Sánchez acusa a VOX de aportar un «plus de brutalidad» al PP, cuya abstención es un pago en diferido

Considera a Tamames un «señuelo» para esconder el «infumable» proyecto de Vox, que es el «comodín» del PP para retroceder 10 años

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha acusado hoy a Vox de extender el odio en el país y aportar un «plus de brutalidad» al PP, siendo el «glutamato» de la derecha, tras calificar la moción de censura contra el Ejecutivo, que se debate desde esta mañana en el Parlamento, como «delirante». Asimismo, considera que la abstención de los ‘populares’ es un «pago en diferido».

Además ha señalado que el candidato propuesto por Vox, el economista y expolítico Ramón Tamames, es un «señuelo» para esconder el «infumable» proyecto de Vox y su líder Santiago Abascal, al que ha calificado como el «comodín» que necesita el PP para regresar a las políticas que aplicó en el año 2013. El jefe del Ejecutivo ha intervenido para responder a Santiago Abascal, después de que éste haya presentado al candidato Tamames tras atacar al Gobierno y pedir el apoyo del PP a su moción y elecciones anticipadas.

Para Sánchez, se trata de una moción «estrambótica» y «delirante» pero que cree que pone en evidencia que la «abstención» del PP –frente al «no» de este partido en la primera moción que presentó— es un «pago en diferido, un anticipo de caja, como se lleva en casa, pasando de un no decente a una indecente abstención». Además, ha advertido de que «la ultraderecha les va a exigir un segundo pago» a los de Feijóo.

Pero aunque ha descalificado la moción, no la ha querido despreciar porque considera que le da la oportunidad para «observar de cerca» a sus promotores y reflexionar sobre cuál es la utilidad de los mismos, es decir, para saber qué ha aportado la ultraderecha a España y para conocer «para qué sirve VOX».

En su opinión, la moción la presenta alguien que disfruta de parecer el «profeta» que anuncia el apocalipsis pero que, después de anunciar una emergencia social, se tomó un reposo de cien días para acabar montando «este show parlamentario».

BRONCA, INSULTOS Y EXTENDER EL ODIO

Dicho esto, Pedro Sánchez ha pasado a explicar lo que, a su juicio, es el legado parlamentario «breve pero intenso» del partido de Abascal. En este sentido ha señalado que no ha aportado una sola medida en favor de la convivencia entre españoles y ha resumido su actuación asegurando: «En las calles agitación, en las tribunas, bronca, insultos, en el Parlamento, dos mociones estériles y en todas partes, odio».

Sánchez le ha echado en cara que no haya aportado ni una sola propuesta sobre qué hacer con España y le ha acusado de pronunciar «expresiones furiosas» hacia los colectivos que más necesitan de los servicios públicos entre como las mujeres, los homosexuales, los extranjeros o los ciudadanos que utilizan otra lengua cooficial.

Además Sánchez le ha reprochado su «furia», según lo ha calificado, ante la decisión del Gobierno de exhumar los restos de Franco en el «mausoleo de la vergüenza» y ha señalado que su modelo de país es el de la España de 1940.

PP Y VOX, DOS GOTAS DE AGUA

También ha incidido en la similitud que existe, según ha dicho, con el PP. «Como dos gotas de agua», ha dicho antes de apuntar que ambos partidos promueven políticas regresivas y votan en contra de todas las medidas progresistas de Gobierno incluso en momentos difíciles como la pandemia y la guerra. No obstante, ha apuntado que la «única diferencia» entre el PP y Vox es que este último partido aporta un «plus de brutalidad» y solo saben señalar a «falsos culpables» y «orientar el odio y la frustración» contra quienes padecen problemas.

En este sentido, ha espetado que Vox es a la política española como la comida ultraprocesada a la dieta mediterránea, con un discruso de «mensajes perjudiciales» y convertido en el «glutamato de la derecha», haciendo así alusión a un ingrediente que se utiliza para potenciar el sabor de los alimentos. En esa misma línea ha señalado que el PP se ve arrastrado a las posiciones de Vox pues vive con el miedo a ser señalado como «la derechita cobarde».

Sánchez también ha hecho hincapié en el hecho de que el PP haya pasado de la abstención al ‘no’ desde la primera moción de censura presentada por Vox en octubre de 2020. Así, le ha dicho a Abascal que salió «trasquilado» en aquella moción en la que el PP, con Pablo Casado al frente, le espetó «un ‘no’ como una catedral».

Sin embargo, ha señalado que ahora, ya con Feijóo como presidente del PP, «la cosa pinta mejor» y «pasito a pasito» han pasado del voto en contra a la abstención y ya los tienen «a un paso del ‘sí’. En tono irónico, le ha pedido a Abascal que no presente una tercera moción antes de que termine la legislatura.

NI LA UNIDAD DE ESPAÑA, NI LA CONSTITUCIÓN

Dicho esto, ha pasado a explicar que VOX no ha presentado la moción ni por la unidad de España, ni por la Constitución –acusando de paso al PP de ser el único en incumplirla por no renovar el CGPJ–, ni por Cataluña, ni por la economía.

Las verdaderas razones, ha dicho, consisten en que este Gobierno está llevando al BOE todo por lo que se movilizó este país en contra de la respuesta neoliberal durante crisis financiera y ha aprovechado para mencionar las cuestiones aprobadas por su Gobierno como el aumento de las pensiones, las becas, el Salario Mínimo Interprofesional o la mejora en la dependencia o el aumento de los contratos sanitarios.

Así ha indicado que todas estas políticas son la verdadera causa que alienta esta moción de censura «de tierra quemada» que a su juicio no se define por lo que quiere construir sino con lo que aspira a destruir.

PROYECTO INFUMABLE E IMPRESENTABLE

Para Pedro Sánchez, el candidato Ramón Tamames es un «señuelo» que utiliza Santiago Abascal para «esconder su infumable e impresentable proyecto» y, en relación con el presidente de Vox, ha advertido de que es el «comodín que necesita el PP para la vuelta a 2013».

De hecho, el jefe del Ejecutivo cree que, si se «descuenta la brutalidad» del proyecto de VOX, lo que une a este partido con Ramón Tamames y al PP es frenar la acción progresista del Gobierno de coalición y retroceder 10 años atrás: a la España que recortó las pensiones, el estado del bienestar, a la que devaluó los salarios o a la que supuso la emigración del talento más joven. «A ese retroceso se limitan a añadir gotas de intenso sabor», ha exclamado.

Sánchez ha desdeñado el discurso de Abascal asegurando que con Tamames tendrá un «debate sosegado» y que sus palabras no tendrán más eco que entre el PP y dos tránsfugas. Incluso ha apuntado en varias ocasiones que el fuerte del presidente de VOX «no es trabajar». Pero dicho esto, ha querido dejar claro que «no va haber marcha atrás» porque ni Franco va a retornar al mausoleo ni la sociedad renunciará a lo logrado.

No obstante, ha ironizado invitando a Santiago Abascal a presentar una nueva moción de censura en medio de la presidencia española de la UE, después de que presentó una en la pandemia y otra en mitad de la emergencia generada por la guerra de Ucrania. Es, ha asegurado, un «récord imbatible», ha dicho con ironía añadiendo que en la tercera se puede ahorrar acudir al Parlamento, igual que ha hecho Feijóo, «visto que su fuerte no es el trabajo.

«Hasta lo veo tentador para usted, por que ya le digo que al paso que va para la próxima Legislatura lo más probable es que no le alcance para recoger las firmas necesarias para presentar una moción de censura», ha concluido.