En el PSOE no descartan que se adelanten las elecciones. Hablamos de las generales, claro. Pero fuentes de Ferraz aseguran que no es solo un rumor, sino que ya hay gurús socialistas echando cuentas para ver si sería rentable a nivel electoral el llevar las generales a abril u otra fecha similar. El Partido Popular lo está deseando y Unidas Podemos también cree que es una buena idea. Pero en Ferraz solo contemplan esta estrategia, según detallan fuentes solventes del partido, porque la subida de las pensiones de 2023 será la mayor de la historia. Y es con este impulso, en el PSOE consideran que podrían conseguir el objetivo: que el PP no sume para volver a orquestar una mayoría alternativa con ERC, EH Bildu, Podemos y, cómo no, la formación de la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
Cada partido lleva sus cuentas, pero las del PSOE están marcadas con ese aumento del 8,5% en las pensiones. Ese porcentaje es elevado. Implica que una pensión de 1.000 euros verá cómo se convierte en 1.085. Y es en ese momento cuando el PSOE se plantea poner la fecha de las elecciones, pero no es seguro. Las dudas asaltan Ferraz por varios motivos, pero el más importante es que el Partido Popular tiene «mucha» prisa por adelantar los comicios. En el PSOE saben que esos 9,98 millones de pensionistas que hay en España mirarán al Gobierno con buenos ojos en el momento en el que vayan a ver el extracto del banco. Sin embargo, las encuestas internas que manejan en el PSOE están muy ajustadas. El PP ha frenado, según se detallan en estos sondeos, pero no significa que el PSOE lo tenga fácil. Y eso porque no se tienen en cuenta otros fenómenos en la izquierda que amenazan la hegemonía del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la izquierda.
Luego están los funcionarios, a quienes el Gobierno ha tratado con mucho mimo. Son 2,7 millones que también han visto cómo su poder adquisitivo ha aumentado. Con estas claves, el Gobierno sopesa adelantar las elecciones a marzo o abril, algo que confirman fuentes del PSOE y algo que sopesan los gurús socialistas. El problema es que es una apuesta a ciegas por dos razones: la primera, tal y como detallan estas mismas fuentes, porque ese aumento de las pensiones no se refleja en la intención de voto de los sondeos, y la segunda porque el fenómeno de Yolanda Díaz no se refleja tampoco en esas encuestas. Con estas dudas, aún hay quien se resiste a la idea de adelantar las elecciones.
El horizonte de las pensiones es muy alentador para un PSOE que además se guarda más de un as en la manga. Los fondos Next Generation serán también un pequeño impulso para un Gobierno que espera lavar su imagen. Mantendrán las ayudas al carburante e incluso aplicarán unas nuevas si el Gobierno se hace permeable a las exigencias de Podemos para dar un cheque de 300 euros a las familias para paliar las consecuencias de la inflación en el bolsillo de las clases medias y trabajadoras. Con todo esto encima de la mesa, el Gobierno entiende que juega con ventaja, pero solo le frena la idea de que los sondeos no reflejan ese impulso que deberían notar ya.
La otra cara de la moneda es el Partido Popular. Desde Génova 13 tienen claro que un adelanto electoral les vendría «de perlas» porque Alberto Núñez Feijoo mantiene su crecimiento en los sondeos. Sin embargo, hay otras cuestiones importantes que han empujado a los populares a exigir ese adelanto, como es el caso de la crisis institucional que se vive en la justicia española. Los populares empiezan a sentirse acorralados por las decisiones del Tribunal Constitucional y por la presión que se vive desde el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). En el PP esperan que los comicios se celebren cuanto antes para quitarse de encima este problema y poder respirar con algo más de facilidad. Pero lo que queda claro es que casi todos los partidos están deseando adelantar las elecciones para ver qué escenario político queda.