Casado pide que el debate electoral se celebre tras conocer los datos del paro

El candidato del Partido Popular, Pablo Casado, ha solicitado que el debate a cinco entre los principales candidatos a la Presidencia del Gobierno se celebre tras conocer los datos del paro del mes de octubre. Según Casado, Pedro Sánchez «intenta evitar» dar explicaciones sobre estos datos porque «España no va bien«. Así se ha pronunciado ante los medios de comunicación tras visitar la Frontera del Tarajal, donde ha saludado a los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Después se ha desplazado al paso fronterizo acompañado por el presidente del PP de Ceuta, Juan José Vivas.

Ante la decisión de Sánchez de celebrar solo un debate a cinco para los comicios del 10-N, Casado ha afirmado que él está dispuesto a debatir «como siempre». Ha aceptado esta propuesta recalcando que el PP quiere que se haga «una vez que se publiquen los datos de paro«. «Nos da la sensación de que el Gobierno está intentado evitar unas cifras que previsiblemente no van a ser buenas«, ha resaltado. Ha querido recordar los 13.000 nuevos parados en septiembre y los 54.000 desempleados en agosto, así como la «destrucción de 200.000 afiliados a la Seguridad Social».

En este punto, ha subrayado que aunque se esté intentado «situar otras cuestiones en la agenda» política, al PP lo que le «preocupa» es el paro. Del empleo depende la «sostenibilidad de las pensiones, el futuro de los jóvenes, el acceso a una vivienda y tener buena sanidad y una buena educación», ha añadido.

EL GOBIERNO YA NO PUEDE OCULTAR LAS CIFRAS

Casado ha afirmado que el Gobierno de Sánchez «ya no puede ocultar las cifras económicas» que empiezan a llegar en materia de paro y «desaceleración». El líder del PP ha destacado que hasta Pedro Sánchez ha reconocido públicamente que hay «un enfriamiento de la economía«. «España no va bien», ha proclamado, una frase que recuerda a la que en su día empleó el expresidente José María Aznar (‘España va bien’) cuando gobernaba el PP.

Como hay un enfriamiento de la economía, lo que tenemos que hacer es que manos expertas en la gestión económica vuelvan al Gobierno de España», ha manifestado. Ha añadido que el jefe del Ejecutivo en funciones ha realizado unas declaraciones «muy preocupantes» reconociendo que es «incapaz» de gestionar la actual situación.  El presidente de lo ‘populares’ ha afirmado que ellos quieren «evitar» la crisis económica. Nos comprometemos a que si hay una crisis internacional en España, no la paguen los de siempre», ha enfatizado.

UTILIZA LAS INSTITUCIONES DE MANERA ELECTORALISTA

Además, Pablo Casado ha calificado de «electoralista» el anuncio de Sánchez de actualizar las entregas a cuenta a las comunidades autónomas antes del 10 de noviembre. A su entender, se trata de «un conejo de la chistera» para «arañar» votos y escaños en los comicios.

«Creo que todo el mundo ha entendido que esto ha sido electoralista. No podemos entender por qué Sánchez hace una semana decía que era imposible entregar a las comunidades autónomas lo que ya se había recaudado por parte de sus contribuyentes», ha criticado.

AFEA A SÁNCHEZ SU «MALA» RELACIÓN CON EEUU

Casado ha asegurado que hay un «dato muy preocupante» en relación con las exportaciones españolas con Estados Unidos. Tras la decisión de Donald Trump de «gravar productos del sector agroalimentario español» ha declarado que «va a suponer un coste de mil millones para la economía nacional».

Por eso, ha recalcado que las relaciones con Estados Unidos «se tienen que intensificar» porque en su día Felipe González y Ronald Reagan estaban en las «antípodas ideológicas» pero «se acabaron llevando bien», como hicieron José María Aznar y Rajoy con los presidentes norteamericanos con los que convivieron.

«El problema es que, igual que Zapatero tuvo una mala relación con Estados Unidos, Pedro Sánchez la está teniendo con la administración americana. Y esto al final se acaba pagando. La guerra comercial la está pagando España«, ha advertido.

Por eso, ha asegurado que si gana las elecciones en noviembre su compromiso es «tener una posición fuerte a nivel internacional» para que los aranceles no afecten a la industria agroalimentaria española u otros sectores.