), dado por finiquitado el acuerdo con el PP: «Ellos han decidido hacerlo publico y tomar la decisión antes de lo acordado… Cada uno es responsable de lo que hace. Estoy convencido de que Navarra necesita un gobierno sensato que traiga prosperidad a esta tierra y en eso vamos a trabajar. Lo haremos con respeto y lealtad. Navarra Suma va a seguir funcionando hasta el fin de la legislatura».

Este portazo de Esparza, en realidad, podría ser una estrategia para tener una posición de fuerza frente a un PP que ha dejado claro que tiene interés en conseguir unas mayores cuotas de poder dentro de una posible coalición con UPN, ya que en 2019 negociaron desde la debilidad porque varias encuestas pronosticaban que podrían salir del Parlamento de Navarra.

Ciudadanos, en aquel momento, consiguió mayor protagonismo dentro de Na+ que el propio PP, muy dolido por el favor de UPN hacia los naranjas, que en Navarra nunca han tenido relevancia y que a nivel estatal viven sus horas más bajas desde 2014. 

UN SALTO A MADRID QUE LE PASA FACTURA

La presencia de Ana Beltrán en la negociación de 2019 entre Javier Esparza y Pablo Casado incomodaba a los regionalistas, que vieron con buenos ojos como el PP se la llevaba al Congreso con un puesto por la Comunidad de Madrid.

Esta marcha, sin embargo, no conllevó su salida como presidenta del PP navarro a pesar de que los estatutos del partido imposibilitaban compatibilizar un puesto como líder regional y su puesto como diputada.

La caída de Pablo Casado conllevó que Beltrán perdiera su puesto como vicesecretaria de Organización. A cambio, la diputada pretendía volver a la política navarra, tal y como había dejado claro en varias entrevistas. 

Pero ni en Génova 13 ni en un sector importante del PP navarro querían que su regreso pusiera palos en las ruedas ante una nueva negociación con UPN, muy molesto porque Beltrán ha mostrado su simpatía hacia los diputados tránsfugas Sergio Sayas y Carlos García Adanero. 

DEL BURGO SE RELAME

El expresidente navarro Jaime Ignacio del Burgo había mostrado su interés en que Beltrán no siguiera al frente del PP en su tierra: «Ana Beltrán ha cumplido su ciclo en Navarra y no puede seguir presidiendo el partido. En su gestión como presidenta ha fracasado. Por eso no puede ser la que proceda a decidir quién puede ser el futuro presidente o presidenta del partido», aseguró.

Del Burgo no se cortó contra su compañera de partido: «No se puede gobernar un partido con mando a distancia. Ella no vive en Pamplona, no está en la política navarra desde que dejó el Parlamento en 2019 y no se reúne ya casi con los afiliados. Encima no es ni siquiera diputada por Navarra, sino por Madrid».

Beltrán también apuntó al veterano exdirigente: «Siento decirlo, tiene intereses personales. Eso lo tienen que decir los afiliados y no él. No conozco a ningún otro afiliado del PP que haya hecho esas manifestaciones. Algún interés personal tendrá él, porque si no, no se entiende tanta sinrazón para hablar sobre algo que todavía no se ha convocado, dando una opinión que nadie le ha pedido». 

La diputada aseguró que Del Burgo mostró su opinión «por la venganza de no haber sido presidente de honor del PP, algo que yo sí quise que fuera cuando fui elegida presidenta y así lo acordé con él. Pero la dirección nacional del partido al saberlo dijo que no era la persona adecuada y miembros del PP de Navarra también. Cuando vi que el partido no quería tuve que ceder, pero mi intención fue que lo fuera».

Del Burgo, según Beltrán, quería «poner a alguna persona que le interese. Es una persona inquieta en política, en su momento lanzó la candidatura de su hijo para que presidiera el PP, desconozco si ahora tiene interés de que algún hijo suyo lo presida o alguna persona afín que él pueda controlar». 

En realidad, el PP navarro previsiblemente elegirá como nuevo líder al parlamentario regional Javier García, que desde abril forma parte de la Junta Directiva Nacional y que goza de buena sintonía con UPN.