Los jesuitas esperan que el juicio por los asesinatos de 1989 en El Salvador revele «la verdad»

Los jesuitas esperan que el juicio que comienza este lunes 8 de junio en la Audiencia Nacional por el asesinato de seis jesuitas, cinco de ellos españoles, y dos trabajadoras en la Universidad Centroamerica José Simeón Cañas (UCA) de El Salvador el 16 de noviembre de 1989, permita revelar «la verdad» de aquella «masacre», aunque reconocen que hubieran deseado que el juicio se hubiera celebrado en El Salvador para contribuir a la «reconciliación» del país.

«La importancia de este momento está en relación al aporte que se haga al esclarecimiento del crimen y conocimiento de sus responsables últimos. Esperamos y confiamos en que la vista pública permita revelar la verdad sobre este crimen que conmovió al mundo entero«, subrayan los jesuitas de la Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús en un comunicado conjunto con la UCA, ante el juicio que comienza este lunes en España contra el excoronel y exviceministro de Defensa salvadoreño Inocencio Montano, por su presunta participación en estos asesinatos.

El deseo de los jesuitas sería que el juicio se hubiese celebrado en El Salvador pero ante «la falta de voluntad política» en el país para resolver el crimen, esperan que al menos ahora este juicio en España contribuya a esclarecer los hechos para ofrecer justicia a las víctimas y contribuir al proceso de «reconciliación y paz» en el país.

Así lo expresa el Provincial de España de la Compañía de Jesús, Antonio España, en un mensaje publicado este lunes para manifestar su respaldo a los jesuitas de la provincia centroamericana en su búsqueda por la justicia durante los últimos 31 años respecto a este y otros casos de la guerra que afectó a El Salvador entre 1981 y 1992 y que provocó casi 80.000 víctimas.

«Tanto nuestros compañeros latinoamericanos como los jesuitas españoles hubiéramos deseado que el juicio hubiera podido celebrarse en El Salvador, por el significado simbólico y restaurativo que hubieran podido tener para el país y por poder representar con las víctimas de la UCA a las miles de víctimas salvadoreñas que quedaron en el anonimato«, subraya Antonio España.

NECESIDAD DE JUSTICIA UNIVERSAL

Si bien, precisa que, «desde la necesidad de la justicia universal», y dado que cinco de los jesuitas asesinados eran españoles, es «positivo» que puedan tener lugar juicios como el que comienza este lunes en la Audiencia Nacional.

La prioridad de los jesuitas, según precisa es «la reconciliación, la justicia y el perdón». De hecho, así lo aseguraron los jesuitas salvadoreños en un comunicado en 2016 en el que mostraban su disposición «a perdonar a quienes planearon y ejecutaron ese horrendo crimen». Sin embargo, para ello, según añaden, es necesario que «se conozca toda la verdad y se deduzcan las responsabilidades».

Los jesuitas de centroamérica señalan que fue «un crimen realizado por miembros del Ejército Salvadoreño, que desde el primer momento fue encubierto por las más altas autoridades del país y negado por aquellos que lo planificaron y ordenaron».

En todo caso, «los testigos de la masacre que valientemente afirmaron haber visto la presencia de militares en el lugar, las múltiples evidencias de que el crimen fue cometido por miembros de la Fuerza Armada de El Salvador y la presión internacional, obligaron al Estado salvadoreño a juzgar a los autores materiales del crimen», según destacan.

Así, en septiembre de 1991 fueron juzgados nueve militares, pero, según denuncian los jesuitas, fue «un juicio amañado» en el que fueron absueltos siete de ellos de los crímenes cometidos. Por otro lado, dos de ellos fueron condenados a 30 años de prisión por los delitos de asesinato y proposición y conspiración para actos de terrorismo.

«LOS AUTORES INTELECTUALES, EN LA IMPUNIDAD»

No obstante, los jesuitas denuncian que, hasta la fecha, «los autores intelectuales, los que decidieron y ordenaron el asesinato de los jesuitas de la UCA, de Julia Elba y su hija Celina, con nocturnidad y alevosía, siguen en la más absoluta impunidad».

Esta situación llevó a familiares de los jesuitas asesinados, a la Asociación Pro Derechos Humanos de España, y al Center for Justice & Accountability de Estados Unidos, a buscar la vía de la justicia universal, introduciendo el caso en la Audiencia Nacional españolapues cinco de los jesuitas asesinados habían nacido en España.

«El camino recorrido ha sido largo y difícil y han tenido que enfrentar grandes dificultades para llegar a este momento», afirman desde la Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús. Por ejemplo, señalan el hecho de que se impidiera la extradición a España de los militares que fueron requeridos por el Juez Eloy Velasco de la Audiencia Nacional.

En el año 2017 se logró la extradición a España del coronel Inocente Montano, preso en Estados Unidos por haber mentido a las autoridades migratorias. A Montano le piden que «aproveche esta oportunidad para contribuir con esta noble causa, poniéndose del lado de la verdad y la justicia, dando a conocer todo lo que sabe sobre dicho crimen».

«Quienes decidieron el asesinato de los jesuitas de la UCA, de Julia Elba y su hija Celina, saben perfectamente que no perpetraron ‘simples asesinatos’. La masacre fue el resultado de un plan pensado y ejecutado, en la lógica del terrorismo de Estado, calificado como un crimen de lesa humanidad y crimen de guerra. Mataron a personas inocentes, personas de bien, que dedicaron su vida a defender a los pobres, a impulsar la justiciasocial y promover el bien común desde la razón y el conocimiento académico», subrayan.

Finalmente, los jesuitas confían en que la Justicia Universal contribuya a que funcione el sistema de justicia salvadoreño y aseguran que seguirán trabajando «independientemente del resultado del juicio en la Audiencia Nacional».