La cocina italiana es una de las más famosas del mundo, y no es para menos. Uno de sus postres más reconocidos es el tiramisú, que también podemos encontrar en prácticamente todos los restaurantes de nuestro país. Es sencillo de preparar, aunque mucho más lo era en sus orígenes, y, además, es perfecto para esas veces en las que tenemos invitados y no sabemos bien cómo podemos sorprenderles. Este postre siempre será una buena idea y un as en la manga.
Su sencillez no le resta importancia. De hecho, existen varios trucos para adaptar este postre a los gustos particulares de cada uno y las preferencias de cada casa. Hay personas que cambian el mascarpone por otro tipo de queso, como el crema o que deciden innovar y añaden ingredientes como nata montada o incluso natillas.
Las posibilidades para jugar con él son casi infinitas, pero primero debemos saber hacer la base. Descubre cómo hacer la receta perfecta de tiramisú casero.
Un poco de historia: orígenes del tiramisú
Si echamos la vista atrás, en sus orígenes, el tiramisú era una receta mucho más sencilla que hoy en día. Sin embargo, su evolución ha sido necesaria para adaptarse a las diferentes épocas por las que ha pasado. Antes se trataba de un dulce que fortalecía debido a su gran cantidad de glúcidos.
De hecho, solo se usaban cinco ingredientes para llevarlo a cabo: azúcar, huevos, bizcochos Savoiardi mojados en café y cacao en polvo. Más tarde, se añadió el queso para ralentizar un poco la digestión.
Las mejoras llegaron de la mano de la cadena de restauración Toulá en el año 1968. A partir de ese momento, toda Italia conoció este cremoso postre que ahora es el adorado de muchos nacional e internacionalmente.
