Cs pone celoso al PP: Arrimadas con Sánchez y Aguado con Gabilondo

  • Ciudadanos ha virado a la izquierda para enfado del Partido Popular.
  • Inés Arrimadas se ha erigido en apoyo inesperado para las prórrogas de Sánchez.
  • Ignacio Aguado podría liderar una moción de censura contra Díaz Ayuso.
  • Ciudadanos parece empeñado en parodiar el esperpéntico final de la UCD. Y es que en Alcalá 253 cada cual hace la guerra por su cuenta: Inés Arrimadas piensa en una negociación futura con el PP y le da celos políticos a Pablo Casado con Pedro Sánchez, que ha encontrado un apoyo inesperado a sus prórrogas.

    Marcos de Quinto, imitando el tono bronco de Juan Carlos Girauta, parece acercarse a Vox mientras Ignacio Aguado va a la suya y podría liderar una moción de censura contra la presidenta autonómica Isabel Díaz Ayuso.

    El vicepresidente madrileño dice que este golpe de efecto no entra en sus planes, pero es público y notorio que en Ciudadanos hay una corriente que no entiende porque un proyecto que se decía regenerador apoya al PP madrileño de Esperanza Aguirre, Ignacio González, Cristina Cifuentes o Paco Granados.

    Ciudadanos, que tenía apetito de limpiar la Comunidad de Madrid, Castilla y León y la Región de Murcia, aparcó los cambios por la ambición de Rivera (que el año pasado por estas fechas rechazaba una vicepresidencia y apostaba por la repetición electoral para sorpassar al PP).

    AGUADO CONTRA EL PP

    En la capital, sede moral del ‘tamayazo’, el PP ha sido capaz de pagar la reforma de su sede con dinero negro. Ciudadanos, que en 2014 se mostraba muy crítico con los populares, finalmente los apuntaló.

    A pesar de que Ignacio Aguado representaba al área más socialdemócrata del partido. El hoy vicepresidente autonómico prometía recuperar el impuesto de sucesiones y donaciones. Y también lanzaba en 2015 mensajes contra la línea de flotación popular.

    «Creo que tiene que existir un catálogo de servicios públicos esenciales que no se puedan privatizar. Eso no quiere decir que la limpieza de un hospital no la pueda hacer una empresa privada, pero hay que definir las líneas rojas. Eso incluye la gestión de los hospitales, que no se puede privatizar, como tampoco la presentación de servicios sanitarios básicos. Yo siempre digo que la excusa de un mal gestor es privatizar, cuando votamos a alguien es para que gestione bien lo público», señalaba.

    AGUADO CONTRA CIFUENTES

    En 2018 Cifuentes estaba acorralada por el caso máster. Aguado no se cortó: «El PP no quiere conocer la verdad, sino proteger a Cifuentes, llevándose por delante el prestigio de la universidad pública. La presidenta regional no puede seguir siéndolo, tiene que dar un paso al lado y el PP tiene que tomar una decisión sensata»».

    Un vídeo infecto remató a Cifuentes, que vio con sorpresa como su número dos protagonizaba uno de las performances políticas más llamativas de la reciente historia española. Ángel Garrido, que se hacía de forma interina con la presidencia autonómica, se enfadó al comprobar que Casado no apostaba por él y tan solo le premiaba un trofeo menor de consolación: un puesto de salida al Europarlamento.

    Garrido, ni corto ni perezoso, aceptó el envite… hasta que Aguado le ofreció meterle en su lista. Y él aceptó en plena precampaña. La hemeroteca le recordó lo que decía de los naranjas: «Yo creo que hoy por hoy los españoles saben que apostar por Ciudadanos lamentablemente es no saber ni siquiera por qué se apuesta, porque puede ocurrir cualquier cosa».

    TELEMADRID, ELEMENTO DE TENSIÓN

    Díaz Ayuso arrancaba temporada el pasado septiembre dándole fuerte al organismo público más cercano a Aguado: «Voy a exigir a Telemadrid, como al resto de organismos públicos que sufragan los ciudadanos con sus impuestos, que justifique las cuentas, que sea un servicio público con audiencia, porque un servicio público sin audiencia no es un servicio público, y le voy a pedir la misma austeridad que al resto».

    Aguado
    Díaz Ayuso

    Telemadrid, según la presidenta autonómica, «ya no es un servicio público esencial, luego lo que tiene que demostrar es que tiene ese público, que se ajusta a un presupuesto, teniendo en cuenta que ahora mismo estamos en una situación delicada».

    «Yo tengo que bajar, reducir las listas de espera, me importa seguir reformando el Metro, que tiene una serie de problemas acumulados, tenemos que seguir construyendo colegios… una serie de necesidades evidentes. Las prioridades son las que son«, añadía.

    Aguado, íntimo del director general de Telemadrid (José Pablo López), garantiza que la tele autonómica marque distancias con el partido que tanto la manipuló. El propio directivo audiovisual ha admitido en público que el PP busca desgastarle.

    AGUADO CONTRA MAR

    Miguel Ángel Rodríguez es exsecretario de Estado de Comunicación del Gobierno de Aznar y es el actual jefe de Gabiente de Isabel Díaz Ayuso, que tuvo un ojo clínico al fichar a un personaje que ha acusado a José Pablo López de cometer «irregularidades.

    MAR es un personaje estrambótico y desprestigiado (por haber amenazado a Pepe Oneto hace casi un cuarto de siglo, por haberse forrado con una tele fantasma que pagaban todos los madrileños por decisión de Aguirre, y por haber sido multado por conducir borracho).

    No nos equivocamos al decir que este personaje es de lo más polémico del mundo de la comunicación: elaboró listas negras de periodistas para Aznar en Castilla y León, fue condenado por llamar «nazi» al doctor Luis Montes, le dijo «jódete» a Iván Espinosa de los Monteros cuando se supo que había tenido deudas con su comunidad de vecinos, y de Inés Arrimadas afirmó de forma machista que era «físicamente atractiva como hembra joven».

    MAR, GENIO Y FIGURA

    MAR, fichado por Díaz Ayuso como premio por haber insultado por Twitter a PSOE, Unidas Podemos, Más Madrid, Ciudadanos y Vox, acusó sin pruebas al padre de Ignacio Aguado de haber recibido «por la cara» 102.000 euros de la Comunidad de Madrid cuando Cs apoyó la creación de una comisión de investigación por la presunta ayuda de Avalmadrid al padre de la presidenta.

    Díaz Ayuso, que actúa como si tuviese una mayoría absoluta, está gestionando la crisis de forma partidista para dañar al Gobierno central y disfruta de unas grandes previsiones demoscópicas. El PP está ninguneando a los cinco consejeros de Cs, que ven con frustración como Rodríguez quiere manejar su comunicación.

    Aguado, subido a una nave que acabará digerida por el PP, sabe que tiene la posibilidad de ser presidente durante tres años. Este hecho quizás le daría la posibilidad de sobrevivir en política a la inminente muerte de Cs.