El conselleiro de Sanidade en funciones, Jesús Vázquez Almuiña, ha pedido que en la reunión del Gobierno central con las comunidades autónomas sobre el inicio del curso escolar se aborde un «protocolo básico» para todo el Estado para luego «complementarlo a nivel» de cada autonomía.
En una entrevista en la Radio Galega, Almuiña ha atribuido parte de las «dudas» de las familias y de los representantes sindicales ante la vuelta al cole en parte a «la variación de respuestas entre comunidades autónomas». «No puede ser que haya diferencias porque generamos inseguridad en la sociedad», ha argumentado.
En cualquier caso, ha defendido que el protocolo presentado por la Consellería de Educación es «muy bueno» y ha trasladado «tranquilidad» a los padres, aunque no se pueda decir que «no va a haber ninguna infección». Además, ha señalado que ni en Galicia ni «a nivel global» hay fijado un nivel a partir del cual suspendería la actividad en las aulas.
Los docentes, ha apuntado, se someterán a test serológicos antes del inicio de las clases y ha animado a empezar con «normalidad». No obstante, ha admitido que existe la posibilidad de que la situación recomiende en algún caso el cierre de «uno o dos» centros.
El conselleiro ha manifestado que lograr ese protocolo básico es una de las propuestas gallegas para el Gobierno central, junto con la de una modificación legal que permita a las comunidades adoptar medidas frente a la COVID-19, que «clarifique competencias» y que fije «qué materias hay que ratificar a nivel judicial y cuáles no. Esto haría que las autoridades sean «más rápidas» tomando decisiones, ha defendido.
«El ministro coincide conmigo; otra cosa es el planteamiento de cómo hacerlo», ha asegurado Almuiña, que ha explicado que redactar y aprobar una ley requerirá de consensos en un Congreso sin mayoría absoluta. El conselleiro, que ayer remitió una carta sobre este asunto al ministro Illa, ha apostado por «un marco de mínimos y luego una aplicación individualizada en cada comunidad».
SITACIÓN EN A CORUÑA
Respecto a la situación epidemiológica en el área sanitaria de A Coruña, que concentra más del 60 por ciento de los casos activos y está sujeta a normas más restrictivas para tratar de frenar los contagios, el responsable de Sanidade ha considerado que el crecimiento «no es exponencial», sino «progresivo» y ha dicho que cree que en la próxima semana «se puede producir una estabilización e incluso un aplanamiento» de la curva.
Así, ha defendido las medidas tomadas en la zona y ha reconocido el trabajo de los alcaldes y las órdenes para que los policías locales estuviesen más atentos al cumplimento de las normas. Se ha referido también a los «bulos» sobre restricciones de la movilidad y apostó por lanzar «un mensaje de tranquilidad y responsabilidad» a la ciudadanía.
El comité clínico, ha insistido, toma decisiones «desde el punto de vista de la salud» y «todas las medidas están abiertas para poder tomarlas». «Si hay que tomar medidas de mayor restricción, se tomarán, pero no tiene por qué ser así y esperamos que no lo sea», ha agregado.
EL SISTEMA DE RASTREO
Sobre las polémicas por el sistema de rastreo de contactos, el conselleiro ha considerado que «ayudan poco» y ha indicado que lo que hay en la comunidad es «un conjunto de profesionales que buscan casos activos y contactos».
En este dispositivo un «elemento importante» es la atención primaria, a la que se suman los técnicos de salud pública, los servicios de medicina preventiva y un centro de seguimiento de contagios, que «va creciendo día a día según las necesidades». «No podemos tener una plantilla cerrada», ha dicho.