Para adelgazar es necesario reducir la ingesta de calorías para que el cuerpo tenga que tomar su energía recurriendo a las grasas acumuladas. Así que las dietas bajas en calorías son la clave, entre otras cosas. Pero no basta con reducir sin más, hay que hacerlo con cuidado y responsabilidad para no poder en riesgo nuestra salud. Lo primero es conocer cuál es nuestra tasa metabólica basal. El metabolismo basal puede definirse como la energía que necesita nuestro organismo para realizar las funciones básicas como bombear el corazón, respirar, digerir, moverse o pensar. Este gasto está predeterminado y se produce incluso mientras dormimos. Luego está el consumo calórico que depende del metabolismo de cada persona, dependiendo de la edad, el sexo, la complexión etc. La tasa metabólica basal es pues, el resultado del cálculo de las calorías mínimos para funcionar en el día a día.
PLANTEAMIENTO DE UNA DIETA BAJA EN CALORÍAS
La idea de una dieta de este tipo es recurrir a alimentos que nos ayuden a sentirnos saciados pero que aporten pocas calorías, porque sabemos que si una dieta es restrictiva y nos hace pasar hambre, abandonaremos en seguida y además tendrá repercusiones sobre el estado de ánimo. Por eso respetaremos nuestros horarios naturales para las comidas y realizaremos cinco colaciones al día que nos ayudaran a no sentir apetito ni a caer en la tentación de darnos un atracón. Se recomienda también comer despacio, masticando mucho tratando de que la comida dure unos 20 minutos para que la orden de saciedad llegue al cerebro antes de que nos hayamos llenado demasiado. Y sin olvidar algo de actividad física cada día. Pero vamos a ver cuáles son esos grupos de alimentos que nos van a ayudar a llevar una dieta baja en calorías.
