No se ha gestionado gestionando “como es debido” la crisis sanitaria que está provocando el coronavirus. Fuentes conocedoras aseguran que algunos consejeros, salvo algunas excepciones, no se están “enterando de nada” y van por libre en las decisiones que se están tomando desde el Ejecutivo regional para frenar la pandemia.
La última situación que, según estas fuentes, ha demostrado la ineficiencia de los consejeros naranjas ha sido el brote de coronavirus que ha surgido en una de las residencias de ancianos de Madrid, que ha acabado con la vida de al menos 19 personas. El encargado de controlar que estos núcleos de población más vulnerables estén protegidos es el consejero de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad, Alberto Reyero.
El responsable de las familias es el que “tiene la obligación de tener un panel de control preciso de las personas que tiene a su cargo”. Sin embargo, y como afirman fuentes conocedoras de la gestión, está delegando sus funciones de supervisión en otras personas de su Consejería y tampoco estaría “exigiendo a sus directores informes diarios” que relaten cómo está evolucionando la situación en poblaciones de riesgo, como son las personas mayores.
LAS MUERTES DE ANCIANOS, EN INVESTIGACIÓN
El martes se conoció la muerte de al menos 19 ancianos y alrededor de 70 contagiados —la Consejería de Reyero aún no ha aclarado las cifras oficiales— entre ellos personal sanitario y trabajadores geriátricos, en la residencia Monte Hermoso de Madrid. Esta residencia, si bien es de titularidad privada, posee plazas concertadas con la Comunidad de Madrid, que dependen de la Consejería de Familia y Asuntos sociales, en manos de Ciudadanos.
Según avanzaba El País, fuentes sanitarias aseguraban que posiblemente habría más muertes en las próximas horas, dada la población de riesgo que está infectada en la residencia. En total, viven en Monte Hermoso cerca de 200 ancianos. Hasta el mismo martes, día en el que se conocieron los fallecimientos, no habían sido ninguno de ellos trasladados a hospitales, sino que estaban muriendo en el propio centro. Según alertaron algunos familiares de los fallecidos, estuvieron intentando contactar con la Consejería que dirige Reyero para informar de esta situación, pero no dieron señales hasta que el escenario fue irreversible.
Reyero apareció por primera vez para informar de esta cuestión cuando ya se habían producido las muertes de estos ancianos y no aclaró algunas dudas que surgieron de su gestión. Así, por ejemplo, por qué no se atendieron a tiempo las quejas recibidas por los familiares que ya advertían de que algo no iba bien. Algunos incluso se quejaban de «opacidad» por parte de las autoridades. El consejero afirmó este miércoles en Telemadrid que era «una situación sin precedentes y tenemos que estar todos unidos en la búsqueda de soluciones». Además, reconocía las dificultades para llevar material de protección que los trabajadores del centro reclamaban por la escasez de los mismos.
Este punto, el de la falta de equipamiento y prevención en esta residencia, ha sido el que ha motivado que la Asociación El Defensor del Paciente haya solicitado al fiscal superior de la Comunidad de Madrid que investigue las muertes de esta casi veintena de ancianos. A su juicio, esto podría haberse evitado o al menos prevenido, si hubiera habido un protocolo de actuación preciso por parte de la Consejería competente y un equipamiento adecuado para los internos y trabajadores. La Fiscalía ya ha anunciado que ha abierto diligencias y estudiará el caso. Fuentes internas no descartan que esto salpique a Reyero y tenga finalmente que dar explicaciones ante la Justicia por su “dejadez de funciones”.
Isabel Díaz Ayuso, ha decidido no incluir al vicepresidente de Ciudadanos entre su núcleo más próximo para tratar las cuestiones sanitarias. Una situación que, además de demostrar los tiras y aflojas que se viven dentro del Gobierno de coalición, ha forzado al vicepresidente madrileño a aumentar su presencia en los medios de comunicación y redes sociales para contrarrestar el papel que está realizando Díaz Ayuso en la gestión del coronavirus.
A pesar de estos inconvenientes internos y de las quejas que están levantando algunas decisiones por parte de Ciudadanos en esta crisis, hay un consejero, que según insisten estas fuentes, sí que está desarrollando su labores frente al coronavirus con cierta solvencia. Es el caso del responsable de Transportes, Ángel Garrido, quien está “tratando el tema en primera persona”, sin delegar “como hacen otros” sus funciones a terceros y está aprobando medidas necesarias para frenar esta crisis sanitaria, como la desinfección de transporte público o el acuerdo alcanzado con VTC y taxis, por el que se garantizará la movilidad de los profesionales sanitarios por estos medios.