Carmen Calvo se duele de los dardos de Pablo Iglesias por el Ministerio de Igualdad

Carmen Calvo cedió en 2020 sus competencias en materia de Igualdad a Irene Montero, que acabó 2022 enfadada porque la exvicepresidenta se saltó la disciplina del voto del PSOE al abstenerse en la Ley Trans (que salió adelante con 188 votos favorables y 150 contrarios).

La socialista asegura que «el transfeminismo y la teoría queer» en nada tienen que ver con el movimiento feminista, ya que cree que si se puede ser mujer a voluntad la lucha feminista se desdibuja. Y desde Podemos la tildan de TERF (etiqueta con la que se califica a personas tránsfobas).

También en el propio PSOE hubo voces críticas con Calvo como Carla Antonelli, que se dio de baja del partido. «Me sentí expulsada del PSOE por la transfobia de Carmen Calvo, tenía que irme por dignidad y vergüenza», aseguró la hoy senadora de Sumar.

EL ÁGORA DE CARMEN CALVO

A raíz de esta polémica Pablo Iglesias hace unos meses aprovechó que compartía mesa de debate con Carmen Calvo para dejarla en mal lugar. Preguntada la exvicepresidenta en ‘El Ágora’ de ‘Hora 25’ sobre si una mujer trans es una mujer, la cordobesa evitó responder.

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El Ágora.

El fundador de Podemos mostró su enfado y Antonelli tuiteó contra ella: «Lo que yo espero, Carmen Calvo, es que si vas algún día a la cárcel lo sea porque este país se viste por los pies y el odio y transfobia que supuras, en lo verbal y lo gestual, conlleve pena de prisión».

ENFADO DE CALVO CON IGLESIAS

El veto de Sumar a Irene Montero, que no ha sido incluida en el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, ha sido advertido como una victoria del ‘feminismo clásico’ que representa Carmen Calvo. Ese que no molesta a los amigos del presidente del Gobierno, que en una entrevista electoral aseguró que tenía a personas cercanas incómodas con la postura del Ministerio de Igualdad.

El PSOE ha recuperado ese Ministerio, en manos de la ‘calvista’ Ana Redondo, e Iglesias está utilizando el digital que edita y dirige, Diario Red, para denunciar la postura de los socialistas y arremeter contra la propia Calvo.

DIARIO RED

Diario Red editorializaba hace unos días contra la felicidad mostrada por Calvo en las últimas fechas. «Si uno repasa todo lo acontecido en los últimos años, se entiende perfectamente por qué la exvicepresidenta y diputada socialista estaba tan feliz. Al fin y al cabo, y no sin dar antes una cruenta pelea, Carmen Calvo fue la víctima política de más alto nivel que se cobró la nueva ola del movimiento feminista durante la pasada legislatura».

«Al feminismo institucional de Calvo, que abrió —por supuesto— una brecha muy importante para que sus más modernas evoluciones pudieran avanzar, se le precipitó, como una ola, el desborde que suponía el feminismo popular, interseccional y diverso representado por Montero», añade el diario pablista.

Que remata: «Hoy, no es de extrañar la enorme alegría expresada por Carmen Calvo al haberse consumado la expulsión de Podemos en general y de Irene Montero muy en particular del gobierno de España a manos de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. Aunque llegue tarde y con ella ya fuera de la primera línea de la política, no deja de ser un momento de dulce venganza».

CALVO EN EL PAÍS

Calvo también firmaba recientemente con motivo del 25N una tribuna en El País asegurando que «todas y nuestros cuerpos han sido y siguen siendo el campo de batalla. La biología nos hace pechar con la mayor carga de esfuerzo y riesgo para perpetuar la especie y este contundente e irrefutable hecho teóricamente debería de habernos adjudicado un gran poder, y ha sido justo lo contrario».

la desigualdad que sufren las mujeres se debe exclusivamente a la biología, esto es, a tener vagina, excluyendo así a las mujeres trans

Y Diario Red interpretaba su artículo diciendo que la socialista defendía que «la desigualdad que sufren las mujeres se debe exclusivamente a la biología, esto es, a tener vagina, excluyendo así a las mujeres trans que también sufre violencia de género por el hecho de ser mujeres».

Fuentes socialistas aseguran que Calvo está «harta» de lo que considera una campaña promovida por Iglesias y Montero, que cuentan con amplio respaldo en sectores feministas para denunciar el cambio de estrategia del PSOE y la postura tránsfoba de la socialista.