A pesar de los esfuerzos de Rocío Monasterio por desestimar los rumores de crisis en Vox, la realidad parece contradecir sus afirmaciones, generando risas y especulaciones en los pasillos de la Asamblea de Madrid, según informa el diario ABC. La líder de Vox en la Comunidad ha intentado restar importancia a las informaciones que circulan, clasificándolas como meros «bulos» promovidos por otros partidos con el objetivo de desviar la atención de los problemas reales en Madrid.
No obstante, el aislamiento de Monasterio dentro de Vox se ha vuelto palpable y objeto de comentarios entre los legisladores. Aunque la dirigente insista en negar la existencia de fisuras internas, las pruebas evidencian una situación diferente.
Las tensiones dentro de Vox han ido en aumento, y los pasillos de la Asamblea se han convertido en escenario de risas discretas y cuchicheos en torno a la aparente discordia interna en el partido, según explica el citado medio. Mientras Monasterio trata de mantener una fachada de unidad, las grietas se hacen evidentes, generando un ambiente de escepticismo entre los miembros de la Asamblea.
El aislamiento político de Rocío Monasterio se ha vuelto un tema de interés y entretenimiento en la escena política madrileña, marcando una situación que, a pesar de los esfuerzos de la líder de Vox, no pasa desapercibida y continúa siendo motivo de especulación y risas en los pasillos de la Asamblea.
LA DEBACLE DE VOX MADRID QUE ROCÍO MONASTERIO INTENTA OCULTAR
La sombra de la derrota en las urnas y las constantes fugas de miembros están dejando a Vox Madrid en una situación comprometida, una realidad que la líder Rocío Monasterio trata de minimizar. La pérdida de poder e influencia en la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid ha marcado un golpe significativo para el partido, y las recientes deserciones de destacados miembros evidencian una crisis interna.
José Luis Ruiz Bartolomé, número dos de Rocío Monasterio, abandonó el partido hace apenas dos semanas, pocos meses después de participar en las elecciones de mayo junto a Monasterio. Su salida hacia el sector privado señala la pérdida de figuras clave en la estructura de Vox Madrid.
El siguiente en la lista de abandonos fue el catedrático Pablo Gutiérrez de Cabiedes, una de las figuras destacadas en la candidatura de Vox en la Comunidad de Madrid. Cabiedes renunció a incorporarse al grupo parlamentario en la Asamblea de Madrid, alegando «motivos laborales», según fuentes de Vox citadas por ABC. Esta negativa ha dejado un vacío que será ocupado por Javier Pérez, según informa el medio.
El aislamiento político de Rocío Monasterio se ha vuelto un tema de interés y entretenimiento en la escena política madrileña
El panorama interno de Vox Madrid se ve afectado por la falta de portavoces de peso en áreas clave como la jurídica o la vivienda, según informa el citado medio de comunicación. Estos temas son fundamentales en la Asamblea de Madrid, y la ausencia de figuras destacadas compromete la capacidad del partido para abordar cuestiones críticas en la región.
A pesar de los intentos de Rocío Monasterio por presentar una imagen de unidad, la realidad interna de Vox Madrid parece estar plagada de desafíos. La salida de miembros destacados y la falta de representación en áreas cruciales plantean interrogantes sobre el futuro del partido en la Comunidad de Madrid y la capacidad de Monasterio para revertir esta tendencia.
MONASTERIO Y SU POSICIÓN EN VOX MOTIVO DE CHASCARRILLOS EN LA ASAMBLEA
La posición de Rocío Monasterio en Vox se ha convertido en tema de chascarrillos y especulaciones en los pasillos de la Asamblea de Madrid, agravada por su postergación en la recién elegida cúpula del partido, encabezada por Santiago Abascal en la última asamblea general de Vox.
El aparente ‘aislamiento’ interno de Monasterio no pasa desapercibido entre sus colegas legisladores, generando risas discretas y comentarios irónicos en el ambiente político de la Asamblea, según informa el citado medio. A pesar de los rumores sobre su posible salida, la presidenta de Vox en Madrid ha desmentido estas especulaciones en diversas entrevistas, respondiendo con una media sonrisa a las preguntas al respecto y redirigiendo la atención hacia críticas al Gobierno de Sánchez, sin olvidar mencionar al de Ayuso.
La situación interna de Vox en Madrid parece compleja, con señales de fisuras evidentes y la necesidad de desmentir rumores sobre la salida de figuras destacadas como Monasterio. La falta de cohesión y el aparente distanciamiento de la presidenta de Vox en Madrid en la nueva cúpula del partido plantean desafíos adicionales para la formación política en la región.
Convencer tanto a propios como a extraños de que Vox mantiene su fuerza, influencia y espacio intactos en Madrid se presenta como una tarea cada vez más complicada para el partido. La atmósfera de chascarrillos en la Asamblea refleja la percepción generalizada de un momento desafiante para Vox en la región, en medio de tensiones internas y una aparente pérdida de protagonismo de Rocío Monasterio en la nueva dirección del partido.
AYUSO NO SUELTA EL FRENO Y VA A POR TODAS CONTRA VOX
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, está demostrando que no facilitará en absoluto el liderazgo de Vox como oposición al Partido Popular en la Asamblea de Madrid. Con una actitud sin piedad, Ayuso está cobrándose las cuentas pendientes con Rocío Monasterio y su equipo, quienes le complicaron la vida en la pasada legislatura, llegando incluso al bloqueo de los presupuestos regionales. Ahora, Díaz Ayuso no les da ni agua, según comentan en algunos círculos de la Comunidad que ha recogido ABC.
El último pleno parlamentario ofreció un claro ejemplo de la falta de compasión de Ayuso hacia Vox. Durante un acalorado intercambio sobre la inmigración irregular, la presidenta no dudó en silenciar a Rocío Monasterio. «Todo lo que hacemos es sin gobernar con ustedes, tenemos un Gobierno libre y, por tanto, no necesito que nos ponga ningún tipo de deberes. Se lo agradezco muchísimo», expresó de manera contundente Ayuso.
En las entrañas del Gobierno regional, consideran que la estrategia de Ayuso con respecto a Vox es la mejor manera de arrinconar al partido y atraer a su electorado, replicando lo que ya ocurrió con Ciudadanos. Aunque la presidenta cuenta con la simpatía de muchos votantes de Vox, no duda en ir a por los dirigentes del partido. «Ni agua», remachan desde las consejerías. «Es un ejercicio de antropofagia política brutal, Ayuso se está comiendo a Monasterio», recoge el citado medio.
