Juan Carlos Girauta está marcando agenda en la narcotizada política castellano-manchega, casi siempre bipartidista y eternamente socialista. El candidato de Ciudadanos al Congreso por Toledo ya fue noticia porque protestó ante el enfado de la agrupación naranja de Talavera por su designación.
«Me voy a vivir a Toledo. A partir de mañana yo soy un toledano, un habitante de Toledo. El problema es que haya gente que se cree a estas alturas que uno tiene mejor condición que otro para optar en unas elecciones generales donde se va a representar al conjunto del pueblo español», señaló.
El periodista explicó que se marchaba de su tierra tras «haber pasado años repitiendo que Cataluña es de todos los españoles. Si alguien me viene a decir a mí que Toledo no es de todos los españoles, aunque yo a partir de mañana sea un habitante de Toledo, no es de Ciudadanos entonces; será de otro sitio, pero en Ciudadanos no pinta nada».
Girauta afirmó que se marchaba de su tierra porque estaba «cansado de ir con escolta por la calle» y de recibir insultos. En el PP tampoco han visto con buenos ojos su aterrizaje en Castilla-La Mancha, especialmente después de que en la radio autonómica explicase que «no es una emergencia nacional desalojar del poder al señor Page, como sí lo es desalojar del poder al señor Sánchez».
NÚÑEZ ESTALLA CONTRA GIRAUTA
Francisco Núñez, candidato autonómico popular, protestó por sus palabras: «Hemos tenido poca suerte con el cunero que nos ha tocado. Le iría mejor con humildad (…) Le recuerdo a Girauta, que quiere gobernar con Page, que es el mismo que va diciendo que lo mejor que le puede pasar a España es que Pedro Sánchez sea presidente del Gobierno».
Algunas encuestas pronostican que un cambio en la región pasaría por un pacto entre PP y Ciudadanos. Es por ello que Núñez tuvo mejores palabras sobre la candidata autonómica naranja Carmen Picazo: «Tengo buena relación con la candidata de Ciudadanos y espero que la dirección nacional de su partido no le siga haciendo ese tipo de declaraciones que dejan entrever un pacto de Page y el PSOE con Ciudadanos».
Girauta le contestó a Núñez sobre su posición de cunero: «La gente es de allí de donde quiere ser. Dentro de España nos movemos por donde queremos y nos instalamos donde queremos. Y lo digo yo que he estado en un entorno asfixiante”.
«Yo vengo de Kosovo. Cataluña es Kosovo. Y señores como Núñez lo van a tener muy difícil conmigo. Dice que es mala suerte que me presente por Toledo y efectivamente, Núñez y lo que representa tienen mala suerte porque aquí estoy para recordarles que la línea que han seguido aquí se ha terminado», explicó.
Según el dirigente de Ciudadanos, Núñez «despierta ese nacionalismo autóctono. He sido recibido con hospitalidad por todo el mundo, y veo que el presidente del PP en la región utiliza razonamientos propios de nacionalistas. Si Núñez hubiera nacido en Barcelona, estaría con Torra. Es evidente que su inclinación natural es de exclusión«.
Teodoro García-Egea, número dos del PP estatal, también insinuó al igual que Núñez un pacto entre PSOE y Ciudadanos. Girauta le contestó: «Debe saber más que yo y que toda la Ejecutiva de Ciudadanos conjuntamente porque no hemos decidido nada sobre los pactos tras las autonómicas».
El portavoz de Ciudadanos en el Congreso señaló que el PP castellano-manchego cuenta con «un vicio muy parecido al del PSOE» y que fue «particularmente crudo aquí en la época de Cospedal». Por el PP, Núñez dijo que «solo hay un camino, que es el de Pablo Casado y el del PP, tanto en España como en Castilla-La Mancha».
GARCÍA-PAGE SE CENTRA EN ATACAR A VOX
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha rechazado «la dinámica supremacista que está naciendo en España. Los muros no sólo se construyen frente a los de otros países. Cuando alguien defiende que haya muros frente a los que vienen de fuera, termina levantándolos para los que viven dentro y no son como él».
García-Page advirtió: «Ojo que esto ya nos ha pasado muchas veces en la historia. Tenemos que defender las raíces y la cultura, pero teniendo una mentalidad lo más diversa y plural posible. Hay síntomas peligrosos, afortunadamente minoritarios, de una sociedad que tiende a lo extremo y que tiende al conflicto cuando en realidad siempre nos ha ido bien desde lo contrario».
«Lo que hay que tener muy claro es lo que no podemos permitir y es que se imponga la tesis de que un pueblo está por encima de otro y una cultura está por encima de otra como si las culturas no se mezclaran y no se influyeran unas a otras», añadió el líder socialista castellano-manchego.
Con el que no quiere guerras es con Pedro Sánchez, con el que ha estado distante en los últimos años: «En los partidos, el que hoy es oficialista mañana será crítico, y el que a lo mejor antes era crítico luego termina siendo oficialista. Yo ya llevo suficiente tiempo como para saber que a lo largo de una legislatura cambian mucho las tornas».
«Lo verdaderamente importante es que no hay discusión ninguna con el número uno, con el secretario general y candidato a la presidencia del Gobierno, y el resto de los debates que hay siempre sobre las listas se producen de siempre y finalmente se tienen que quedar dentro de casa», remató, sin confirmar todavía si participará en el debate televisado que le ha propuesto Núñez.
