Sopa castellana o de ajos: una receta barata y rica contra el frío

Con la ola de frío que tenemos encima, no podemos dejar de pensar en qué tipo de platos son mejores a la hora de calentar nuestro cuerpo por dentro. Un consomé o caldo siempre es una buena opción, pero aún lo es más el saber cómo se prepara una deliciosa sopa castellana. También conocida como sopa de ajos, se puede convertir en tu mejor aliada a la hora de sobrellevar los duros meses de invierno.

Hay zonas de nuestro país donde el frío no da respiro hasta que llega la primavera. Por eso, lo mejor es tirar de tradición y aprender a cocinar algunas de las recetas más sabrosas que tienen guardadas nuestras abuelas. Gracias a las facilidades de hoy en día, no tendremos ningún tipo de problema a la hora de ponernos manos a la obra y disfrutar de nuestro manjar.

Si ya te está haciendo la boca agua, descubre la sopa castellana o de ajos, esa solución barata y rica contra el frío que te encantará.

2
Ingredientes para prepararla de forma riquísima

ingredientes

A la hora de elaborar nuestra sopa castellana, lo primero que debemos tener en cuenta es que necesitaremos pocos ingredientes. Sin embargo, en caso de no tenerlos en nuestra cocina, siempre es bueno tenerlos apuntados y bajar a comprarlos en cualquier momento, tanto en el supermercado como en cualquier tienda o mercado de nuestro barrio.

Lo primero que necesitaremos, por supuesto, son 8 o 10 dientes de ajo. Y es que, este plato, también se conoce de forma común como sopa de ajos, por lo que ya podemos adivinar que se trata de uno de sus ingredientes más especiales y vistosos. Seguimos preparando 250 gramos de pan duro. Como hemos mencionado, es bueno elegir el que nos haya sobrado de días anteriores, así estaremos aprovechando el alimento.

Continuamos preparando 100 gramos de jamón serrano en taquitos, o al gusto. También necesitaremos cuatro huevos y una cucharadita de pimentón dulce. Terminaremos con un poco de aceite de oliva virgen extra, la más recomendable por ser una grasa saludable, y una pizca de sal, también al gusto.